MÉXICO, ANTE LA POSIBILIDAD DE ENFILAR POR LA DEMOCRACIA

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60 SEGUNDOS  

RAÚL GONZÁLEZ RIVERA

MÉXICO, ANTE LA POSIBILIDAD DE ENFILAR POR LA DEMOCRACIA

            Si se cumple el ofrecimiento presidencial de que no va a meter las manos en el proceso de elecciones del próximo año, el país estaría en condiciones de tener por vez primera un escenario para vivir en una auténtica democracia.

            Es cierto, hay varios intentos generados por las fuerzas sociales por dotar al México avasallado durante 500 años por regímenes que más llaman a haber sido y constituirse en una dictadura, que en un sistema de partidos políticos, que fuera abierto y plural, en donde ganara quien ganara es lo más. El chiste está en que el pueblo sea quien decida su destino histórico.

            También no es menos cierto que por intentos democratizadores de la vida pública, el país no se ha detenido. El presidente Benito Juárez lo hizo en el periodo de la Reforma y en los albores de la revolución de 1910 también hizo lo suyo el llamado apóstol de la democracia, don Francisco I. Madero.

            Sin embargo, con el asesinato de éste último arrancaría el periodo de vida público más largo, bajo un régimen de presidencialismo exacerbable. En este lapso los  mexicanos mostrarían disciplina, docilidad, consideración y sometimiento al uni-gobierno y uni-partidismo que por espacio de ocho décadas se impuso, no obstante que jamás ideológicamente se distinguiera en ningún sentido.

            Ernesto Zedillo Ponce de León gana el  distintivo de ser un demócrata al permitir el triunfo electoral de Vicente Fox, un partidario de la oposición identificada como ultraderecha, con los colores del PAN. Sin duda, el magnate de la firma refresquera de la Coca-Cola tuvo la oportunidad de oro para renovar, cambiar o transformar al gobierno y el país a su antojo, ya que su victoria en las urnas electorales habría aplastado literalmente al candidato priista.

            Fox no lo hizo, así que la victoria de su correligionario de partido, Felipe Calderón Hinojosa, obtiene un triunfo electoral que se prestó posteriormente y hasta la fecha para el cuestionamiento y la duda. Sin embargo la democracia a la mexicana continuó otros seis años con un presidente salido de las trincheras albiazules.

            El retorno del PRI con Enrique Peña Nieto sorprendió al grueso de la sociedad azteca, así que en los primeros meses y quizá años de su gestión pública, el común evidenciaba un desconcierto y desilusión populares en extremo radicales. Era inminente, que el priismo nacionalmente había culminado y finalizaría con el derrumbe descomunal de la institución partidaria y sus aspiraciones de seguir en el manejo del timón de mando público.

            Con el arribo del candidato presidencial de Morena, de nueva cuenta el país se afirma en un lugar privilegiado para transformar la vida pública en un sistema auténticamente democrático. Y si se cumple la promesa de no involucrarse ni financiar campañas políticas, el pueblo bien podría estar muy cerca de consolidar un modo de vida en el cual sepa que con su voto puede transformar la vida de su municipio, de su estado y la del propio México, tan vapuleado por las tantas adversidades en el lapso de 500 años y pico. Al tiempo. 

VUELVE DONALD TRUMP AL ATAQUE CONTRA MÉXICO 

            Ya pasó el gesto amistoso, lo olvidó el señor Donald Trump, o de plano confirma lo sustentado en numerosos libros y comentarios periodísticos, en el sentido de que la vecindad con los Estados Unidos acarrea las calamidades y desastres, que los presuntos beneficios que habría que reconocerlos a los millones de aztecas que se fugaron del país, para encontrar un mejor modo de vida, al Tío Sam valen un soberano cacahuate.

            La metralla verbal del presidente misógino vuelve a ser disparada, al anunciar que sopesa sobre la expectativa de aplicar un doble impuesto a los mexicanos concretamente, consistentes en gravar las remesas que pasan de la Unión Americana a México y el pago de una tajada a los  camioneros y automovilistas que cruzan las fronteras con el coloso país del norte.

            Lo anterior, porque insiste de nueva cuenta el candidato republicano con repetir como mandatario de los Estados Unidos de Norteamérica, en que México debe pagar la construcción del muro.

            La luna de miel que se habría pactado con la firma y ratificación del tratado comercial, pareciera que se está yendo al cesto de la basura. Ahora hasta en tono de sorna, se recuerda por qué quizá no quiso asistir al encuentro de presidentes el primer ministro de Canadá.

