Brutalidad policiaca
|AL PIE DE LA LETRA
Raymundo Jiménez
Brutalidad policiaca
Casos como la muerte atroz de la migrante salvadoreña Victoria Esperanza Salazar, que el sábado anterior fue víctima del exceso de fuerza de la policía municipal de Tulum, Quintana Roo…
O el homicidio de un indigente que al día siguiente fue asesinado de un disparo por otro uniformado en Atzacan, o la violación que July N, de 29 años de edad, denunció haber sufrido por agentes policíacos de la Fiscalía veracruzana que en noviembre de 2020 la detuvieron en la Ciudad de México por el crimen de la rectora de la Universidad Valladolid, María Guadalupe Martínez Aguilar, van a seguir ocurriendo mientras las autoridades federales, estatales y municipales no se preocupen realmente en capacitar y certificar a los jefes y subordinados encargados de la seguridad pública.
El pasado 10 de marzo, por ejemplo, México incumplió por segunda ocasión el plazo que se había establecido para certificar que los policías de todos los niveles desplegados en el país contaran con el perfil, las habilidades y conocimientos para hacer ese trabajo. Hasta hoy, más del 40 por ciento de los agentes no cuentan con esta evaluación que, en el papel, es una obligación legal desde hace cuatro años y medio.
En julio de 2019 el Consejo Nacional de Seguridad había aprobado la última prórroga de 18 meses para que los estados y la federación consiguieran certificar a sus policías, luego de que el periodo original de tres años establecido para ello resultara insuficiente. Dicha prórroga comenzó a correr el 10 de septiembre de 2019 y venció hace tres semanas.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de los 305 mil 231 policías estatales, municipales y adscritos a las Fiscalías, sólo164 mil 534 cuentan actualmente con dicha certificación denominada Certificado Único Policial (CUP). O sea que únicamente el 54 por ciento de los agentes cuenta ya con el CUP, mientras que el 46% restante estarían impedidos legalmente para seguir desempeñándose como policías.
El mayor rezago se registra en las policías ministeriales adscritas a las fiscalías estatales. De sus 40 mil 290 elementos en total, solamente 4 mil 944, el 37.1%, cuentan con el CUP. Mientras que de los 131 mil 606 policías municipales en el país, sólo 73 mil 171 tienen el CUP (55.6%). Y en cuanto a las policías estatales, de 133 mil 335 elementos, nada más 76 mil 419 elementos están certificados (57.3%).
Querétaro es la única entidad federativa que ha cumplido al 100% con la certificación de todos sus agentes estatales, municipales y ministeriales. Campeche, Coahuila y Durango se ubican entre un 80 y 90 por ciento de policías con el CUP. Guerrero es el más rezagado de todos: de sus 8 mil 28 policías, sólo 2 mil 118 están certificados, o sea, apenas 26.4 por ciento.
En Veracruz, Tlaxcala, Yucatán, Zacatecas e Hidalgo, el porcentaje de policías certificados no supera el 40% del total.
¡Así cómo vamos a estar «seguros»!