Exhiben el alma sonora de Monsiváis en el Museo del Estanquillo
|- La muestra, que se inaugura el 23 de noviembre, reúne 600 piezas, entre fotografías, dibujos, grabados, partituras y libros.
CIUDAD DE MÉXICO. Cerca de 600 piezas, entre fotografías, dibujos y grabados de Miguel Covarrubias, miniaturas, libros y partituras, provenientes de la colección Carlos Monsiváis y de colecciones privados, integran la exposición Monsiváis, el musical, que permanecerá abierta en el Museo del Estanquillo del 23 de noviembre al 31 de julio de 2022.
Dicha muestra, detalló Henoc de Santiago, director del recinto, es un acercamiento nuevo a Monsiváis que coincide con el aniversario del recinto. “Han sido 15 años en los que el Estanquillo se ha consolidado como un museo muy querido por quienes nos visitan. Nos ha ido bastante bien y hemos tenido ya 52 propuestas curatoriales”, expresó.
Curada por Pável Granados, también director de la Fonoteca Nacional de la Secretaría de Cultura federal, aseguró que, al revisar la relación de Monsiváis con la música, es posible comprender que ese discurso musical le da una columna vertebral a su pensamiento.
Entre las joyas expuestas hay fotografías de la primera compañía mexicana de discos, tema sobre el cual nunca escribió el autor de Amor perdido y Escenas de pudor y liviandad, además de vestidos de época y partituras.
La muestra también expone registros del acervo sonoro del autor –compuesto por 5 mil 183 discos–, de los cuales, la mayor parte es música clásica, jazz, bolero y gospel, pero sin dejar de lado la parte popular. Dichos soportes se dividen así: 2 mil 997 son discos compactos, 2 mil 60 discos de 33 rpm, 115 discos de 45 rpm y 11 discos de video digital.
Granados aseguró que se trata de una exposición que se apoya en dos ideas que se fueron construyendo. “Una de ellas es que yo pensaba ir sacando el mundo musical de Carlos en sus libros. Naturalmente eso está aquí, pero hay algo añadido y es que fuimos descubriendo aspectos de la música y de la historia de las que no escribió Carlos”, detalló.
¿Cuáles eran los géneros musicales favoritos de Monsiváis? “Fundamentalmente la música de concierto, el jazz, el bolero y el gospel, ésos son los cuatro grandes ejes que hay en su colección, aunque llama la atención que no tenía mucha música regional mexicana, sí algunos discos de mariachi, pero su colección se enfocó más hacia el bolero ranchero”.
¿Y sus canciones favoritas? “Es muy difícil, porque sí se sabía muchos boleros y canciones de José Alfredo Jiménez, de Agustín Lara y boleros cubanos. Pero cuando cumplió 70 años yo tenía un programa de radio y le pedí a Carlos que me diera sus canciones favoritas. Me dijo que eran Cucurrucucú Paloma, algunas canciones de Dámaso Pérez Prado en inglés, pero en ese momento su canción favorita era el bolero Besar, de Juan Bruno Terraza, aunque no hay que olvidar Amor perdido, de Pedro Flores y Noche de ronda, de Agustín Lara,
que para él tenían un significado especial por sus capacidades evocadoras”.
¿Todo el material sonoro del autor ya está en la Fonoteca Nacional? “Sí, llegó en 2019, ya se inventarió y lo tendremos para consulta. Ahora vamos a revisar qué discos tiene más valor digitalizar y qué podemos destacar, ubicar cuáles están dedicados, aunado a que hay algunos LP que tienen textos de Carlos, como el caso de uno de Rosa María Alam, una cantante yucateca; o de Lidia Fernández, que era de Jalisco. Recordemos que hay discos donde participó Carlos escribiendo o hablando, como en la bomba que le dio a la Maldita Vecindad”.
Para Monsiváis, la música no sólo fue una afición sino una manifestación de la vida pública, un producto cultural y una referencia abarcadora. Del gospel a la música ranchera pasando por la clásica, villancicos, el jazz, la trova yucateca y el bolero. Además, abundó Granados, su educación musical tiene que ver con su tradición religiosa, pues el protestantismo es la Iglesia del canto, de la devoción musical, de donde salió el gospel y los spirituals.
La muestra también incluye testimonios en video de amigos y estudiosos como Iván Restrepo, su compañero de conciertos populares; Elena Poniatowska, Gabriela Pulido, investigadora del cine de rumberas; Carlos Martínez García, colega de la Iglesia protestante; Ricardo Montejano, funcionario de Radio UNAM; Daniel Escoto, investigador de El cine y la crítica; y Graciela Kasep, nieta de María Luisa Landín.