CÓMO HACER PARA QUE LOS ESTUDIANTES LEAN LIBROS
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RAUL GONZALEZ RIVERA
CÓMO HACER PARA QUE LOS ESTUDIANTES LEAN LIBROS
La gran interrogante que nos presentan los tiempos que corren, es precisamente saber cómo incitar a que los jóvenes cuando menos desde el bachillerato y por qué no los primeros semestres de la escuela universitaria, se decidan por acudir a la buena lectura, ya no los clásicos porque el tiempo no se los va a permitir, pero hay una cantidad de autores de literatura trascendente, todavía vigentes en el espacio que deben ser leídos.
Podría asegurarse que los universitarios anteriores a los años 80 del pasado siglo XX, de alguna manera eran adictos a la lectura de los libros.
Como quiera los movimientos sociales les atraían y no faltaba quien quisiera vocacionalmente a analizar con pormenores el movimiento de la revolución mexicana y las luchas que posteriormente se dieron en el país, como el movimiento de los médicos y después el de los ferrocarrileros en los años 50-60.,
Por supuesto, que algunos que cursaban carreras humanísticas, repararon y bien en la lectura de todo cuanto se escribió acerca de la masacre estudiantil del 68. La defensa a la universidad pública, que hizo públicamente el rector Javier Barros Sierra, entonces autoridad máxima de la UNAM, en medio de un régimen autoritario, el del presidente Gustavo Díaz Ordaz y la amenaza tendiente a ir contra todo foco de insurrección, por parte del criminal cuerpo de granaderos.
Los autores de moda Carlos Fuentes, Octavio Paz, Carlos Monsiváis y José Agustín, entre los más leídos por espacio de 50 años, predominaron sobre una veintena de escritores e intelectuales, sin dejar de citar a la escritora Elenita Poniatowska, quienes dieron al México de esos días, el perfil de ser un país que nadaba en cultura.
Sin embargo, en las aulas escolares, poco se atendía la lectura de los libros, en un primer semestre de la facultad de Derecho, el académico escudriñaba pidiendo a los jóvenes aspirantes a abogados, que leyeran doce títulos sobre diversos tópicos de la literatura y la historia, a su elección y el resultado era catastrófico, cayendo en la cuenta de que un semestre no alcanzaba el 90 por ciento, a concluirlos, aduciendo que leer no era precisamente lo suyo. En Japón un joven de preparatoria, lee cuatro volúmenes por semana.
A nivel de la preparatoria, las experiencias académicas resultan un tanto más cuestionables. El común no leyó antes ningún libro completo. Algunos textos, sin mayor interés, al grado de que ocho de cada diez muchachos ignora cómo se dieron los diferentes momentos cambios en la formación del estado mexicano. No mencione usted cuáles son los héroes de la Independencia, la Reforma, la Revolución de 1910, por ejemplo, porque las confusiones en que suelen incurrir dejan un amargo sabor a sus escuchas.
Así que el exhorto presidencial en el sentido de ya deben estar ya preparándose las nuevas legiones de intelectuales aztecas, es mucho más complicado que en el siglo XX, posterior a la lucha armada de Pancho Villa y Emiliano Zapata porque ésta tendría que arrancar en los cursos de la escuela primaria, bajo una determinante supervisión, porque la lectura por vocación o interés personal de aquellos, se reduce al uno por ciento.
Claro pobreza, desintegración familiar y las adicciones, inciden cada vez más en millones de hogares mexicanos. Esperemos.
TRÁNSITO VEHICULAR, SIN NINGUNA SOLUCIÓN EN XALAPA
Obviamente no es haciendo más angostas las rúas de la ciudad, como va a solucionarse el conflictivo tránsito vehicular de cada 24 horas en Xalapa.
En el tema de tránsito y educación vial, la capital del estado de Veracruz, queda reducido a los parches con que cada administración municipal trata de encubrir su rotundo fracaso, sus frustrados programas y la ausente impartición de educación vial a conductores y peatones.
Por supuesto hay pereza burocrática, falta de interés en los equipos de ingenieros y estrategas o los amos del urbanismo, los de ahora y los que trajeron los ex alcaldes Américo Zúñiga y Elizabeth Morales, a los cuales había que recordarles que sus proyectos fracasaron escandalosamente, porque ninguno resolvió el complicado andar de miles de peatones en nuestras calles, como tampoco de los automovilistas circulando por las arterias repletas de baches, abandono, sucias, malolientes, sin que por ellas un solo regidor se haya atrevido a entrevistarse con sus vecinos para conocer de viva voz el sentir de un pueblo defraudado y desangelado.
Seguramente, la tarea de pensar y fijar metas, ha de provocarles verdaderas hemorragias verbales o sencillamente, que las avisten cuesta arriba los noveles funcionarios públicos que teniendo la problemática en sus manos, a semejanza de una papa caliente, muestren total desconocimiento para desenredar una madeja de hilos, como debe ser interpretada la compleja crisis vial que confronta la ciudad otrora de las flores.
