CLÍNICA HOSPITAL DEL ISSSTE, UN CASCARÓN QUE HACE AGUA
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RAUL GONZALEZ RIVERA
CLÍNICA HOSPITAL DEL ISSSTE, UN CASCARÓN QUE HACE AGUA
La seguridad social, llámese IMSS o ISSSTE bien podría advertirse que anda por el callejón de la amargura.
A nivel nacional, nomás del ISSSTE hay sesenta mil expedientes que amparan a pacientes que llevan meses esperando que les autoricen un trámite, que bien puede obedecer a su hospitalización, la entrega de medicamentos que dejó de consumir a raíz de que sus autoridades anunciaron que llegó el coronavirus, sacarse una placa radiográfica o en el menor de los casos, que lleva meses esperando que le destinen una cama y un médico que lo pueda atender.
El espectáculo no es menor.
La sola imagen de la construcción que alberga la clínica hospital de, ISSSTE en Xalapa, deja mucho que desear y decir.
Su rostro principal, denota el paso del tiempo y de que alguna vez fueron ampliados sus áreas de especialidades y den otro periodo repintaron sus paredes y pórticos. Todavía en el recuerdo de algunas enfermeras dos nombres rememoran, como sus jefes inmediatos superiores, es decir cuando había delegados del organismo paraestatal, Miguel Angel Yunes Linares y Elizabeth Morales García.
Hay miles de expedientes médicos, que esperan su atención, y que por solidaridad humana, con humildad y esmero, sus médicos y titulares de las distintas áreas de trabajo asistencial, debieran medir la calidad de los servicios, los cuales en las actuales condiciones, provocan el enojo, la indignación y la sorpresa de sus derechohabientes y pacientes.
La institución hospitalaria, carece de camas, de médicos especialistas, de enfermeras, no obstante que hay una burocracia que lo confiesa abiertamente allí en la clínica hospital, no hay jefes, son encargados, quienes despachan aun en las áreas más delicadas, les importa un centavo la gente y más los pacientes. No hay medicamentos ni instrumentos más elementales para la práctica de cirugías y otros tratamientos.
Una resonancia magnética, una sola, al día, si bien le va al paciente, se realiza en la máquina única con que cuenta el Issste, pero en el puerto de Veracruz, en toda la entidad.
Un paciente que recibe pase de traslado al hospital de especialidades de la ciudad de Veracruz, corre el riesgo de que allí no lo puedan ver tras el chequeo y la orden médica que le indica que deberá ser trasladado a Orizaba, a Puebla o finalmente a la ciudad de México.
Existen pacientes que están a la espera de ser atendidos hace dos, tres y más años. Muchos mueren en el camino y con el paso del tiempo, otros, ven agravarse su estado de salud física- esto evidencia que la capacidad hospitalaria, sin dudarlo, ha sido rebasada cualitativa y cuantitativamente. La pandemia, sirvió de excelente pretexto para suspender el hospital público la atención a sus pacientes. Se rezagaron los expedientes, siendo que en materia de salud pública entraña una complicación que puede generar males mayores, muertes inútiles y gastos innecesarios.
Lamentablemente, en una institución hospitalaria, en la cual no existen jefes ni encargados, pareciera más a un barco a la deriva. No hay orden, nadie respeta a nadie y las consecuencias están a la vista. Vaya usted y métase un momento a recorrer sus corredores, pabellones, salas de espera y sabrá que el “cuchicheo” que se realiza a toda hora en la edificación en cuestión, justifica la presencia de una clase burocrática igual que todas.
ACTIVISTAS QUE CONDENARON “EL RELLENO SANITARIO”, DE CHILTOYAC, AHORA LO APAPACHAN
La comuna que había anunciado el cierre del “relleno sanitario” de la congregación de Chiltoyac, finalmente capituló y no solamente coincidió en que debía seguir sirviendo de botadero de basuras, sino que además, en la recta final de sus actuaciones públicas desde palacio municipal de Xalapa, ha anunciado que dicho centro receptor de porquerías, puede estar operando por un lapso de diez años más.
Corrían años del sexenio de Vicente Fox, cuando fue autorizada a la aldea la construcción de su relleno sanitario.
El ayuntamiento, para conseguir lo anterior, debía comprar las tierras de rigor a los ejidatarios de la Congregación de Chiltoyac. Antes allí sembraron maíz, frijol, café y papa.
Sin embargo, pudo más el dinero que contarían en sus bolsillos, así que los desheredados de todo accedieron a entregar sus tierras y la autoridad local, en dicho espacio construyó históricamente el primer relleno sanitario. Anteriormente, las basuras de Xalapa eran transportadas a solares vacíos y en terrenos que lo permitieron siendo de Emiliano Zapata o Coatepec.
