CUANDO UN AMIGO SE VA

PRESENCIA JURÍDICA

Por MARIO ULISES PEREYRA ESQUIVEL

CUANDO UN AMIGO SE VA

Alberto Cortés, entre sus muchas canciones, cantó a la nostalgia y al dolor que nos deja la muerte de un amigo, que en la primera estrofa de su canción “Cuando un amigo se va”, expresa:

Cuando un amigo se va

Queda un espacio vacío

Que no lo puede llenar

La llegada de otro amigo.

Cuánta razón y certeza encierran esas letras, qué doloroso es enterarse de la muerte de un amigo entrañable; durante el mes de mayo y lo que va de junio, desafortunadamente, me he enterado por diversos medios de la partida de muchos y cercanos amigos y compañeros de estudios y de aventuras, así han fallecido: Lic. Raúl Domínguez Segura, Lic. Raúl Aguilar Castellanos, Dr. Pedro Ledezma, C.P. Jesús Oliveros Ramírez, en Coatzacoalcos; Lic. Edmundo Carrizoza Alor, en Cosoleacaque; C.P. Timoteo Aldana Carrión, en Xalapa; Lic. Francisco Díaz Herlindo, en Acayucan; y más recientemente el Lic. Sergio Flores Armida, en Veracruz, por citar los más cercanos a mi recuerdo.

Todos ellos, como ya lo he manifestado en líneas anteriores, fueron excelentes ciudadanos, magníficos padres de familia, personas productivas y destacados profesionistas. Hoy quiero enfocarme en recordar a los dos últimos que se nos han adelantado en ese viaje, que todos habremos de emprender, Paco Díaz Herlindo y Sergio Flores Armida, con quienes en la vida profesional tuvimos mucha cercanía y participamos en diversos proyectos.

Paco, desde joven fincó su domicilio en la ciudad de Acayucan, ejerciendo la Abogacía que fue su pasión, así como impartiendo sus conocimientos jurídicos en diferentes instituciones educativas, participando con los compañeros abogados en las distintas Barras, Colegios y Asociaciones de Abogados del Estado y teniendo la representación estatal de la Institución  Nacional para la Celebración del Día del Abogado; con este honroso cargo en el año de 2014 me hizo el favor de llamarme para decirme que le enviara a su domicilio copia de mis documentos personales, así como comprobantes de las actividades académicas y culturales que había desarrollado en los últimos años, pues tenía el firme propósito de proponerme al Consejo Nacional para ser galardonado el 12 de julio en que se celebra el Día del Abogado  en el Teatro de la República, en la ciudad de Querétaro; por fortuna la propuesta le fue aceptada y en la fecha señalada fui seleccionado para recibir tan especial Reconocimiento de carácter nacional; éste y otros muchos gestos de Paco para conmigo hicieron que realmente naciera entre nosotros una duradera amistad que perduró hasta la fecha de su sensible fallecimiento, por lo anterior guardo un gran recuerdo de tan apreciado amigo, de todo lo que realizó en su fructífera vida, enviando un sincero pésame a su esposa e hijos y en forma muy especial a su hermano Ricardo, mi compañero de Generación en la Facultad de Derecho. 

A Sergio Flores Armida, a quien siempre de cariño sus amigos le dijimos Patuleco, miembro de una apreciada familia de varios hermanos, siendo el mayor Eduardo, padre de mi compañero de Generación Felipe Amadeo Flores Espinoza, el C.P. Roque y otro hermano también ya fallecido, como los anteriores, cuyo nombre no recuerdo. Sergio, recién salido de la Facultad acepta el cargo de Agente del Ministerio Público, mismo que desempeñó en diversos distritos Judiciales del Estado durante algunos años.

Posteriormente y gracias a la amistad que tuvo con el C.P. Antonio Piana Lara, Tesorero del Gobierno del Estado, es nombrado jefe del Departamento de Alcoholes, al terminar esa actividad es invitado por el Profr. Humberto Gutiérrez Zamora, Presidente Municipal de Orizaba, para que se incorporara como su Asesor, ahí coincidimos pues yo me desempeñaba como Secretario del Ayuntamiento, motivo por el cual nuestra amistad se afianzó por la convivencia tanto laboral como social que era cotidiana y permanente; terminamos en el Ayuntamiento y Sergio se regresó a Veracruz, en tanto yo me trasladé a Coatzacoalcos a instalar mi Despacho Jurídico y dedicarme al ejercicio de mi profesión.

