Por carencia de equipos en medicina crítica en caso graves de Covid-19, sería inhumano priorizar a jóvenes y hacer «desechables” a los mayores
|- “Utilizar principios para asignar recursos de medicina critica escasos genera problemas cuando se enfrenta a casos como: paciente A de 80 años necesita de un ventilador, paciente B de 20 años necesita de un ventilador. Si paciente A recibe el ventilador vivirá 7 años más, si paciente B recibe el ventilador ella vivirá 65 años más. Ante dicho problema se tiene que introducir un principio adicional: salvar la mayor cantidad vidas-por-completarse.”
- Muchos adultos mayores consideraron que dar prioridad a la atención de pacientes jóvenes graves por coronavirus COVID-19 sobre los adultos mayores es una decisión “inhumana y los convierte en desechables”; criticaron que haya quienes minimicen la posibilidad de contagios y sigan haciendo su vida normal a pesar de saber que pueden ser portadores de la enfermedad y pueden contagiar a sus familiares.
Ciudad de México
Ante la carencia de equipos suficientes en medicina crítica, el Consejo de Salubridad General en México, órgano colegiado que es la autoridad sanitaria cuyas disposiciones son obligatorias en el país, lanzó este fin de semana la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica, en el cual se establecen las disposiciones científicas y éticas para atender la contingencia del COVID-19 en los diferentes hospitales públicos y privados del país.
Entre los lineamientos destaca la realización de video llamadas telefónicas para pacientes en estado crítico que deseen despedirse de sus familiares, recomendaciones para determinar qué enfermo será sujeto a los recursos del sector salud disponibles, como si tiene otra enfermedad o si es más joven, así como una serie de reglas para que los familiares de estos pacientes puedan apelar a las decisiones médicas.
En el caso de existir un empate entre dos pacientes con las mismas características como edad y sexo que requieran respiradores, uno de los insumos que en la guía se reconoce que escasean, se deberá “recurrir al principio vida-completa. Ello quiere decir que pacientes más jóvenes han de recibir atención de cuidados intensivos sobre pacientes de mayor edad. Las categorías de edad propuestas son: 0-12, 12-40, 4160, 61-75, y +75”.
“Utilizar estos principios para asignar recursos de medicina critica escasos genera problemas cuando no enfrentamos a casos como el que siguiente: paciente A de 80 años necesita de un ventilador, paciente B de 20 años necesita de un ventilador. Si paciente A recibe el ventilador ella vivirá 7 años más, si paciente B recibe el ventilador ella vivirá 65 años más. Ante dicho problema se tiene que introducir un principio adicional: salvar la mayor cantidad vidas-por-completarse…Una vida-por-completarse se deben de entender como aquella que aún no ha pasado por los diferentes estados de desarrollo bio-psico-social humanos (i.e. infancia, adolescencia, edad adulta, vejez)”.
Sin embargo, también se establece que si al recurrir al principio de vida-completa no hay desempate, “la decisión sobre quién recibirá acceso a los recursos escasos deberá de tomarse al azar (por ejemplo, lanzando una moneda)”.
Sin embargo, muchos adultos mayores se dijeron en contra de estos lineamientos, pues consideraron que dar prioridad a la atención de pacientes jóvenes graves por coronavirus COVID-19 sobre los adultos mayores es una decisión “inhumana y los convierte en desechables.”
Adultos mayores que son amas de casa, trabajadores independientes y hasta empleados de dependencias ven con preocupación las medidas de darle prioridad a jóvenes en la atención con respiradores en hospitales del sector público, tal como ha ocurrido en otros países en donde la pandemia rebasó la infraestructura de salud.
Y ante la decisión de muchos de no atender las recomendaciones de la autoridad, dijo que sería necesario implementar medidas como en otros países como en Francia en donde los ciudadanos son obligados a permanecer en casa so pena de ser multados.
Por ello criticaron que haya quienes minimicen la posibilidad de contagios y sigan haciendo su vida normal a pesar de saber que pueden ser portadores de la enfermedad y pueden contagiar a sus familiares.
“No les importa porque salen y se exponen, saben que se pueden contagiar y al regresar a su casa ellos pueden contagiar a sus familiares, como que es inconsciencia de ellos. Yo veo cómo pasan jóvenes que incluso van a correr”.
Consideró que bajo esos lineamientos tienen claro que de llegar a enfermar morirían porque además tiene enfermedades anteriores que lo hacen estar entre la población vulnerable, como en el caso de la diabetes e hipertensión.
“Si me llegara a infectar yo me muero, así de sencillo, ya no hay mucho de qué lamentarse, pero los jóvenes que apenas empiezan a vivir es desagradable que se frustre una vida por un descuido, pero no es justo porque los jóvenes no se cuidan y no tienen conciencia de los que hacen, perjudican a los viejos y el Gobierno los favorecen, que se mida parejo”.