Más aún, ahora, que carece de semáforos gran parte de la municipalidad y el sistema de uno x uno sirve únicamente en caso de darse colisiones automotrices, para que las partes involucradas en estos eventos, sean asaltadas por parte de los peritos de tránsito, porque una solución imparcial, exacta, precisa simplemente por sus incapacidades personales, rehúyen a brindarla y resolver conflictos que cotidianamente se registran también por ausencia de uniformados de la dependencia aludida.
A aire, alguien pregunta: algún político, ha hecho la propuesta, cómo alivianar la circulación de más de 60 mil vehículos de motor de grandes tonelajes, que diariamente suben y bajan por la avenida Lázaro Cárdenas, siendo que la rúa se encuentra en completas condiciones de desastre. El pavimento y el asfalto levantados, dan muestra de lo que aquí se dice y que no obedece más que a los dichos de automovilistas, transportistas y peatones. En el pasado camiones de carga de cuatro toneladas pipas y trailers tenían prohibido circular en horarios de día, ahora se permite dicho tránsito con las consecuencias fatalistas que se han registrado y que los habitantes del rumbo, enfrenten severos grados de contaminación del ambiente.
Los expertos que pagaron los contribuyentes xalapeños, para dar solución a la movilidad en la ciudad, ídem, quienes fueron que nomás sangraron los recursos públicos, pero el rubro de tránsito quedó como antaño, sin solución. ¿Hasta cuándo?
ALFREDO V. BONFIL: “A UNA VOZ DE USTED, ESTE PAÍS SE INCENDIA O APACIGUA”
Siguiendo el hilo en las luchas que se escenificaron en el campo mexicano y con gran estruendo, aunque todo se deba a un populismo también exacervable, el legendario dirigente de la CNC Alfredo Bonfil, en histórico evento del seis de enero, en villa José Cardel, diría a manera de sentencia textualmente:
“A una voz de usted señor presidente, este país se apacigua o se incendia”, refiriéndose al señor Luis Echeverría Alvarez, uno de los más poderosos mandatarios, que haya tenido México en los últimos decenios, luego de registrarse la terrible matanza de estudiantes en el 68. Días fatales, con olor a muerte y un mundo de familias mexicanas, condenando la masacre que segó miles de vidas juveniles inútilmente.
Estaba por celebrarse, un año más de que se expidiera la ley agraria del 6 de enero de 1915, emitida por el presidente Venustiano Carranza y el gobernador Murillo Vidal, apuraba a sus subalternos del área, a festejar en grande el momento histórico, con una cita en Ursulo Galván, hasta donde arribaría el secretario de la CNC, para lo cual voló en un helicóptero, el cual lo regresaría al antiguo DF, una vez concluido el tradicional acto.
El funcionario, representaba al presidente de la república, no obstante, el ánimo de los veracruzanos del campo, no decayó, sino todo lo contrario, a la fiesta habían sido invitados algunos centenares, que fueron llevados en camiones de redilas, desde todos los rincones rurales del estado de Veracruz. Entonces, un campesino gozaba de comer frijoles, maíz, huevo, leche de vaca y suficiente agua potable.
Varios centenares de campesinos, habían sido acarreados ante la efigie levantada con anterioridad en recuerdo al prócer de las luchas rurales, Ursulo Galván. Como se esperaba, Alfredo V. Bonfil haría toda una perorata, pues debía trascender a todo el país y que mejor, que en un evento del campo. Luego de su mensaje, el ingeniero Bonfil, uno de los oradores de lujo del gabinete presidencial de LEA, se aprestaría a volver a la ciudad de México, y para conseguirlo, emprendería el vuelo en un helicóptero pulman, en medio de la algarabía de los miles de hombres del campo, reunidos en Ursulo Galván.
Soplaba un viento huracanado de los mil demonios, los chicos de la prensa, que cubrían el acto agrario, se aprestaban a retirarse del lugar, cuando alguien informaba voz en cuello que la aeronave en que viajaba el secretario de la CNC, se había desplomado en las turbulentas aguas del mar costero.
De inmediato, llegaron los marinos y el personal del gobierno del estado y la federación, para ir en búsqueda del helicóptero hundido en el mar, pero no encontraron jamás ni rastros del aparato. De hecho, jamás fue rescatado el cuerpo del secretario Bonfil. Su padre don Ramón Bonfil, uno de los hombres cultos del régimen federal, era oficial mayor de la SEP.
El gobernador Murillo Vidal, anfitrión de este evento, lucía con rostro demacrado, sensiblemente afectado, que el siniestro ocurriera en aguas de un estado rico en recursos naturales, con cuatro millones de pobres. Es todo.