Sin embargo el destino es caprichoso, unos meses más adelante llega Sergio a laborar al Departamento Jurídico de Pemex en Coatzacoalcos, por lo que volvimos a compartir inquietudes, como éstas: un buen día me invitó a McAllen, Texas, diciéndome: “ya tengo la avioneta de Pemex para que nos traslade”; nos pusimos de acuerdo y el día y hora indicada, nos encontramos en el Aeropuerto de Canticas, abordamos la Avioneta Cessna y nos elevamos, no llevábamos más de dos minutos de vuelo cuando nos dice el piloto: “señores, tendremos que regresar a tierra, pues el motor tiene una falla”, y con el terror reflejado en el rostro descendimos para que la nave fuera revisada y arreglada; tres días después iniciamos el viaje y aterrizamos en el Aeropuerto de Reynosa, en donde ya nos esperaba el Sr. Lic. Jaime Rosete, para trasladarnos en su carro a McAllen; durante nuestra estancia estuvimos hospedados en su casa, Jaime fue un extraordinario anfitrión para nosotros.

El siguiente contacto con Sergio fue en el año de 1979, a fin de coordinarle, como Delegado del CDE del PRI, su precampaña, pues aspiraba a ser candidato a la Presidencia Municipal de Boca del Río; llegó a la ciudad y los ánimos estaban muy calientes, pues habían varios aspirantes, entre otros Pepe Meléndez, propietario del Hotel Costa Verde; José Rosado, propietario de un Restaurante de mariscos, y varios líderes de colonias; su principal queja era que el Lic. Flores Armida, según ellos, no tenía residencia en el municipio pues su domicilio se encontraba en el Boulevard Ruiz Cortines, frente al “Hotel Lois” y el Patuleco, con esa picardía y buen carácter que le caracterizó, al comentarle lo que argumentaban sus adversarios, con mucha seriedad me decía: “mira, dile a esa bola de pendejos que vengan a ver mi residencia”, y efectivamente eso era su casa habitación. Las inconformidades no cedían y a mí me acusaron de ser parcial y que estaba facilitándole las cosas a Sergio, por lo que fui cambiado a Tierra Blanca.

La Convención Municipal que lo eligió candidato la efectuó el Lic. Genaro Del Ángel Amador y tuvo que anunciarse en un lugar y se realizó en otro, en forma tan precipitadamente que la bambalina que anunciaba el evento fue colocada de cabeza, sin embargo ya siendo candidato, Sergio hizo una magnifica campaña y logró sumar a todos los inconformes, haciendo un magnífico trabajo como Presidente Municipal, iniciando la transformación de un pueblito de pescadores que era Boca del Río, al emporio turístico que es en la actualidad; en estas tareas contó, entre otros, con dos magníficos colaboradores, el C.P. Guillermo Hos Santibáñez en la Tesorería, y el Lic. Avelino Muñiz García en la Secretaría del Ayuntamiento. Después de esta exitosa participación pública se dedicó a sus asuntos particulares y a disfrutar de la vida viajando, leyendo, a frecuentar a su múltiples amigos, como Jorge Cobos Delfín “El Pirita”, ex Alcalde de Alvarado; Enrique Zapatero Hernández, ex Alcalde de Xalapa; Virgilio Cruz Parra y Adalberto Tejeda Patraca, ambos  ex Alcaldes de Veracruz; Ángel Álvaro Peña, Fernando “El Chato” Ortiz Ramírez, Jorge Malpica, entre tantos otros, con los que cultivó magnífica amistad.

Desde aquí un abrazo fraterno a su esposa Marina y a sus hijos Claudia, Sergio y Alejandra, deseando para todos que la resignación por tan lamentable pérdida llegue pronto a sus corazones. Descansen en Paz tan apreciados amigos.

Vicepresidente Sur de Colegiados del Derecho en defensa de la República A.C.

Todo el Esfuerzo por México.

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