SE CULPA DEL REBROTE A LAS CAMPAÑAS POLITICAS
|60 SEGUNDOS
RAUL GONZALEZ RIVERA
SE CULPA DEL REBROTE A LAS CAMPAÑAS POLITICAS
La voz de alerta está siendo dada en todos los rincones de la ciudad y el resto de la entidad veracruzana.
Los hospitales, de nueva cuenta, abren puertas para dar entrada a los temerarios anuncios en el sentido de que la covid 19, sigue causando estragos en la sociedad humana.
Xalapa, ha vuelto al semáforo naranja y si inciden las campañas políticas, es en la aglomeración de simpatizantes de uno y otro candidato a las curules local y federal, así como a las alcaldías municipales. Todas estas expectativas de empleo para políticos y caciques necesariamente les acarrean iguales retos que enfrentar como es la pandemia, que no cesa en sus efectos, sino todo lo contrario.
La alarma se encendió ayer en los restaurantes y cafetines de la ciudad, en el sentido de que allí viene el virus, no se ha ido, sálvese quien pueda.
Las llamadas ruedas de prensa con aspirantes a roer huesos municipales y legislativos, repletan los comedores, en aras de que los chicos de la prensa escuchen lo que para una mayoría de aquellos son sus planes, programas y proyectos de trabajo político, si el voto de los ciudadanos les favorece.
La algarabía que producen las campañas, obviamente es de los aspirantes, los grupos a los cuales se deben y por supuesto, de alguna parte de la sociedad civil, que sigue confiando en que la democracia es un juego, en el que deben participar todos.
La situación que afronta este peregrinar de candidatos, en pos del voto de la gente, quizá sea una de las más complejas y difíciles de enfrentar. La muerte ronda en estos ágapes políticos. La inseguridad, la violencia y los mensajes huecos, sin sentido ni consistencia, se multiplican a los cuatro costados de la entidad, sin saberse a ciencia cierta, si los ciudadanos están de acuerdo en creer que las votaciones serán el más severo juez, para determinar la victoria de unos y la derrota de otros.
La última campanada para que concluya este periodo de la contienda político-electoral será el próximo 6 de junio, fecha con que los ciudadanos van a determinar el rumbo que deberá asumir cada una de las 212 municipalidades, en que se distribuye el estado de Veracruz. Evento o proceso que mantiene al mayor número de personas atentas al procedimiento en cuestión. La presidencia municipal, es el punto de conexión más importante entre gobernantes y gobernados. Por esto, el rechazo o aceptación de un edil es tan contundente.
Sin embargo, algo tienen que reflexionar los capitanes de una y otra campaña política, porque el coronavirus no es solo amenaza que al aire se eleve, sino que allí está, llegó para quedarse y el platillo que más le antoja, es precisamente el que conforman las multitudes, lo cual en muchos casos puede inclusive acarrear la pérdida de la vida, o en menor cuantía la hospitalización y el consumo interminable de medicamentos de patente, los cuales tampoco están seguros los agentes sanitarios y los médicos, que sean tan eficaces en el combate al enemigo invisible.
OBSERVADORES Y POLÍTICOS SE SOLAZAN CON DIEGO Y MUÑOZ LEDO
En un país con ciudadanos más avezados, también cuenta con muy escasos activos políticos que atraigan nacionalmente los reflectores, por su valentía y calidad política. El lenguaje que ocupan y las apreciaciones con genialidad y talento, que lo mismo sus amigos, que el grueso de mexicanos de uno y otro bando, están pendientes de cuanto dicen y acusan.
Analistas de primer orden, de los asuntos que competen al desarrollo del país y sus hombres públicos, sin duda, son el albiazul Diego Fernández de Ceballos y el politólogo de todos los tiempos Porfirio Muñoz Ledo.
Cada que hacen un apuntamiento, llaman la atención de los electores. Los dos son de corrientes del pensamiento encontradas. Diego, es panista de cepa y Muñoz Ledo de la izquierda que hizo posible el milagro, que tras de 18 años culminara afirmando un presidente en el poder central.
Sepa usted que para los lee periódicos, que son pocos y los que no se pierden las redes sociales, cada que hace un señalamiento, una declaración o presenta una denuncia-acusación, levanta un hervidero en el café y ahora para quienes gustan de recrearse en los parques públicos es una delicia. Y es que créalo usted, que observadores con el talento y la sabiduría de los dos políticos, abogados y críticos del momento, muchos quizá, pero se reservan de llevar a cabo una constante de análisis, sin proponérselo, saben pegar en el ánimo de los lee periódicos y observadores atentos a lo que está pasando en su país.
