El Águila Negra, voló a la Arena Celestial

  • Junto con Tony Briseño, los primeros campeones de parejas.
  • Partió una leyenda de la lucha libre: Intocable, Caballero Negro y El Papelero.      

Por JOSÉ ABRAHAM ALCÁNTARA VARELA

Xalapa

Ha arribado a la Arena Celestial un grande de la lucha libre xalapeña, El Águila Negra, pionero de este fantástico y mágico mundo del pancracio profesional y el llamado deporte de las orejas de coliflor…, desde la legendaria y pionera Arena Xalapa que se ubicaba en Úrsulo Galván, hasta su segunda versión construida en el embudo de Sayago y Clavijero, ambas bajo la promoción de Don Rafael Herrera y su hija Doña Anita.

Una rica historia deportiva, envuelven a este enigmático gladiador, de equipo fúnebre, pero elegante; extendió sus alas para emprender el vuelo al reino celestial el pasado viernes 25 de diciembre, una noticia que nos ha dejado helados a quienes estuvimos cerca de él compartiendo sus vivencias hasta antes de la pandemia. 

Quien esto escribe, logró compartir gratos momentos tanto de su historia como degustando el pan y la sal en el Restaurante “La Güerita”, su última presentación el pasado domingo 15 de marzo del ‘2020 en el ring sagrado de la Arena Reencuentro, en donde se le entregó un galardón.

Una de sus últimas convivencias al lado de sus entrañables amigos, en la casa del también legendario Gavilán Ramírez, al lado de su parejón Tony Briseño, El Intocable y El Caballero Negro.

A la edad de 86 años todavía tenía el gusanito de subir al ring a dar una exhibición para las futuras generaciones y para ello le encargó al Caballero Negro a que le confeccionara un calzoncillo negro.

El Águila Negra fue el primer campeón de parejas de peso ligero del Estado de Veracruz al lado de Tony Briseño y su gran maestro fue Enrique Llanes; mientras que en el boxeo profesional sostuvo tres peleas en la Arena Sayago.

En los años 60’s, junto con El Pantera Asesina (Delfino Pérez Vélez), eran el terror de las estrellas de México, llámense Blue Demon, Huracán Ramírez, El Santo, El Cavernario Galindo, Sugi Sito, René Guajardo, Ray Mendoza, entre otros.

Mientras que haciendo dupla con Ralf Campos, tuvo su debut como encapuchado pero con otro personaje en la extinta Arena Xalapa de Úrsulo Galván.

Era un selecto grupo de gladiadores xalapeños quienes reunían sus ahorros para contratar a legendarios entrenadores a nivel nacional para que los vinieran a instruir, recuerda El Caballero Negro:

“Eran mis ídolos, era el temible Águila Negra que con sólo verlo parado en el centro del ring daba miedo; junto con El Pantera Negra y su hermano Jungla Negra, que eran agentes de servicios secretos; Chucho Monroy y Zenén Hernández, después de los entrenamientos se reunían en el balneario La Playa allá por Los Berros, para seguir practicando lances pero desde la terraza de ese salón para caer en picada a la alberca, en paz descanse el buen Paquito, como acostumbré a llamarlo”.

Por su parte, El Intocable también dio su impresión sobre el fallecimiento de El Águila Negra: “Tuve la suerte de luchar contra él un par de ocasiones en el año de 1982, que a la postre fueron sus últimas presentaciones en el maravilloso mundo de la lucha libre xalapeña”.

“Me siento distinguido ya que desde la primera vez que platiqué con él, nació una gran amistad de respeto, que me llevó a conocer y sentir un gran cariño por el ser humano que daba presencia a uno de los luchadores más temidos por su valentía y carácter explosivo dentro del cuadrilátero, incluso tenía que intervenir la policía para frenar sus combates, él no conocía el miedo o temor a un personaje por grande que fuera, a veces me permitía hacerle bromas y que sólo respondía con una sonrisa”.

“Con El Aguilita Negra y mi compadre El Caballero, nos dimos a la tarea de reunirnos en fechas especiales con un grupo selecto de luchadores de la época de oro, como es el caso de Oso Blanco (+), Tony Briseño, El Angelito (+), Gavilán Ramírez, Coreano Márquez, El Halcón Azul (Juventino Reyes), Cayuco Rodríguez, Chamaco Moreno, Bandala, El Romano (Víctor Contreras), mis compadritos Joaquín “Úrsus” Alcántara (+) y El Morocho (Aarón Alemán) (+), Ralf Campos (+), entre otros”.

“No cabe duda, que El Águila Negra fue en vida una leyenda de la lucha libre xalapeña y por consecuencia vivirá en los corazones de quienes amamos este deporte. Descanse en paz Esteban Bueno Castañeda”, terminó diciendo El Intocable.

Por su parte, en charla aparte, Tony Briseño señalaba: “¿Recuerdas Águila cuando nos dimos un agarrón?, tú me superabas en peso y tonelaje, apretabas muy duro, no entendía el por qué, pero yo no me rajaba y casi, casi terminamos a los golpes, todo por una muchacha de ese tiempo”.

Ese grupo conformado por Águila Negra, El Pantera Negra, Jungla Negra y Mario “El Papelero” Ortega Galicia y Don Hiraclys Fenerly, eran del barrio bravo de Tres Brincos, muy cerquita de la Colonia Salud, estudiantes de la Escuela Primaria Benito Juárez García, así que ya se imaginará estimado lector de lo candente que era esa zona.

Es importante mencionar que El Águila Negra nunca perdió su máscara, en una lucha de tantas, por su gran rivalidad con Chucho Monroy, se tiraba un lance suicida por en medio de la segunda y tercera cuerda del ring de la Arena Xalapa, éste se quita y el fúnebre encapuchado se estrella en una butaca, quedando inconsciente y como era muy odiado por el respetable y la propia prensa deportiva, ésta se encargó de dar a conocer su rostro por medio de imágenes publicadas, cuando el público aprovechó despojándolo de su incógnita.

Descanse en paz El Águila Negra, Esteban Bueno Castañeda (+).