MUJERES NOTABLES, PERO IGNORADAS POR LA REVOLUCIÓN

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

MUJERES NOTABLES, PERO IGNORADAS POR LA REVOLUCIÓN

                La revolución armada de 1910, se llevó a cabo, según los biógrafos de la misma, para resolver los grandes problemas que ya enfrentaban los pobres de este país.

                El hartazgo producido por los 34 años en uso del poder, por parte del general Porfirio Díaz, habría de concluir cuando el abogado Francisco I. Madero, instara a tomar las armas y echar de México al dictador oaxaqueño.

                Así como este movimiento reconoce la enorme presencia de los generales Pancho Villa y Emiliano Zapata, hubo también las mujeres, las cuales jugaron un papel preponderante, pero al final del día, la guerra se establecía en un país misógino, como fue desde antes y después de la gesta de 1910, las ignoró no obstante que el grueso de mexicanos, las reconocía por su valentía, coraje y dignidad en la histórica contienda bélica.

                A esta mesa de trabajo, se hizo llegar el nombre de una guerrillera de la revolución, cuya destacada actuación, al concluir dicha gesta armada, pasó al ostracismo y ausente quedó el reconocimiento que a todas luces se merecía Adela Velarde Pérez, personaje, que nació en Ciudad Juárez, en el año de 1902.

                Adela, fue hija   de un poderoso hombre de empresa, muy rico, por cierto, y la cual, desde muy joven aquella mostró una gran vocación por el ejercicio de la medicina, así que en el año de 1915 se incorporó a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca.

                A esta dama, se debe la creación del grupo revolucionario conocido como las” Adelitas”, mujeres que atendían y curaban a los combatientes en esta justa lucha por las libertades para los mexicanos. 

                Sin embargo, al terminar la lucha revolucionaria, a esta gran soldadera, fiel acompañante del   general Pancho villa particularmente, nunca recibió reconocimiento alguno, pese a que entre los cocolazos, siempre las Adelitas, estuvieron presentes, para auxiliar y sanar las heridas que recibían los soldados en la histórica refriega.

                Al menos en el caso de Adela Velarde Pérez, nunca llegó el reconocimiento ni nada que   recordara a los mexicanos, que la participación de esta mujer, fue determinante, durante el lapso en el cual tuvo lugar el movimiento armado que encabezaron los guerrilleros Zapata y Villa y por supuesto, todos bajo las órdenes del señor Francisco I. Madero.

                Sin embargo, fue hacia el año de 1962, fecha en la que Adela recibió un homenaje como una veterana de la Revolución, una dama ejemplar, quien dejaría el país, para radicarse definitivamente hasta el final de sus días en los Estados Unidos de Norteamérica, en la más absoluta miseria.

En las escuelas primarias   del México pos-revolucionario, pero sobre todo en los años del régimen presidencial de don Adolfo López Mateos, su esposa, la señora Eva Sámano, incluyó en los históricos libros de texto gratuito, la cita acerca del papel que jugaron las mujeres en dicha lucha armada, pero más aún, de las “Adelitas”, grupo que surgiría a instancias de la heroína mencionada líneas anteriores. Esperemos.

HAY UN AVISO DE NO A LOS AMBULANTES, EN CASCO HISTÓRICO

                A manera de respuesta a un comentario que aquí se hizo sobre la afluencia diaria de decenas de vendedores ambulantes, en las calles de Abasolo, del poeta Jesús Díaz y otros más sobre la calle de doctor Lucio, se nos hace saber que existe un letrero colocado estratégicamente en dicha zona, con el exhorto para que se retiren los vendedores informales y dejen de hacer competencia desleal al comercio establecido.

                El letrero existe, ni hablar, pero el común de los ambulantes se lo pasa por el arco del triunfo.

                El mercado que funciona en poeta Jesús Díaz y Francisco I. Madero, como un salvoconducto para un buen número de comerciantes callejeros, sobre lo que fuera el parque galeana, dedicado a los juegos mecánicos para los niños y las niñas del rumbo por el gobernador Rafael Murillo Vidal, a través del DIF estatal, ya no soporta un comerciante más en sus alacenas, además de que, para los vecinos del rumbo, la constante de pestilencias, los coloca al borde de la desesperación.

                El mercado sería improvisado por algún tiempo, pero debe estar cerca de 20 años de permanecer abierto a un público.  En este tiempo de pandemia, por el coronavirus hace peligrar la salud de los propios comerciantes, como de sus clientelas, que sobre todo los fines de semana se agolpan en grandes cantidades, pero, sin que se asuma por parte de los ambulantes concentrados en dicho mercado, ninguna de las medidas de prevención que dictan las autoridades sanitarias.

                En el resto de arterias que conforman parte del casco histórico de la ciudad, persiste un verdadero importa-madrismo en lo que hace al papel que representan los ambulantes, que se apropian del arroyo de circulación y banquetas en gran  parte del ramal de las mismas, no obstante que viejos  comerciantes refieren que el problema seguirá hasta en tanto no sea reubicado definitivamente  el ambulantaje, hacia los mercados establecidos, o se decida la autoridad local, por la construcción de un inmueble adecuado en la periferia de la capital, para concentrarlos a todos aquellos.

