LISTOS PARA EL ESPECTÁCULO, PERO “LOZOYA ES INOCENTE”: JCT
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RAÚL GONZÁLEZ RIVERA
LISTOS PARA EL ESPECTÁCULO, PERO “LOZOYA ES INOCENTE”: JCT
Está listo el escenario para el espectáculo que cada sexenio brinda a la opinión pública, con la denuncia que pretende encarcelar a ex funcionarios públicos, que siempre ha sido así, con la novedad en esta ocasión de que el abogado defensor de Emilio Lozoya, pide que la Fiscalía general cite al expresidente Enrique Peña Nieto y al señor Luis Videgaray, ex secretario de hacienda y crédito público.
Que si el fuero constitucional, le permite a los ex presidentes, ser sometidos a juicio solamente por traición a la patria, que tiene el señor Peña que cualquiera de los demás ciudadanos mexicanos, que no le permita presentarse ante un MP o juez y rendir su declaración en relación a los sobornos que involucran a la firma empresarial brasileña Odebrecht.
Sin embargo, los presuntos delitos en esta asignatura ya prescribieron y mi cliente-objeta-Coello Trejo, únicamente fue dos años y medio director de Pemex y en el caso de Odebrecht, nada tuvo que ver, es inocente, repitió en entrevista que rindió ante uno de los noticiarios que se transmite en las redes sociales. El tema de los sobornos por instalación de gasoductos, está superado.
En cada sexenio ex funcionarios son denunciados, pero nunca los titulares de los poderes públicos, han sido sometidos a juicio, y que tampoco reciben sentencias condenatorias, tal es el caso más sonado en el pasado, durante el gobierno de José López Portillo, persiguiendo a funcionarios públicos federales.
El abogado penalista Javier Coello, insiste en que Peña Nieto y Videgaray, deben ser citados a declarar sobre hechos que involucran a Lozoya, y de los cuales no cabe la menor duda, que el ex presidente conoce con detalle. Y que debe aclarar él y nadie más, porque transacciones de los montos que se manejan en medios informativos, son de muchos, no de uno solo.
Sin duda, son presuntos delitos, que ya prescribieron, pero que ofrecen la expectativa de darse un escándalo, en el cual, la ciudadanía pudiera desviar un tanto su atención, sobre todo en momentos en que la población en general, viene padeciendo extremos problemas emocionales, crisis económica, estrés agravado, debido a la pandemia por el coronavirus. Desempleo, conflictos intrafamiliares con violencia y feminicidios.
Cabe destacar que la capacidad de asombro de los mexicanos, prácticamente ha sido nulificada de sus capacidades de análisis y opinión, porque de siempre también, ha sabido que los inmensamente poderosos, ya sea por la acumulación de dinero en sus bolsillos o porque son funcionarios públicos, ejercieron como tales, jamás tampoco reciben penas con condenas que vayan más allá de exhibirlos, denigrarlos y estigmatizarlos.
Un común ciudadano, que roba una lata de manteca o el pan, de la tienda más a la mano por hambre, es común verlo cumpliendo condenas de años, sin que nadie absolutamente haga algo para ponerlo en libertad.
El derecho, la ciencia que lo engendra y los tribunales, igual la justicia la imparten los hombres, porque ellos la inventaron desde que se instaló el tribunal de las Indias, antes de la llegada de los españoles.
Es decir el derecho, es masculino y se hizo con marcada tendencia a preservar valores como don dinero, el tráfico de influencias, el que brinde protección a los ricos y poderosos, en marcado abandono de quienes no lo son y carecen de recursos. Acota el escritor Lorenzo Meyer, en uno de sus más leídos libros sobre historia de México.
EL CORAZÓN DE XALAPA, UN ESPECTRO JAMÁS IMAGINADO
Seguramente si Frank Kafka hubiera conocido la ciudad entonces de las flores del siglo anterior o más atrás y la comparara con el corazón roto que le ha dejado la pandemia del coronavirus, le habría inspirado para escribir una de sus obras más tétricas, preocupantes y melancólicas de su acervo literario e intelectual.
En este camino, le auxiliarían las voces de viejos xalapeños, familias completas, que ven su corazón hecho pedazos por el miedo, la zozobra, la angustia de no saber a ciencia cierta qué vendrá ahora.
El entorno del centro histórico no protegido, sino prohibido para el común de automovilistas y por ende de los peatones, que se atrevan a hacer bolita, reunirse en el cafetín más concurrido en el pasado no lejano, o el tendajón más tradicional, la farmacia que cierra y el taquero comenta con angustia, que no sabe qué hacer, porque lleva cuatro meses sin saber lo que son 300 pesos en sus bolsillos.
Los estacionamientos públicos, de plano cerraron. Uno solo, como paladín de un pasado glorioso, que lleva el nombre de Cine Radio, abierto a media puerta, seis automóviles son resguardados durante todo el día sábado y sus concesionarios desesperan en serio. Nadie mueve su unidad a menos que el cliente que arriba, es quien debe aparcarlo, por aquello de evitar el contagio de unos y otros, los cuales se miran de soslayo, como queriendo emprender la graciosa huida.