            Para Trump, la montaña pareciera venirse encima, porque no las tiene todas consigo. El candidato opositor del partido demócrata, el señor Biden, acaba de celebrar la convención con la cual se ratifica su postulación de abanderado a la presidencia del poderoso país del norte y en su favor externaron sendos discursos, efusivamente aplaudidos por los blancos y la comunidad latina, el ex presidente Bill Clinton y la señora Michelle de Obama.  

            Obviamente el magnate necesita una perilla de boxeo contra la cual lanzarse sobre el cuadrilátero de la contienda preelectoral, para golpearla y quitarla de su paso. Y no repara en mientes cuando encuentra a su cliente favorito como pareciera que es México, al que pretende tundirlo con la aplicación de dos “llaves”, perdón, impuestos, los cuales justamente acarrearían consecuencias funestas a los bolsillos de los aztecas que se fueron en pos del sueño americano, pero sobre todo en estos últimos años que no han podido conciliar el sueño porque está la amenaza Trump siempre por caerles sobre la cabeza.

            Por supuesto el régimen federal deberá hacer los comentarios de rigor acerca de esta nueva amenaza del torbellino Trump, el cual pone de punta los cabellos de 27 millones de compatriotas que se fugaron por hambre de su México querido y que allá, sobre suelo gringo, además de que tienen que trabajar días y noches completos, deben estar expuestos a que la migra los atrape y lance a la calle o haga su deportación o expulsión, sin exhibir ninguna consideración ni respeto a su condición humana.

            Vecinos distantes es la mejor definición que de siempre se ha rendido a las relaciones gringo-mexicanas, aun en tiempos de paz, siendo que en algún momento el Tío Sam se agenció poco más de la mitad del territorio originalmente azteca y de esto nada se dice. Esperemos.  

NINGÚN PARTIDO NI ASPIRANTE A CURUL APARECE EN LA CALLE

            A estas alturas seguramente tendrían que aparecer en la calle haciendo de alguna manera proselitismo los tiradores por una de las 500 sillas de diputados federales, que el Congreso de la Unión les ofrecerá con la celebración de comicios electorales el próximo año del 2020.

            Sin embargo, por esta ocasión, sobre todo, en que los partidos políticos están de capa caída y los líderes no se dan tan fácilmente, lo menos que debiera estar ocurriendo es que asomen narices, recorran las arterias públicas y se confundan con la gente, sin dejar de guardar las medidas preventivas para no contagiarse del coronavirus.

            Es imposible que con la promoción de spots alusivos a sus supuestas conquistas sociales, los partidos políticos vayan a ser lo competitivos que quisieran sus explotadores.

            El pueblo ya demostró en el proceso electoral del pasado año de 2018, que le interesa conocer más a los candidatos que a los membretes partidarios que los cobijan y abanderan en este tipo de competiciones políticas.

            Quienes aspiran a las curules federales también lo saben, que el grueso de ciudadanos ignora realmente quiénes ocupan actualmente dichas responsabilidades y que están próximas a terminar. Jamás han visto que sus curulecos suban a la tribuna, expresen un mensaje y mucho menos que difundan realmente cuáles son las obras y servicios que éstos han gestionado a lo largo de representar su papel de legisladores y servidores públicos, en favor de sus distritos electorales.

            Lamentablemente, su papel de levanta dedos, sin exhibirse, es el que suele pesar a la hora de hacer los resúmenes finales sobre la actuación de los padres de la patria, como se identifica a los diputados.  

Nomás habría que imaginar si además de los partidos tradicionales, hay otros de estreno, como se suele colar en las pláticas de café y en la calle, siglas que nacerán prácticamente quemadas, porque se trata de personajes que ya mamaron las ubres del erario público toda su existencia y ahora se proponen pegar el triple salto mortal, anunciando la creación de su nueva fuente de abastecimiento presupuestario. Por supuesto que esto nadie, ni un alumno de primer año de la Facultad de Derecho se los creería.

La vida pública ciertamente tiene que transformarse, pero que los próximos líderes y candidatos sean congruentes, gocen de ser honestos y presencia y manifiesten que en aras de servir a los demás les puede ir inclusive la propia vida.

Mucho se había especulado precisamente que para acabar con tantos mitos de funcionarios públicos y legisladores engañosos y demagogos, sea el pueblo quien proponga directa y personalmente a los ciudadanos, que quiere ver como sus representantes a los cuales pueda ver y que no sean aquellos que suelen llegar, subirse al papel de legisladores y después jamás vean a los ciudadanos y conozcan y resuelvan sus problemas. Es todo.