A PROPÓSITO DE JUSTICIA, DEMOCRACIA Y ESTADO DE DERECHO

60 SEGUNDOS

RAÚL GONZÁLEZ RIVERA

A PROPÓSITO DE JUSTICIA, DEMOCRACIA Y ESTADO DE DERECHO 

            “El Proceso”, cuyo título original en alemán es “Der Process”, es una novela de Franz Kafka, quien hace el relato alusivo a la historia de Joseph K, sometido por razones no muy claras al rigor de la justicia.

            Antes de ver con algún pormenor la obra extraordinaria de Kafka, habría que precisar que “El Proceso” quedó inconclusa cuando falleció el autor, lo cual motivó que el texto pareciera por momentos sin seguir un orden.

            Sobre la obra, cuenta que Joseph K., es empleado de un banco y es arrestado acusado de cometer un crimen que él no cometió. Así que queda libre pero debe estar sujeto a las autoridades judiciales que lo investigan. El empleado bancario, de 30 años de edad, sin embargo es perseguido, citándolo en una fecha y lugar ajeno al tribunal, lo cual le parece inverosímil al acusado, así que va al tribunal, en donde le siguen un proceso sin sustento ni argumentación jurídica realmente.

            A Joseph, bajo estas condiciones, la gente que sabe de su proceso lo enjuicia mucho antes que el juez de la causa, encontrándolo culpable. Acude a su abogado y no lo deja satisfecho con su asesoría y más tarde va al obispo, al que le cuenta su historia, pero al prelado no lo convence su narrativa sobre el crimen que le imputan, que no cometió, pero en quienes le escuchan sienten que no existe una razón suficiente para que la justicia lo considere inocente.

            “El Proceso” es un libro que por realista vale la pena leerlo, seguros de que leyéndolo va a vivir con el personaje central eso, su proceso.

            Para la interpretación el libro puede ser inscrito en un escenario de lo absurdo, permitiéndole al lector muchas interpretaciones.

            Una de ellas, a primera vista, que se puede apreciar en “El Proceso” una reflexión sobre cómo opera la humanidad. En ningún momento se menciona que Joseph K., sea culpable. Cuando se dice que es inocente, le preguntan “¿Inocente de qué señor K”? Su única culpa “¿será la de ser humano”? Seguramente de confesar su culpabilidad Joseph K., quizá se hubiera podido salvar.

            En una época marcada por el antisemitismo, algunos autores vieron en la obra de Kafka una descripción de Jean Paul Sartre, quien pretendió encontrar una semejanza entre lo que era la vida de los judíos y la condición del inculpado, empero Joseph K., es inocente siendo que la interpretación que se apetece sea más justa, la que se encuentra en “El Proceso”, una reflexión y una crítica acerca de la ley moral.

            “El Proceso” no es más que un procedimiento que se sigue en contra de un hombre hundido en lo absurdo al no encontrarse jamás respuestas, más que las que le fueron fabricadas por las autoridades judiciales, pero sin la argumentación ni pruebas que le den contundencia y pueda ser trasparentado el proceso contra Joseph K.

            El llamado que hace al lector, la obra de Kafka es que se haga una verdadera reflexión y una crítica a todo sistema de justicia y su funcionamiento. Al enfatizar el autor lo absurdo, la falta de transparencia, de fundamento y de pruebas, lo que en días como éstos puede ocurrir en cualquiera de los sistemas en los cuales se aprecia una ausencia de democracia y de estado de derecho.

            Tan fácil como difícil, el narrativo de esta monumental obra de Franz Kafka y que siguen pesando en la práctica cotidiana de los tribunales judiciales, al faltar en sus procesos elementos tan válidos como justicia, democracia, igualdad, presunción de inocencia, adquiridos, cierto, pero tan frágiles, cayendo finalmente en la cuenta de que caiga la justicia muy comúnmente en la arbitrariedad. 

GOLPES MEDIÁTICOS SÍ, EN TIEMPOS DIFÍCILES PARA MEXICANOS

            Sin duda, en tiempos ya idos la sola caída de un alcalde ladrón o de un cardenal y funcionario de primeros y últimos niveles burocráticos administrativos en este país, provocaba un verdadero escándalo.

            En el cafetín, los analistas y quienes gustaban de componer el mundo inclusive, hasta parecía que se solazaban pretendiendo dar una primicia que el científico mexicano  Eugenio Méndez Docurro había sido detenido.

            O que el señor ingeniero Jorge Díaz Serrano, todopoderoso director de Pemex, había sido acusado y detenido por mal administrar los fondos de la firma petrolera del estado mexicano.

            Sexenalmente, al pueblo azteca se ofrece la nota que trata de ser distinta, anunciando que llegan los funcionarios buenos y se van a la porra los funcionarios malos y corruptos. Así ha sido siempre.