Más que epidemia, pareciera haber ganado la carrera una peste invisible, pero que allí está.
Cuándo los xalapeños de antaño habían experimentado con la observación lo que está enseñando su ciudad. Si el centro histórico provee de mayor riesgo el contagio del coronavirus, deben decirlo las autoridades, porque cerrar el paso de la gente, la convivencia en el parque Juárez, el parque Lerdo o la convivencia en el café, algo encierra que el pueblo ignora.
Colocar escuadrones policiacos cinco o seis calles con acceso al centro de la ciudad, provoca que la curiosidad de los aldeanos trate de indagar, porque el corazón de su capital, lleva semanas bajo cerco de los guardianes públicos, siendo que en el resto, está expuesta a la incidencia delictuosa, la cual viene cobrando cartas credenciales los días y las noches, y quedan sus actos contrarios a la leycomúnmente en la impunidad.
Un escenario que se acerca al drama que está viviendo una sociedad, como jamás lo habría imaginado, porque esta no distingue entre ricos, ni pobres, ni poderosos, rompiendo con el esquema de la desigualdad que se habría afianzado desde hace más de 500 años y que un enemigo invisible ha arrasado el mundo en su totalidad, cuya naturaleza, hasta pareciera que está cobrándose tanta afrenta sufrida en sus entrañas. Vaya usted a saberlo.
La imagen citadina y su corazón herido, honor a la verdad provoca en cualquiera tristeza en el menor de los casos. Todos escondiéndose de un adversario descomunal, mucho más fuerte y dañino que el peor de los castigos que suele infligir el poderoso al débil, el injusto contra el justo.
PUEBLOS VERACRUZANOS SIGUEN SIN SABER DE EXCEDENTES PETROLEROS
Vea usted si no, una solicitud permanente que seguramente hacen los pueblos veracruzanos, se sustenta en los excedentes petroleros que en su momento el senador electo Rafael Arriola Molina, diría que de la producción del oro negro que generaban los pozos localizados en tierras de esta gran provincia, se sostenía prácticamente la burocracia federal, en los años del “Echeverriato”.
Nunca una voz había sido tan contundente, como la del profesor rural originalmente, pero que llegara a ser el hombre fuerte del régimen estatal de Rafael Murillo Vidal.
Estaba de gira el también dirigente estatal del PRI por los municipios de Poza Rica, Tuxpan de Rodríguez Cano y Cerro Azul, inmensamente poderosos produciendo petróleo, pero de sus excedentes, a estas municipalidades quedaban las sobras.
Entonces el presidente Luis Echeverría y varios de los sexenios de gobierno federal se apoyaban en poderosos dirigentes sindicales de trabajadores petroleros. Tanto en el norte como en el sur de Veracruz, eran influyentes, ordenaban la vida pública de los ayuntamientos, ponían alcaldes y se compartían terciando en el tiempo a uno y otro senador, salido de las filas gremiales de la sigla más influyente del país.
Joaquín Hernández Galicia (a) la Quina, a quien persiguió y metió a la cárcel el régimen del presidente Carlos Salinas, retirándolo del liderazgo nacional del sindicato petrolero, para colocar a sus alfiles de rigor.
Empero, hubo otros, como el güero Heriberto KehoeVincent de petroleros de Poza Rica de Hidalgo, personajes que lucían riqueza por los cuatro costados de sus personas. Comilonas espectaculares, cada que venía la sucesión de gobernador en Veracruz, no obstante que los municipios permanecieran con vieja fotografía en blanco y negro, porque su abandono y retraso eran evidentes.
En el sur como en el norte, la tierra veracruzana olía a petróleo y su fama era nacional y extra- fronteras, al grado de que muchas veces se dijera que Veracruz, podría ser y superar por mucho a países de la región latinoamericana, debido a su riqueza en energéticos y por supuesto, gracias a la producción de petróleo.
Así lo conceptualizó el maestro Arriola Molina, en aquella célebre intervención con una encendida pieza oratoria en las ciudades de Poza Rica de Hidalgo y Tuxpan de Rodríguez Cano, al reclamar al presidente LEA lo justo, consistente en que parte de los excedentes petroleros veracruzanos quedaran en sus municipios, porque de nada valía tanto orgullo, por tener semejante riqueza, si toda, iba a parar a las arcas del tesoro nacional, para mantener la nómina burocrática del régimen priista.
El senador Samuel Terrazas Zozaya, compañero de fórmula del profesor Arriola Molina, lo sabía, y habría jurado en su momento que defendería el patrimonio que correspondía a los veracruzanos y a nadie más. Sin embargo, el dirigente sindical petrolero, nada hizo ya instalado en el escaño que representó como legislador ante la cámara alta al Congreso de la Unión. Es todo.