ESPEREN A LA REVOCACIÓN DE MANDATO, PIDE AMLO

  • Tras explosión por descuido con amoniaco concentrado en una bodega de Beirut, cientos de heridos y cien muertos, funcionarios públicos de primer nivel renuncian a sus puestos voluntariamente.

60 SEGUNDOS

RAÚL GONZÁLEZ RIVERA

ESPEREN A LA REVOCACIÓN DE MANDATO, PIDE AMLO

                El presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia de prensa mañanera de ayer en Palacio Nacional, lanzó el reto para que sus adversarios sepan esperar y participen en la fecha anunciada y aprobada por el Congreso de la Unión, en el año 2022, tras la propuesta anunciada por el mismo jefe del ejecutivo de someterse a una consulta a la ciudadanía sobre el tema de revocación del mandato.

                No coman ansias, pareció decirles a los miembros del grupo Frena, surgido, según cuenta su dirigente nacional desde el año de 2011 y que el pasado domingo  un centenar de personas, montados en cuando menos 30 automóviles, se reunieron en el Zócalo de la Ciudad de México, inclusive subiendo sus unidades vehiculares sobre la plancha del histórico lugar, para protestar contra el presidente y pedir su renuncia a través de sus clásicos bip, bip, bip, con los cláxones de sus automóviles.

                Por supuesto que esta demostración de disgusto contra la forma de gobernar del mandatario nacional choca con la explicación que AMLO dio a los periodistas que acuden cotidianamente a dicha conferencia, al confirmarles que debe entenderse que se trata de la transformación de la vida nacional, no es un gobierno más y que en ese sentido nadie lo va a detener.

                En un tono un tanto molesto, el presidente recordó que a una protesta de unos cuantos, cien personas a lo sumo, los medios le dieron amplia cobertura. Las televisoras la radio y  dos periódicos, que constantemente cita y cuestiona por sus contenidos, a los cuales suele calificar de amarillistas y que de esta forma desplazaron a la antigua revista de notas policiacas Alarma y que cuando AMLO encabezaba manifestaciones que llenaban el zócalo, nunca le brindaron los espacios que ahora a sus adversarios les rinden de manera amplia.

                Enfatizó a manera de repaso del pasado, en que los medios eran cuarto poder, no un primer poder, recalcó, porque tenían sometido al gobierno, ellos mandaban, pero ahora no y como ya no reciben el dinero y los negocios que hacían anteriormente, están molestos. Pero a estos adversarios les pide que sepan esperar a la consulta, que llegará la fecha en que se puedan manifestar los ciudadanos con su voto por un sí o un no, para que AMLO continúe o renuncie al cargo de presidente de la república.

                Por supuesto que la manifestación de protesta realizada por sus oponentes, que tuvo lugar el último domingo en la Ciudad de México, suele replicarse en gran parte de las capitales de los estados del interior del país. En  esta muestra participan mujeres, caballeros y niños. Su marcha y mitin la acompañan de claxonazos, muchos aprovechan el momento para exhibir sus automóviles de lujo y se desplazan por las principales calles de nuestras ciudades, pero con la nota distintiva de que no emiten un solo mensaje o discurso. Tampoco nadie se evidencia como su guía, cabecilla o líder del grupo.

                Insiste López Obrador que la transformación del país está en plena marcha y no habrá vuelta para atrás. Empero, reitera que si en la urna que se instalará para celebrar la revocación del mandato, si el pueblo le pide que renuncie, lo hará inmediatamente. Siempre ha dicho que éste es su amo. Esperemos.  

EN AVENIDA ARAUCARIAS, NEGOCIOS SUSTITUYEN A LAS CASAS-HABITACIÓN

                Adiós había que decirle al fraccionamiento habitacional Indeco Popular Ánimas, el cual habría nacido con la mejor respuesta a la escasez de viviendas, en tiempos del sexenio gubernamental de Rafael Hernández Ochoa.

                Ricardo Arenas Leetch y Armando Méndez de la Luz, director y subdirector, respectivamente, del Indeco (Instituto Nacional de la Vivienda en Veracruz), habrían concebido una alternativa para quienes aspiraban a construir su vivienda en una zona cuyo paisaje verde era lo mejor para abatir el cansancio, agobio y estrés de los días de fuerte trabajo.

                El régimen de Hernández Ochoa estaría consciente de esta necesidad, tras de que los burócratas del Instituto Mexicano del Café abandonaran el DF y fueran desplazados hacia esta capital, cuando la aldea gozaba de un excelente clima templado-frio y recibía suficiente agua potable y el costo de vida era relativamente cómodo, las rentas tenían fama de ser de las más bajas en todo el país y los auténticos xalapeños, disfrutaban a placer su ciudad.

                Luego de establecerse el Inmecafé, aquí en inmediaciones de los predios de Las Ánimas, con Fausto Zapata Loredo a su cabeza, comenzó en buena medida el calvario para quienes habitualmente gozaban de una Atenas ciertamente, en la que se respiraba música, arte, pintura, teatro y paz social. Tiempos en que un ladrón por hambre, en el súper de Doctor Lucio o en alguna de las tiendas de los abarroteros de Abasolo o Poeta Jesús Díaz, fácilmente ganaba las 8 columnas, porque la criminalidad prácticamente era inexistente.