                El comercio establecido acusa a los ambulantes, de ejercer con marcadas muestras de una competencia desleal hacia quienes cuentan con locales establecidos, pagan una renta, contribuyen con el fisco y en muchos casos realizan pagas extraordinarias a los inspectores con el objetivo de evitar que sigan siendo perseguidos, acosados y les confisquen sus mercancías, como una de las felonías cometidas por anteriores administraciones públicas, de manera constante.

                La imagen de la ciudad, no deja de ser la de un rancho mal organizado. Los urbanistas contratados en diferentes periodos constitucionales locales, al margen de cargar con excelentes dividendos por sus consejos, a nadie cabe la menor duda que incurrieron en el más estruendoso fracaso. La reubicación de esa parte de su población hacia los espacios disponibles, sigue pendiente a pesar del paso de los trienios y, por otro lado, la otrora Atenas sigue sin ofrecer un plan de desarrollo que haga sucumbir el rezago social, la hambruna, el analfabetismo, el desempleo y el pandillerismo. Al tiempo.

LA CAPACITACIÓN DE LA POLICÍA, UN PENDIENTE EN ESTE PAÍS

                Desde hace mucho, como quiera que sea, los gobiernos estatales y municipales para no quedarse atrás del régimen federal, han destinado algunos recursos en el mantenimiento, capacitación y adiestramiento de sus cuerpos de policía.

                Así que la población civil, a veces también exige de más a dichas corporaciones, pero no se repara en que estas se integran de hombres y mujeres, de carne y hueso, y que en la mayoría de las veces se volvieron guardianes del orden público, porque no encontraron otra cosa de cómo ganarse el sustento diario.

                Cabe destacar que tratándose del tema de la seguridad pública no se puede estar en contra, pero tampoco a favor.

                Lamentablemente, en el México de todos los tiempos, los cuerpos de policía se integran por ciudadanos mexicanos, cuyos aspirantes al no encontrar otro modo de ganarse la vida, caen en la cuenta de que como uniformados, pero en las filas de la policía, bien pueden forjarse una carrera y por qué no, hasta un porvenir menos incierto.

                Decía un mayor, de apellido   Herrero y que tuviera bajo sus riendas el manejo del Colegio de policía de El Lencero, que a la policía llegaban principalmente hombres y mujeres prácticamente desahuciados sociales, a que habían buscado oportunidades de trabajo y no las encontraron y la escuela, en aquellos ayeres poco les interesaba. El uniforme y una pistola al cinto, los hacía a muchos sentirse soñados.

                De esta forma, cuando de cumplir misiones delicadas y otras no tanto, como acaba de suceder en Cancún, en donde un comando de uniformados baleó a mansalva a varios centenares de manifestantes que demandaban justicia para una joven mujer, que fue secuestrada, atacada sexualmente y descuartizada, en represalia porque interpretaba en la calle canciones de protesta contra los feminicidios, jamás se podría siquiera justificarse.

                Sin entrar en defensa de ningún elemento policiaco, cabría interrogar si algún jefe ordenó que sus huestes atacaran a inermes ciudadanos, de ninguna manera es creíble, así que volviendo a los dichos del mayor Herrero, lo más probable es que por miedo a perder la chamba de guardianes del orden público, se ofuscaron y dispararon sus pistolas y rifles, con un saldo del cual deben estar lamentándose, porque las protestas masivas continúan por las calles de Cancún, ante los ojos azorados de los miles de turistas procedentes del extranjero.

                Claro en la ciudadanía, existe un temor, miedo y hasta pavor, nomás de verse metida entre policías. Los riesgos con muchos. Un gesto de reclamo podría irritarlos y en su supuesta defensa, bien podrían ser capaces de iniciar un ataque a balazos   que jamás sus superiores les hubieran ordenado.

El temor de los uniformados quizá sea mayúsculo y a eso se deba que so pretexto de conservar sus puestos, salarios y preeminencia, aquellos gusten o accedan a atacar, sin encontrar una razón que posteriormente los justifique y reivindique como lo que debieran ser siempre, guardianes del orden público y la seguridad de los mexicanos.

                El terror, que por caso sigue pendiente de esclarecerse, tras el bárbaro atentado contra la alcaldesa de Jamapa, alcanza lo mismo a pacíficos ciudadanos, como a los propios elementos policiacos, que nada han podido hacer para detener la oleada de violencia que viene registrándose todos los días en las comunidades apartadas, pero igual, las ciudades más urbanizadas del sur de la entidad.

                Hay que recordar que las siglas famosas del FBI y la CIA se conforman de policías al estilo de James Bond, el agente 007 que tanta fama les dio el ciclo de películas sustentadas en las novelas de Fleming, pero en México se justifica que apenas rebasa los 500 años de edad y es poco menos que imposible, que pueda tener una policía científica y que garantice capacidad, talento y destreza en sus elementos, además del reconocimiento ciudadano a sus acciones. Por favor.