“Gabo y Mercedes: Una despedida”, de Rodrigo García
|Cuando vi que iban a publicar Gabo y Mercedes: Una despedida, pensé que Rodrigo García había relatado cómo sus padres, después de más de medio siglo como pareja, habían afrontado esos últimos días juntos. Aunque hay parte de esa historia entre las páginas de esta obra, en realidad es la forma que Rodrigo García ha escogido para despedirse y homenajear tanto a su padre, Gabriel García Márquez, como a su madre, Mercedes Barcha, pues relata la muerte de ambos, reflexionando sobre esos días en sí y el envejecimiento, a la vez que rememora algunos de los momentos compartidos.
En abril de 2014, Gabriel García Márquez, mundialmente conocido y admirado, copó las portadas de los periódicos en cuanto se filtró la noticia de su muerte inminente a los ochenta y siete años. Si la pérdida de un padre ya es dura, sobrellevarla rodeado de medios de comunicación lo es aún más, pese a que tanta expectación se deba al cariño que le profesan. Ese es uno de los aspectos en los que profundiza Rodrigo García en Gabo y Mercedes: Una despedida, pero también relata el sufrimiento de su padre al perder la memoria (una herramienta indispensable para cualquier escritor), que releía sus libros sin saber que los había escrito él y tantas otras anécdotas que nos hacen ver al nobel colombiano como un hombre modesto al que la fama nunca lo deslumbró y enamorado de su oficio desde el principio hasta el final.
En agosto de 2020 falleció Mercedes Barcha, a la que Rodrigo García le dedica su propio capítulo y la muestra como la gran mujer que era. Por algo la llamaban la Jefa Máxima, la Madre Santa o el Cocodrilo Sagrado. Un ejemplo de que su esposo nunca llegó a eclipsarla es una frase que ella pronunció durante el entierro, cuando la denominaron «la viuda de García Márquez»: «Yo no soy “la viuda”, yo soy yo».
Para completar el recorrido por los recuerdos de la familia García Barcha, incluye el anexo «Los recuerdos en imágenes», con fotografías de sus padres cuando eran adolescentes, de su boda, de su hermano y él de pequeños y de mayores y con sus propios hijos, así como del entierro de García Márquez y del homenaje posterior.
Obviamente, Gabo y Mercedes: Una despedida resulta de especial interés para los seguidores de García Márquez que, como yo, han leído sus biografías, pues de esta manera conocerán el capítulo final de su vida. No obstante, también puede ser del agrado de los que busquen relatos intimistas y reflexiones sobre el duelo. Ante todo, habla de la admiración hacia unos padres que ya no están, independientemente de que estos hubieran sido figuras públicas o anónimas.
Rodrigo García ha escrito una crónica sincera y sin artificios, mostrando momentos significativos de su cotidianeidad y hasta reconociendo que a veces se vio abrumado por la alargada sombra de su padre. Aun huyendo de lo lacrimógeno, logra una obra emotiva, precisamente por eso está a la altura de los homenajeados. Gabo y Mercedes: Una despedida es, ni más ni menos, la carta de amor que un hijo dedica a sus padres.