                Sin embargo, comenzó el amago de quienes no conseguían fácilmente en renta una vivienda, mucho menos construirla por su cuenta. Así que Indeco-Veracruz fue la opción esperada. El arquitecto Arenas Leetch se acompañaba de una amplia experiencia, ya que había sido director de Obras Públicas durante la gestión del abogado Juan Maldonado Pereda, en la alcaldía del puerto de Veracruz.

                Este personaje se dio a la tarea de diseñar un fraccionamiento popular, pero con aires que soplaban en la materia en Roma, Nueva York o cualquiera de las ciudades árabes. El paisaje era lo importante. La zona arbolada, su reserva territorial y la calle que cruzara su principal avenida, la cual desde entonces lleva el nombre de Araucarias, de dos carriles de ida y dos de vuelta y un camellón en medio. Sobre la maqueta lucía espléndida.

                En su escrituración por lote se advertía que el fraccionamiento sería habitacional, nunca de negocios. La venta de lotes pronto se completó con la adquisición de sus lotes, que hicieron numerosos xalapeños adoptivos y muchos más con orígenes en esta capital.

                Empero, una vez concluida la gestión de Hernández Ochoa y de que Indeco-Veracruz quedara en manos diferentes, el cambio de suelo dio un giro de 180 grados. Las casas fueron transformadas en viles negocios, chicos y grandes, tendajones de chácharas, clubes sociales, restaurantes, lavanderías, consultorios médicos, al grado de que sean contadas con los dedos de una mano las familias que siguen teniendo sus construcciones como viviendas, por que centenares fueron convertidas en establecimientos comerciales.

                Por supuesto que ya bajo control del ayuntamiento municipal, esa conversión ha sido consecuencia de la corrupción coordinada entre ediles, regidores y directores de Obras Públicas, lo que a muchos de sus habitantes corroe las entrañas de enojo e irritación, porque ahora toda esa área se volvió un riesgo permanente debido a la constante de los asaltos a mano armada, ladronzuelos callejeros y todo porque un negocio, atrae mucho más la atención de los malosos, que una casa-habitación, las cuales ahora difícilmente resguardan mobiliario fino y caro y menos que almacene valores, dinero en efectivo y otros.

                La avenida Araucarias exhibe un pavimento resquebrajándose todos los días, casi en su totalidad. Sus vecinos lamentan la escasez de suficiente alumbrado público, la ausencia del camión recolector de basura, del cual acusan que aparece sólo cuando Dios se descuida y una vez que caen las primeras horas de la tarde-noche, sálvese quién pueda, porque el fraccionamiento se convierte en una verdadera boca de lobo.  

LA REGIÓN DE XALAPA PIERDE SU PAISAJE VERDE Y ABUNDANTE

                Como todo lo que inicia, también tiene un final.

                Xalapa fue alguna vez conocida y justamente reconocida como ciudad de las flores. Los políticos la identificaba como la ciudad gemela de Cuernavaca, Morelos.

                En sus cuatro costados, la otrora Atenas de Veracruz, por aquello de que abundaban los lectores de la buena literatura, los mayores leían el periódico y a los músicos, poetas y escritores, inspiraba sobremanera el paisaje verde de la ciudad y toda su región que conforman, como se sabe, cuando menos por doce municipalidades, entre las cuales destacan primeramente Coatepec, San Marcos de León, Xico, Teocelo y Cosautlán de Carvajal, por la riqueza de su producción de café y comidas genuinamente regionales.

                Xalapa, a cambio de esto último, reflejó en un pasado altos niveles de cultura, de educación y su vocación por preservar las formas armoniosas y bellas, musicales, diría la escritora Elenita Poniatowska, hacia las construcciones que coadyuvaran a elevar el espíritu, la paz interior y la tranquilidad de sus moradores.

                Cuando solamente había el fraccionamiento Veracruz, se pensaba que Xalapa estaba completa. De ese lado, los ricos y al extremo los pobres. La clase media, se posesionaría de los apartamentos y viviendas viejas y sin ningún corte arquitectónico que las identifique con la época colonial y tampoco la moderna. Las casas de dos aguas y tejas verdes, rojas y amarillas, francamente no obedecen a ningún estilo ni época, son copia burda de la herencia que le permitieron a la ciudad los arquitectos e ingenieros españoles, algunos afrancesados y párele usted de contar.

                Los alcaldes de doce municipalidades han coincidido no de ahora, sino en los últimos 20 años sobre todo, que deben sumar esfuerzos y hacer de la región un emporio de turismo y negocios. Sin embargo, ninguno de estos proyectos ha sido aterrizado en la realidad. Pura propaganda y que el discurso demagógico iguala en sus tonadas lo mismo a ediles salidos de cualquiera de los partidos políticos existentes, sin excepción de ninguno.

                Y lo más grave, que ya viene, la zona entre Xalapa y Coatepec, por ambas carreteras, la nueva y la vieja, se dice están siendo arrasadas por conjuntos habitacionales que achican la distancia entre ambas localidades, pero que a su vez van perdiendo gran parte de su verde que permite a toda una región el disfrute de una panorámica arbolada y ricamente aireada y ventilada, en detrimento de nuestras ciudades, porque ya la amenaza está encima de volverlas escondrijos, cuando se trata de seres humanos, no muertos vivientes, ni enmascarados por estos días de pandemia. Es Todo.