Trump es el salvavidas de AMLO, no al revés

HISTORIAS DE REPORTERO

Carlos Loret de Mola

Trump es el salvavidas de AMLO, no al revés

Para un hombre que en política es tan sagaz como el presidente López Obrador, y que privilegia la agenda nacional por encima de cualquier tema global, parecería una peligrosa ociosidad su visita al presidente Donald Trump en Washington.
No hay ningún tema urgente entre ambos países, no se sabe de ninguna amenaza inminente, y la excusa formal de la gira, la conmemoración de la entrada en vigor del tratado comercial T-MEC, es un mero trámite para el que ya hubo tres ceremonias protocolarias entre las tres naciones firmantes.
¿Por qué entonces el presidente López Obrador visita la Casa Blanca, en un costosísimo lance de política exterior que ha sido duramente criticado por el público tanto de México como de Estados Unidos?
Porque de Trump depende la cuarta transformación. Me explico:
El Presidente mexicano ya se dio cuenta de que la pandemia ha puesto en jaque el futuro de su Gobierno. El manejo sanitario ha sido un desastre: se calculaban menos de 6 mil personas muertas y ya se superan las 30 mil.
El manejo económico pinta aún peor: los especialistas calculan que México será de los que tengan una más grave crisis económica a consecuencia del coronavirus. Esto, sumado a las dificultades que ya venía acarreando la implementación de lo que el presidente López Obrador se complace en llamar “la cuarta transformación de la vida pública del país”, auguran un Gobierno fracasado.
López Obrador no es de los que va a dejar que el sexenio se le escape de las manos. Su salvavidas, a esa conclusión parece haber llegado, y es Donald Trump:
Trump rescató a López Obrador con equipo médico para la pandemia cuando quedó exhibido que el Gobierno mexicano había desaprovechado los meses que tardó en llegar el coronavirus y no encontraba ventiladores en el mercado internacional.
Trump rescató a López Obrador ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cuando quedó claro que Pemex no alcanzaría sus metas de producción petrolera y por tanto no era capaz de poner sobre la mesa un recorte a la altura de lo que le exigían los miembros de este grupo. (En primera plana, El Universal publica ayer que incluso la lopezobradorista Comisión Nacional de Hidrocarburos ya acepta que Pemex no llegará a las metas de producción petrolera prometidas por el Presidente y su director general, Octavio Romero Oropeza).
La esperanza de AMLO es que Trump lo rescate otra vez. La única lógica detrás de que México no tenga un ambicioso plan fiscal de rescate económico por la pandemia es que López Obrador está calculando que Estados Unidos –que sí tiene un programa fiscal, y muy ambicioso– va a terminar acarreándonos, entre otras cosas, gracias a las ventajas que arroja el T-MEC.
Frente a la crisis que viene, AMLO ve en Trump a su salvavidas. Y si para asirse a él y no ahogarse en medio de las salvajes olas de la pandemia hay que pagar el costo de ser visto como parte del tinglado electoral de Trump, pues se paga. El Presidente de México evalúa que lo otro es peor para él.

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