CRISIS ECONÓMICA, DESEMPLEO Y NO HAY VISOS DE SUPERARLOS

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

CRISIS ECONÓMICA, DESEMPLEO Y NO HAY VISOS DE SUPERARLOS

La vox populi, emite lamentos de hambruna en todas direcciones y aun en los sectores donde la pobreza les hacia los mandados a los hombres del poder económico.

                Con lacerante preocupación, familias completas tratan de emigrar hacia espacios donde supuestamente hay una esperanza de vida.

                En los últimos 40 años, las generaciones se han lamentado de su mala suerte, porque entre más los presidentes como Carlos Salinas de Gortari y más antes, José López Portillo clamaban porque los mexicanos en lo subsecuente-decían- tenían que saber administrarse en la riqueza y los economistas principalmente, lanzaban loas a las medidas que asumían los mandatarios para paliar la pobreza, el grueso de la población, advertía signos de desesperanza a la vez que se conformidad.

                Nadie identificó que aquel era un régimen neoliberal o conservador. Lo que se sabía es que emanado del priismo exacervable, sus gobernantes hicieron cera y pabilo de la vida nacional. Total, el pueblo supo aguantar anteriormente los 300 años de Colonia española y 200 más de la lucha de Independencia, el periodo de la Reforma y la Revolución de 1910. Un pueblo sufrido, pero al que no faltaban la leche, los frijoles, las tortillas y el pan en su mesa.

                Sin embargo, cuando ya trascendieron los sexenios del priismo y el partido albiazul, lo menos que se merecen los mexicanos es recobrar de alguna forma la tranquilidad franciscana. Esto es, de cara a las adversidades, como es la pobreza extrema, la epidemia del coronavirus, que asoma en su tercera ronda, no es posible seguir sosteniendo que los mexicanos son pobres por flojos.

                Una generación completa de jóvenes podría perderse, primero porque cortaron de tajo sus clases presenciales y luego, porque los egresados de escuelas y facultades universitarias, quedaron a mitad del camino sin posibilidad alguna de obtener un empleo, ya no se diga bien pagado, sino simple y llanamente, el necesario para poder conseguir su subsistencia y quizá la de sus demás familiares y que dependen de sus bolsillos.

                Es posible que en las instituciones de enseñanza superior, pero sobre todo aquellas que enfrentan una brutal aglomeración en sus aulas, de una vez por todas, realicen el sondeo en las exigencias y necesidades materiales y les diga a sus centenares de jóvenes, que con ellos y sin ellos, como profesionales, la demanda de nuevos profesionales resultaría infructuosa, cuando menos por los dos decenios siguientes.

                Los países del llamado primer mundo, cifran sus expectativas en la formación de sus nuevos profesionales y técnicos especializados, en razón a sus necesidades contempladas hacia adelante. Así se evitan graves frustraciones y arrepentimientos de sus educandos universitarios.

                Alguien ha reparado en cuanto a que los planteles como Derecho, Pedagogía y Ciencias y Técnicas de la Comunicación está saturados al extremo de asegurarse que no se requiere un profesional más desde hace cuando menos tres décadas. En cambio, México está urgido de 250 mil médicos, 80 mil especialistas y el resto de médicos generales. Los hospitales carecen hasta de los equipos elementales y la atención médica y los medicamentos, siguen en duda, por cuanto sean para todos los mexicanos sin distingos y gratuitos.  Al tiempo.

SI PROHIBEN A SENECTOS  ENTRAR EN TIENDAS DEPARTAMENTALES, QUIEBRAN

                En los súper mercados y las tiendas de autoservicio si persisten en prohibir el ingreso de las mujeres y caballeros de la tercera edad, se exponen a su quiebra económica irremediablemente.

                Pudiera parecer una broma de mal gusto, pero no es así.

                Con motivo de iniciarse la pandemia del coronavirus, igual, sobrevino el cierre sistemático de los centros abastecedores de productos básicos y otros de consumo generalizado, que una vez con puertas cerradas, sus propietarios y gerentes, se percataron que el público que mayoritariamente ingresa a dichos centros son los adultos mayores, los jóvenes una minoría.

                La explicación cualquiera la sobreentiende. Hay una población mayoritariamente aplastante que conforman los jóvenes de entre 15 y 30 años inclusive, que no trabaja y que estudia a medias, porque sigue sin adaptarse a la enseñanza por la internet, además, exhibe bolsillos desforrados. No tiene dinero. No ayuda al gasto de su familia y en cambio sí es un consumidor habitual.

                Dos honestas meseras del restaurante Sanbor s, sostienen que las condiciones en que desempeñan su trabajo no son las más elocuentes. Enfrentan exigencias a rabiar de sus inmediatos superiores. Sus jornadas de trabajo son exhaustivas, y muy probablemente la ley federal del trabajo dejó de operar en favor de los trabajadores que se desempeñan en las tiendas departamentales. En su mayoría sus pagas son de hambre. Y las exigencias crecen conforme trascienden los días y las semanas.