Un par de pensadores, dignos en los cuales los mexicanos de una y otra forma de pensar las cosas que están ocurriendo en su país, atraen a seguidores naturales en una lucha como la que se está dando por el poder, en la próxima elección, históricamente la más abultada por los cargos públicos que ofrece en que podrá participar el común de los ciudadanos.
Seguramente, es en las escuelas y facultades de ciencia política, en las cuales los nombres de Porfirio Muñoz Ledo y Diego Fernández de Ceballos, mantienen el constante diálogo y cruce de opiniones, ya que se trata de pensadores vivos, biógrafos también de una buena parte del correr de los días para una gran nación como es la mexicana.
Sin duda, a este país le falta un mayor número de actores políticos, ajenos al interés de unos cuantos y que aborden con su temática y acervo intelectual y cultural, la gama de temas que seguramente la nación exige, para poder alcanzar la democracia como modelo de vida público, sin ataduras, ni ismos, ni mitos, ni héroes, porque no hay nadie a quien idealizar y menos idolatrar.
Bien, porque en el ahora, Muñoz Ledo y Fernández de Ceballos, mantienen la expectativa a través de las redes sociales y las columnas más serias y profesionales que se publican cotidianamente en los periódicos de esta gran nación azteca.
XALAPA, UN CASCARÓN DE COLOR AMARILLO Y HUECA POR DENTRO
Ahora le ha dado a las autoridades municipales por pintar rayitas a mitad de las avenidas que se ubican en el corazón de la ciudad, provocando la hilaridad inclusive de los auténticos vecinos de la municipalidad, como de aquellos que atraviesan de otros lares del país, la misma, pero con la certidumbre que es como un cascarón, vestida de amarillo en sus arterias principales, pero hueca por dentro.
A los miles de ciudadanos aterra recibir su recibo por consumo de agua mensual, porque cada que lo tienen, es para enterarse que ahora debe o tiene que pagar un incremento en su tarifa, porque de lo contrario, le llegará indudablemente el corte del líquido potable, que también ahora suele recibir por tandeos o cada tercer día, como viene sucediendo en los 20 fraccionamientos habitacionales de las Animas.
La ciudad adolece de un verdadero servicio para recolectar las basuras que en cifras de 400 toneladas se producen diariamente. La cauda de pordioseros no termina, allí está en los pórticos de los bancos, los cafetines y quienes rondan los parques públicos- ahora que se abrió el parque de los Berros, vaya usted a saber de dónde salen tantos pedigueños, pero son los que más se apersonan en los corredores y como ocupantes de sus bancas.
Sin embargo, como ocurre entre las buenas familias, el cascaron desluce por su aplastante falta de servicios públicos, pero ahora alguna área de tránsito o el poder municipal salió a las calles del casco histórico para pintar de amarillo las guarniciones y rayar el centro de las rúas de circulación, lo que ocurre, pero como se ha dicho, solamente en las arterias que desembocan en el corazón de la otrora Atenas veracruzana. Siendo que la ausencia de semáforos, propicia que difícilmente un automovilista respete el uno por uno.
Xalapa, en el pasado gozó de parques y espacios, donde los jóvenes y niños podían recrearse y pasar importantes lapsos de juego. Verbigracia, inclusive en el antiguo parquecito Galeana, de las calles de poeta Jesús Díaz y Bravo, en donde ahora se encuentran apretujados centenares de vendedores ambulantes, en espera de ser reubicados en alguno de los mercados establecidos, para seguir realizando sus operaciones comerciales, sin exponer al riesgo de contraer el virus mortal, sus clientelas y los propios comerciantes.
El parque Galeana, en algún momento, fue escenario para que las niñas y los niños acudieran a utilizar los juegos mecánicos, y dejaran de ser una carga para los padres de familia, durante los fines de semana y periodos de vacaciones en sus escuelas.
Al menos así pensaban gobernantes anteriores al régimen de don Rafael Murillo Vidal, cuya esposa doña Virginia Cordero, pensando en el desarrollo de los infantes, equipó al Galeana de juegos mecánicos, los cuales sirvieron de recreo para miles durante varios años, hasta que el ayuntamiento decidió que el parque fuera destinado como albergue de vendedores ambulantes, mismos, que desde entonces siguen posesionados de un área de la ciudad, hoy convertida en un cochinero para vergüenza de los vecinos del rumbo y sus clientelas principalmente. Es todo.