Turismo espacial dañará al planeta, en plena crisis climática
|- La quema de sustancias necesarias para el lanzamiento de los cohetes genera gases de efecto invernadero que permanecen en la estratosfera y la mesosfera hasta tres años.
CIUDAD DE MÉXICO.
El martes, el millonario Jeff Bezos se sumó a la carrera de turismo espacial, con el lanzamiento de un cohete de su compañía Blue Origin, en un viaje exprés que él mismo tripuló. El primero en hacerlo fue el fundador de Virgin Group, el británico Richard Branson, quien también salió de la Tierra para admirar, por unos minutos, las estrellas.
Pero el inicio de este tipo de turismo, con el que ambas compañías pretenden llevar al espacio a cientos cada año provocará un fuerte impacto ambiental, advirtieron expertos citados por The Conversation.
Las emisiones de CO2 para cuatro personas en un vuelo espacial serán entre 50 y 100 veces más que las de una a tres toneladas por pasajero en un vuelo comercial de larga distancia, advirtió Eloise Marais, profesora asociada de University College de Londres.
El Blue Engine 3 (BE-3), el que lanzó a Bezos y tres acompañantes, utilizó hidrógeno líquido y propulsores de oxígeno líquido.
El VSS Unity, en el que Branson salió de la Tierra, utilizó un propulsor híbrido compuesto por un combustible sólido a base de carbono, polibutadieno terminado en hidroxilo y un oxidante líquido, óxido nitroso.
SpaceX Falcon, de Elon Musk, impulsó al Crew Dragon utilizando queroseno líquido y oxígeno líquido.
La quema de esos propelentes genera gases de efecto invernadero.
Además, señaló el equipo investigador, en cada lanzamiento se producen grandes cantidades de vapor de agua y emisiones CO2 y hollín. Tan sólo Virgin Galactin prevé, en principio, 400 lanzamientos cada año.
Añadiendo a esa alerta, el oxidante con base en nitrógeno utilizado por VSS Unity también genera óxidos de nitrógeno que contribuyen a la contaminación del aire más cerca de la Tierra.
Años en desaparecer
Los especialistas señalaron que aproximadamente dos tercios de los gases de escape del propulsor de los cohetes se liberan en la estratosfera y la mesosfera, donde permanecen al menos dos o tres años.
Las altas temperaturas necesarias para el lanzamiento y el ingreso de vuelta a la Tierra también convierten el nitrógeno estable en el aire en óxidos de nitrógeno reactivos, destacó The Conversation.
Añadieron que el daño es principalmente en la estratosfera, en la que los óxidos de nitrógeno y las sustancias químicas que se forman a partir de la descomposición del vapor de agua convierten el ozono en oxígeno, que daña la capa de ozono y afecta la protección que ésta otorga ante los rayos ultravioleta.
Efectos inmediatos
Las emisiones de CO₂ y el hollín, generados en cada propulsión, atrapan el calor en la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global.
Se enfría la atmósfera, pues las nubes formadas por el vapor de agua reflejan la luz solar.
Virgin Galactic anunció que ofrecerá 400 vuelos espaciales cada año.