En aras de conseguir mejor precio para su producto Pareciera ampliarse el llamado a no cortar limón persa

  • alta organización, dicen unos; organicen una cooperativa, dicen otros.  

Amadeus Olivarex

Martínez de la Torre, Ver.

Al tercer día de haberse decretado la suspensión en el corte del limón persa, para venderlo directamente a las empacadoras y exportadoras, o bien a los llamados “coyotes”, intermediarios que laboran unos por su cuenta y otros para las referidas empacadoras, pareciera ampliarse en el municipio y la región ésta medida, motivando de paso también a productores del norte y sur de la entidad veracruzana.

Tal decisión fue tomada por algunos citricultores ante la caída del precio por caja de lima persa que, para el pasado lunes se cotizaba en 180 pesos la revuelta, calidad exportación; 60 pesos la caja de las llamadas “segundas”; y en 40 pesos la caja de “terceras”, cuando en Austin, Texas, la caja calidad exportación se cotizaba, afirman en 60 dólares.

Surgiendo también entre los productores de cítricos, el interés por hacer la misma acción en lo que hace a la naranja en sus diferentes variedades, pues las jugueras instaladas en Martínez de la Torre igualmente les mal-pagan la tonelada de esa fruta que finalmente es exportada hacia mercados en Estados Unidos y Europa, principalmente, y transformada en concentrado de jugo.

Sin embargo, al estar ausente en esa lucha la denominada Asociación de Productores de Cítricos, no faltaron quienes señalaron la necesidad de organizarse mejor, porque aparte de que no todos los citricultores estaban “jalando parejo”, los empacadores y exportadores han procurado tener sus propias huertas, para autoabastecerse y así no fallar a sus clientes en otras partes del mundo.

Incluso hubo voces que se pronunciaron por crear una cooperativa, para poder quitarse de encima a “los coyotes”, intermediarios, y obtener mejores precios de parte de los empacadores y exportadores de cítricos, tanto ácidos, como dulces, de lo que en Martínez ha habido ejemplos, terminados en un fracaso, se dejó entrever.

Y eso debido a que en el pasado, se sospechó de algunas organizaciones que terminaban en amasiato con los dueños del capital, como igual sucedía en tiempos de zafra del Ingenio Independencia; en el caso de proyectos citrícolas, se mencionó el habido en la colonia agrícola Emiliano Zapata y más antes la denominada Asociación Rural de Interés Colectivo o ARIC, ambas en Martínez de la Torre, hoy desaparecidas.