                Si en un pasado no remoto se creía que un abogado de profesión, cuando menos contaba con la certidumbre de poder ocuparse como guardián de cualquiera pórtico de las oficinas de alguno de los palacios de gobierno, estatal o municipal, hoy no es así, al margen que solo dos de cada ocho egresados de las escuelas de Leyes,  enfila con rumbo a alguna instancia ligada a su profesión de jurista, el resto, se va a la calle en búsqueda de la aventura y la “chamba” de lo que “caiga”, es común escucharlo de numerosos muchachos, con la zalea arrastrándola y la frustración como carta de presentación.

                En la calle ya no hay muchachos como ocurría durante la “época” de oro jugando alguno de los deportes tradicionales y que tanto reunieron en diversos horarios a familias completas, a en torno a la práctica del basquetbol, el volibol, el béisbol, vaya hasta en torno de una mesa donde se jugaba la carambola. Encuentros que tenían lugar entre verdaderos amigos, en donde se daban la fraternidad, el abrazo sincero y se reía a carcajadas por las constantes inocentadas de los irónicos y sarcásticos. Pero nunca ofensivos, menos léperos o aguafiestas nomás por quítame estas pajas.

                Tampoco existen canchas ni campos abiertos al público joven, por aquello de que se les estigma con que son bebedores empedernidos de licores, gustan de consumir drogas enervantes y que son proclives a otras adicciones y vicios, contra los cuales, sus señores progenitores quedan solamente como el chinito, “nomás milando”. Esperemos.

PRD, PERDIÓ SU OPORTUNIDAD EN VERACRUZ, SIN CÁRDENAS

                Tocan tambores de guerra en linderos donde tiene su ascendiente político el Partido de la Revolución Democrática y si realmente va confrontar directamente a la entidad política más importante de la entidad veracruzana, enhorabuena, porque si solo se trata de un aspaviento propagandístico hace mucho que el perredismo obtuvo su pasaporte con rumbo al ostracismo.

                El último héroe, hito o mito que encarnó sus colores, ya no está. El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas renunció a seguir solapando a un grupo de dirigentes, que se escudaba en su ala protectora, pero que al final del día, buscarían la conquista de sus personales intereses haciendo a un lado el llamado a hacer de la izquierda el partido o fuerza que pudo ser y en solo 25 años cavó su tumba.

                Por espacio der un cuarto de siglo, PRD mantuvo la expectativa de un puñado de jóvenes universitarios sobre todo que habrían acariciado la idea de instalar una institución política independiente, liberal, con ideas de avanzada y fortalecida por la llegada a sus trincheras de multitud de muchachos deseosos de cambiar el estado de cosas a que los había empujado el viejo régimen y después el PAN.

                Cárdenas indujo a la muchedumbre de izquierda nacional, a conformar un membrete partidario que bien pudo ser el ariete para muchas generaciones de mexicanos, que habrían presupuestado un sistema de vida público para México con libertad, democracia y pluralidad. Sobre tierras veracruzanas, no podía ser menos. Uriel Flores Aguayo, se constituyó en un singular referente, en el cual confiaron y creyeron numerosas huestes de libre-pensadores.

                Las tres veces que jugó Cárdenas por la presidencia de México, obtuvo la victoria en las urnas electorales. El fin del priismo alertaba sobremanera a continuar los perredistas, su justa contienda por alcanzar el poder. Esto tan solo con la votación registrada por ciudadanos que vieron con simpatías al abanderado perredista, desde esta ciudad capital. Las esperanzas que levantó la izquierda perredista, atrajo multitudes en cada proceso electoral, para favorecer al membrete de estreno.

Si las cosas no siguieron en esa ruta, cuentan los malvados, se debió únicamente a que  por encima de los  fines y objetivos del partido en cuestión, destacaron las perversas ambiciones de los tantos seudo-dirigentes e ideólogos que sin ninguna visión ni  pensamiento en favor de México y sus ciudadanos, prohijaron las viejas prácticas que a semejanza del priismo, lo único que consiguieron que se les comparara e identificara con los socios priistas hundidos en la debacle y los neopanistas, que sin ningún escrúpulo se aliaran a las peores fuerzas ultraconservadoras de este país.

Cuando se anuncia con algunas fanfarrias, que el PRD está por volver al ruedo de la política, lo menos que el grueso de ciudadanos se pregunta, es saber, a ciencia cierta, si los asociados de la sigla mencionada están convencidos de que mucho antes de que se enreden en una lucha estéril, bien pudieran ofrecer al electorado un universo de ideas y proyectos, con la mira puesta en sacar adelante a su patria chica, cierto, hundida en la pobreza, el abandono y la tristeza de sus habitantes. Al tiempo.