EDGAR MORIN ALERTA ANTE CRISIS PLANETARIA
|- Al recibir el ‘Honoris Causa’ de la UACH, el filósofo francés advierte una posibilidad de destrucción total, por lo que urge priorizar al ser humano.
CIUDAD DE MÉXICO.
En la antesala de sus cien años, que cumplirá el próximo 8 de julio, el filósofo y sociólogo francés Edgar Morin (1921) reflexionó ayer sobre el “momento único de la historia” que vive la humanidad.
El considerado “padre del pensamiento complejo” alertó sobre la situación con conceptos como crisis planetaria, incertidumbre, destrucción total e inteligencia ciega; pero, al mismo tiempo, habló de metamorfosis, amor, poesía, comprensión y fuerza.
Vivimos en medio de una crisis gigante, multidimensional, que toca todos los aspectos humanos, de la vida biológica, social, afectiva, personal y de las relaciones. Sin embargo, en esta incertidumbre por el futuro, hay tantos peligros como posibilidades de cambio”, afirmó tajante.
Desde Marruecos, quien ocupa un lugar destacado en el pensamiento universal, por sus propuestas sobre el imaginario colectivo y la transdisciplinariedad, recibió emocionado el doctorado Honoris Causa que en ceremonia virtual le otorgó la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), en coordinación con Multiversidad Mundo Real Edgar Morin.
El reconocimiento es “por ser un referente mundial del pensamiento crítico, transdisciplinario y humanista, cuya extensa obra es un legado para encontrar luz en medio de lo difícil de nuestro mundo y para hacer de la educación el eje de transformación, igualdad y equidad”, mencionaron los organizadores.
Edgar Morin recibió el doctorado Honoris Causa que le otorgó la Universidad Autónoma de Chihuahua. El gobernador Javier Corral mostró el documento.
Precedido por las participaciones del filósofo Nelson Vallejo-Gómez, secretario general del Consejo Científico de Educación Nacional de Francia, y del maestro Rubén Armando Reynaga, rector de Multiversidad Mundo Real, Morin explicó que no podía dar un discurso largo, debido a que “estoy cansado del corazón y la medicina me impide hablar.
Pero quiero expresar mi amor por México, por su civilización, por su historia. Todo mi agradecimiento y recuerdos para la nación mexicana, para sus profesores, sus intelectuales, sus artistas”, destacó.
El ensayista agregó que el difícil momento que se vive hoy empezó en 1947 con Hiroshima. “Y continuó con el descubrimiento de la degradación de la biósfera planetaria en 1972. Después, se desarrolló esa ideología mesiánica llamada posthumanismo, que prometió una metamorfosis, una mutación del poder, pero sin mejorar la comprensión entre personas, pueblos y naciones.
Estamos en un momento en el que hay posibilidad de destrucción total. Tenemos las peores circunstancias: sobrepoblación, el pensamiento y la voluntad sólo hacia el poder. Pero creo que el pensamiento complejo puede ayudar a las mentes de los ciudadanos, de los responsables, a enfrentar los problemas”, añadió.
El autor de El hombre y la muerte (1951) y Mis sueños cortos (2008) está convencido de que el pensamiento complejo, a través del cual ve al mundo como un todo indisociable, puede ayudar “a encontrar el nuevo camino que permitirá a la humanidad, a los pueblos, a las personas, a continuar en buenas condiciones la aventura humana.
Porque nosotros trazamos una aventura extraordinaria. Pero existe una confusión montada en la incapacidad de entender las cosas, porque nuestra inteligencia está ciega, reducida; no ve las cualidades de la vida, que son el amor, la poesía y la comprensión”, indicó.
Concluyó que el Honoris Causa “me da más fuerza para continuar sobre mi camino, que es el de toda mi vida”.
Después del intelectual galo, tomaron la palabra Luis Alberto Fierro, rector de la UACH, y el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, quien mostró el reconocimiento.
El primero dijo que, “ante la renovación universitaria, las enseñanzas de Morin fueron una guía. Nos enseña que los saberes en la educación jamás deben estar separados, pues son pilares del mismo recinto. Propone el conocimiento para la transformación del mundo”.
Y Corral destacó que el legado de Morin “nos enseña a ser conscientes del otro, de la condición humana, nos impulsa a una acción transformadora, a una conciencia planetaria”.
Edgar Morin se despidió sonriente, tras pronunciar su discurso en español.