ANHELO

Luis Durán

Ella penetra en mis anhelos, diluyéndose en las figura de las dalias  y tulipán; Accede sin permiso en mi iris cómo violeta, dándome refugio cómo amapola, y me ofrece un clavel blanco; trayendo en su pecho una rosa.

Ella renuncia a ella y se entrega cómo el girasol al sol, me regala sus lirios, ilustra las formas cuando le entrego un ramo de peonia, y un geranio blanco; se envuelve en mis deseos cómo orquídeas rojas, abriendo su alma cómo flor de loto, orientándome en la flor de almendro, y en un beso me regala una rosa blanca junto a una gardenia.

Ella me llama cómo flor de cerezo en cada momento, no tiene una viborera en sus manos y entra en mi alma, con calma flor; me da de su boca el tomillo, donando de sus labios una rosa negra y un mirto de sus gloriosas manos, que le salen del corazón.

Urge con sus membrillo, malva real; lirios del valle; lirios naranjas; lirios malva. Y me regala una Margarita azul que le nace del alma.

Ella se ajusta en mis pensamientos y en mis deseos, esos que se manejan con el alma en cada flor de su devoción.