“Sociedad veracruzana necesita más que voluntarismo y buenas intenciones”; asegura Julián Loyo-Helo
|- Actualmente, el trabajo de Julián Loyo-Helo en el campo de la energía lo ha llevado a impulsar una visión social de la energía, que rebasa los debates actuales, dominados por consultores y técnicos que poco o nada le dicen al ciudadano sobre los problemas.
- Hay que advertir fuertemente que la Política no es practicable y no es buena, en manos equivocadas. Exige entrega, congruencia, dedicación y pasión. Implica, conocimientos y respeto cuando se practica como cualquier arte u oficio. Esa definición me inspira en mi vida profesional y así estamos trabajando en el sector de las energías tanto en la electricidad como los hidrocarburos.
Xalapa
Julián Loyo-Helo es un destacado referente en la política energética. Se desempeñó como subsecretario de despacho en la Secretaría de Gobierno y secretario técnico en la Secretaría de Desarrollo Económico.
Actualmente, su trabajo en el campo de la energía lo ha llevado a impulsar una visión social de la energía, que rebasa los debates actuales, dominados por consultores y técnicos que poco o nada le dicen al ciudadano sobre los problemas.
EG: Julián, los temas de energía son complejos. ¿Qué hay que hacer para que sean más comprensibles para la sociedad?
JL: Lo primero que quiero transmitir es que los ciudadanos tenemos un gustoso deber profesional para contribuir al bien común. Fomentar y promover la virtud de la solidaridad, siempre mirando por el bien de los demás. Se trata de temas técnicos, pero eso no implica que no se puedan hacer comprensibles. Mi interés es lograr que las personas tengan acercamiento para conocer su importancia y cómo pueden aprovecharlos en su vida cotidiana.
EG: ¿Y cuál es el papel? ¿Cómo se puede explicar?
JL: La energía es el motor de la vida. Sin ella no hay nada que se pueda hacer. Necesitamos energía en muy diversas formas, como gas, electricidad, gasolina. El progreso de las familias tiene que ver con la forma en la que accedemos a estas energías, particularmente, Veracruz tiene enorme potencial para generación de energía eléctrica, por esa razón, se debe dar un trato justo en las tarifas. Simplemente: si una familia no puede pagar la luz o el gas hay una afectación directa en su calidad de vida.
EG: ¿Dirías entonces que una familia puede empobrecer por ello?
JL: Desde luego. No sólo podemos hablar de pobreza alimentaria o patrimonial, sino de pobreza energética. Es importante que fijemos la mirada en un problema, el encarecimiento de la energía. El encarecimiento limita el desarrollo social e industrial y profundiza las desigualdades.
EG: ¿Consideras que la Reforma Energética ha ayudado a abaratar los costos de la energía para la sociedad?
JL: En su diseño original eso se propuso, sin embargo, no se cumplió porque con el gobierno actual se detuvieron proyectos importantes. Los gobiernos deben actuar haciendo ajustes para dar certeza a las inversiones en el sector energético de forma que todos podamos contar con energía barata, asequible, para el desarrollo de nuestras actividades.
Hay energías limpias que podemos aprovechar muy bien. Pero para ello, es necesario impulsar una visión social de la energía, por ejemplo, talleres para instalar paneles solares, sustituir el uso de carbón o leña por gas. Estoy trabajando en un proyecto para impulsar en Veracruz iniciativas de éste tipo, para que los sectores sociales sean parte importante en la transición energética. Aunque parezca increíble hay colonias en la capital Xalapa que no cuentan con servicios de electricidad, no se diga en los municipios rurales.
EG: ¿Crees que este tipo de ejercicios cuenten con el apoyo del gobierno?
JL: El gobierno tiene la obligación de hacerlo. Además, es importante impulsar iniciativas ciudadanas para que estos proyectos no sean una experiencia aislada u ocasional. El sector privado es indispensable para los proyectos de inversión en el sector.
EG: ¿Alguna reflexión final?
JL. Todas y todos estamos llamados a participar, todo nos afecta a todos, no podemos mirar hacia otro lado o ser indiferentes ante los gravísimos problemas que estamos viviendo. Debemos desmitificar la Política, no tener rechazo a ella, la Política está presente en la vida cotidiana, en la vida ordinaria, y con ella se puede luchar para “el bien de todos”.
Hay que advertir fuertemente que la Política no es practicable y no es buena, en manos equivocadas. Exige entrega, congruencia, dedicación y pasión. Implica, conocimientos y respeto cuando se practica como cualquier arte u oficio. Esa definición me inspira en mi vida profesional y así estamos trabajando en el sector de las energías tanto en la electricidad como los hidrocarburos.