Verdaderas trampas en vía pública
|- De acuerdo a la norma jurídica, por obra hay comité ciudadano y supervisor.
Amadeus Olivarex
Martínez de la Torre, Ver.
En verdad que en vía pública se encuentran trampas que ni se imagina el peatón o conductor de vehículo automotor, lo que por sorpresa puede ocasionar accidentes y daños, se dijo por parte de un ciudadano que por revisión de las llantas de su vehículo, tuvo que orillarse en el camino, topándose con tremenda varilla a escasos 30 centímetros de la carpeta de asfalto.
Hecho registrado en el libramiento de la ciudad, entrando por la salida a Tlapacoyan, muy cerca de una toma de agua que tiene una empresa envasadora, colindando con la conocida “Muralla”, lugar de residencias especiales, de refinado gusto.
De los baches ya ni hablar, pues el conductor del automóvil va confiado, cuando de repente cae en el primer hoyanco y es así como reacciona para librar las demás excavaciones, producto del desgaste de la vía asfaltada, dañada por las lluvias y en algunos casos, por el material de baja calidad utilizado, para obtener la mayor ganancia posible en una obra que se presume es vigilada por un comité ciudadano, al igual que por supervisores que le dan el visto bueno.