El relleno sanitario, salvaría a Xalapa de no ver el constante espectáculo de verdaderas montañas regadas de basuras a los cuatro costados de la misma.
Y tal fue su funcionamiento, que las posteriores administraciones municipales no solo ponderaron su utilidad, sino que además la secundaron fortaleciendo el funcionamiento del mencionado relleno, dotándolo de nuevas armazones con vistas a mantenerlo como su basurero idóneo.
Inclusive la autoridad municipal de turno, hace poco más de dos décadas habría hecho campaña porque el relleno sanitario jamás se hubiera abierto. El hoy alcalde Hipólito, habría sido un cabecilla muy capaz de echar abajo el proyecto, sin embargo, la fuerza y rechazo en su momento estuvo ausente de tacto, conocimiento y peso específico, así que ambientalistas y activistas de aquellos días, quedaron de una pieza, cuando vieron que se propósito quedaba vedado para llevarlo a la práctica.
Por cierto, aseguran los malvados, que el mismo grupo de activistas y defensores del medio ambiente se opuso a la construcción del nuevo puerto de Veracruz, con marchas y plantones, hasta que en un día decenas de obreros de las factorías poderosas de la tierra que vio nacer al poeta Salvador Díaz Mirón, se decidió por echarlos, consiguiendo su objetivo finalmente, pues como puede apreciarse el nuevo Veracruz, es una obra que se materializará para orgullo de los jarochos en el resto del país y el mundo.
ALGUIEN SABE QUÉ HIZO SU DIPUTADO, POR SU DISTRITO
En la historia política de Veracruz poca o nula valía tiene que haya diputados que habiendo creído que se la merecen, se van a lanzar en una segunda oportunidad para poder obtener el hueso de legisladores y perpetuarse, para otro periodo de tres años como padres conscriptos de la patria.
La reforma legislativa, que aprobó la repetición de diputados en sus curules y de la cual, el doctor Francisco Berlín Valenzuela, siempre se solazó, el grueso de la ciudadanía se pregunta porque ha de volver a votar por un mismo candidato, siendo que de aquel o de éste, jamás supo ni recibió obra alguna que la hubiera beneficiado en lo social, lo humano o lo paciente que fue durante un periodo constitucional, sin saber de su paradero.
Después de conocerse la grabación que le hicieron al actor de telenovelas Alfredo Adame, el cuestionamiento a candidatos que pretende repetir como diputados, llama a risa en un país que trata de alcanzar la seriedad, cuando definitivamente no lo es.
En el terreno de los legisladores, la gente es menos suspicaz o poco se interesa realmente en saber por quién va a votar. Sabe que el curuleco puede ser del color y partido político que usted quiera, que al final del camino, todos son iguales. Van a la cámara, hacen negocios en su favor y de beneficio para sus grupos de poder. Nunca se sabe si subieron a tribuna, si externaron un discurso, salvo algunos que lucen por sus dotes de oradores, pero de ello a buscar y generar obras y servicios a los demás, nada se llega a saber.
Por ende, la nómina de legisladores, resulta muy jugosa para sus actores principales, más no para el esforzado ciudadano que con su voto lo hizo llegar a ocupar la curul que ostenta aquel sin ninguna emoción, ni cuidado y menos proyección para beneficiar a su distrito y sus habitantes.
Sin embargo, cabe destacar a dichos personajes, los llamados diputados locales o federales, porque si en tres años cansan hasta el hartazgo a sus representados, que puede esperarse de quien ya es del dominio público que resulta corto de ideas y muy pobre, en el manejo de la voluntad social, para resolver la hambruna, el desempleo y la falta de oportunidades que experimentan las grandes mayorías nacionales, en cualquiera de los espacios de la geografía mexicana.
Claro, el dinosaurio, sabio de la política aldeana, don Mariano Ramos, explicaba a este reportero, para ser un diputado exitoso, no quedaba más que parecer un tanto pendejo y un tanto cabrón. Pero nunca debe querer pasarse de vivo.
Los legisladores del discurso contundente, el que se soporta en una argumentación histórica, que conoce el mundillo del derecho en que se mueve, la voz de trueno, pero que hila el mensaje, ya no existen. Los verdaderos jilgueros desaparecieron también, así que una camarilla de padres conscriptos, suele hacerla más de artistas del show que en la realidad vieran por focalizar las tantas exigencias que debe soportar el pueblo, por falta de un marco donde la convivencia armónica se vuelve un infierno. Un auténtico legislador, bien podría ser un servidor público consentido de la sociedad. Es todo.