            Un escándalo en la aldea sobrevino cuando el gobernador Agustín Acosta Lagunes en campaña anunciaba que metería a la cárcel a tantos ex funcionarios pillo del régimen anterior al suyo, que en todos los mentideros de lo público, el hombre de Paso de Ovejas habría provocado respeto, miedo, temores ocultos…. y más aun cuando anunciaba que el primero en caer en garras de la justicia sería  el director del IPE, José Luis Lobato, al cual elementos de los tenebrosos ex Servicios Especiales sacarían de su casa para presentarlo en loe separos que se ubicaban en los bajos del Palacio de Gobierno.

            Su detención apenas duró unas horas. Jamás se supo cuál fue el delito o delitos que le imputaba el nuevo gobierno, siendo que el personaje había sido el servidor público que más hizo crecer el patrimonio de los derechohabientes en activo y pensionistas del organismo paraestatal.

            Sin embargo, como la noticia que se difundía en los medios, en un ayer, con el natural escándalo entre quienes leían con una inusitada avidez los diarios, igual, no dejaban de ser sucesos que llamaban a ser flor de un día, los cuales confeccionaban el periodismo trascendente que tanto enseñó y defendió el maestro Salvador Borrego ante diferentes generaciones de periodistas aztecas y que ahora deriva en anuncios que se convierten en hechos mediáticos, como son las detenciones de políticos y adversarios de la ley y la justicia.

Hoy por hoy, la gente ya no se detiene fácilmente a hacer su análisis, porque son tantas las calamidades y conflictos que confronta en su cotidiano habitar, que primeramente se cuestiona cómo resolver la hambruna, la seguridad y salud en días tan distintos a aquellos, que como quiera siente que superaba sin las grandes y graves presiones de estos días de pandemia y vivir la nueva realidad. 

AUTORIDADES UNIVERSITARIAS DEBERÁN DEFINIR CÓMO SERÁ SU AÑO ESCOLAR

Conforme a lo dicho ayer por Esteban Moctezuma, secretario de la SEP, las autoridades que representan a la universidad pública serán quienes determinen cómo arrancará el año escolar 2020-2021.

No será igual para los jardines de niños, la escuela primaria y la impartición de las clases en los planteles de enseñanza media y el bachillerato, para los cuales el régimen federal ha firmado un acuerdo con las siglas de televisión privada más influyentes del país, con el objetivo de que puedan transmitir hasta el último rincón de la patria azteca los contenidos del plan educativo del próximo año escolar que inicia el día 24 del presente mes de agosto.

            Es decir, que la enseñanza presencial no será aplicada el próximo año escolar, sino que se confirma lo dicho con antelación, en el sentido de que las clases se dirigirán por radio y televisión, para lo cual los expertos en este medio ya preparan a los instructores y presentadores de los contenidos didácticos, no obstante que los docentes de las escuelas públicas deberán concentrarse en sus centros de trabajo tradicionales.

            Esta es la nueva realidad en el rubro educativo y tampoco se puede vaticinar un final de la pandemia, y que los educandos vayan a volver a sus clases como fue con anterioridad. La epidemia cambió la ruta de este país y ahora los medios audiovisuales serán la herramienta que más se abocará a difundir la enseñanza prescolar, en la escuela primaria, enseñanza media y el bachillerato.

            Por lo que hace a la universidad pública, sus rectores se encargarán de delinear cómo será la impartición de clases en sus aulas, no obstante que de manera categórica se sabe que en la nueva realidad deberá tener una diferencia diametralmente opuesta a la impartición presencial de un pasado todavía reciente.

            Sobre todo en carreras profesionales como es la de Ingeniería y Derecho, a las cuales acuden centenares de jóvenes solicitando su inscripción en los primeros semestres, siendo que la recomendación que hacen las autoridades del sector Salud y sanitarias es precisamente que mantengan una sana distancia, lo cual sería menos que imposible en los planteles, por caso de la Universidad Veracruzana, en esta localidad.

            Por otro lado, sus plantillas de académicos suelen conformarse de personajes con las edades que el doctor Hugo López-Gatell Ramírez refiere que son las más expuestas a contraer la enfermedad del Covid 19.

            Y conforme a las exigencias de profesionales de la salud que necesita cubrir el país con más de 126 millones de mexicanos, las facultades de medicina, como ocurre en UV, seguramente deberá superar la cuota de los 103 estudiantes por año escolar que había venido recibiendo, porque como se ha dicho repetitivamente, faltan 200 mil galenos en México, 150 mil médicos generales y 40 mil especialistas. El sistema de salud en el país es de los más rezagados de cara al resto del mundo desarrollado e inclusive en relación al ámbito que integran naciones del llamado tercer mundo. Es todo.