EL enojo enferma al Hígado
|- La ira (cólera) es la exaltación del estado afectivo y un modo de exteriorización brutal de éste, traduciéndose por una excitación tanto física como verbal, progresivamente creciente, yendo hasta gritos, ruptura de objetos, agresividad, temblores, etc.
La ira es un grito de alarma espontáneo, la manifestación de una rebelión interior, un violento disgusto acompañado de agresividad. Antes de los dos años, es un simple medio de reaccionar o exteriorizar una dolencia interior (frío, hambre, etc.) pero luego, es sobre todo un medio de oposición y de reacción a las prohibiciones, pudiendo volverse un medio de chantaje afectivo y de dominación.
Estas emociones que me invaden se manifiestan generalmente al nivel de mi hígado, por la aparición de toxinas que pueden engendrar una crisis de hígado.
Los pensamientos enloquecen, se atropellan, crecen tanto que ya no veo claro. Sube mi presión y me vuelvo rojo de ira. ¿Qué es lo que me molesta tanto y me hace explotar? Si estoy iracundo, es importante que busque la razón que provoca este estado. Puedo vivir un sentimiento de debilidad, injusticia, frustración, incomprensión, impotencia, etc. que puede ser exagerado o crecido por mi gran emotividad y mi impulsividad. Cuando lo identifico, comprendo que el conflicto se repite inconscientemente y que incluso puede proceder de situaciones que no he resuelto aún desde la infancia, y entonces, la integración será más rápida.
Acepto abrirme al amor que puedo manifestar aquí y ahora. Me mantengo atento y vigilo todas las señales indicando una ira eventual y no me sublevo inútilmente.