ARS SCRIBENDI
|- Julio Antonio Clement Cuéllar (presidente del patronato)
Rafael Rojas Colorado (rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx)
Julio Antonio Clement Cuéllar es un ciudadano ejemplar, cuya adolescencia le tendió muchos caminos a seguir, algunos como una manzana, esos sueños e ilusiones que parecen fácil de conseguir a esa temprana edad, su imaginación y espíritu aventurero lo llamaban por el camino del rock and roll, el ritmo que gusta a esos jóvenes que desahogan a través de la música sus emociones reprimidas, de rebeldía y que buscan la libertad, muchas veces inexistente. Fueron muchos los momentos de debilidad intentando sumergirse en las bajas pasiones, esas que conducen a los abismos sin fondo, que llaman, pero que olvidan al ser humano y le roban la dignidad, destruyendo por completo su personalidad, sin embargo, bastó un instante de reflexión personal para escuchar el susurro divino y valorar la vida, comprendió que Dios le brindó la oportunidad de nacer, para buscar un sueño y llevarlo a la realidad, para ser alguien en la vida, crear, imaginar y realizar obras que sean útiles a la sociedad.
Se inclinó por estudiar leyes para valorar la justicia y el derecho, así ayudar al necesitado, pero una invitación de trabajo, lo alejó de ese propósito y por seis años, formó parte de la plantilla de trabajadores de la compañía Nestlé, allí aprendió el valor del trabajo y la disciplina, lo que es la productividad y la calidad de la misma, el compañerismo y el respeto así mismo.
Los deportes también conspiraron para mostrarle una vida sana, rica en cultura física, aprendió a fijarse metas a corto y largo plazo, tal vez una manera de fortalecer el espíritu, pues así lo exigen las artes marciales y el fisiculturismo; estas disciplinas le proporcionaron seguridad en sí mismo, señalándole la belleza de la vida, la que lo debería de conducir a un mejor mañana. Julio Antonio se comprometió a conseguir objetivos pequeños, el irse habituando a ese compromiso, para que lo fueran preparando para proyectos de mayor envergadura, ese fue un sueño que lo despertó para convertirse en un hombre de verdad, de respeto y honestidad, de lucha constante y de ir siempre hacia adelante ante cualquier circunstancia sin detener el paso, eso es lo que se llama vivir.
Su madre, la señora Evangelina Cuéllar Sánchez, que había enviudado, necesitaba subsistir y con mucha valentía abrió una pequeña fonda a la que llamó “Café y Fuente de Sodas Hawái”, esto sucedió en el año de 1985 en el domicilio Pedro Jiménez del Campillo, Julio Antonio se preocupaba al ver el excesivo trabajo que su mamá realizaba en el diario vivir y tomó la decisión de llevar el negocio bajo su responsabilidad, esto fue en el año de 1990, le cambió el nombre por “Cazuelas”, tiempo después lo llamó “Cazuelas de Vange”, pues los amigos y conocidos de su progenitora, de aprecio le llamaban Vange, el negocio era muy modesto, sólo trabajan su madre y él, pero en poco tiempo invitó a otra persona para que los apoyara, gracias a las buenas ideas, el trato al cliente, el profesionalismo y el amor al trabajo, Antonio ha hecho crecer el negocio que se ha transformado en un restaurante muy concurrido por los comensales, propio y extraños.
Nada es fácil, todo tiene un precio, pero a veces vale la pena el riesgo, actualmente tiene doce personas prestando su servicio y dos eventuales, que atienden la cocina y la clientela, este es el grupo de trabajo que Antonio Clement ha formado en largos años, pues todos trabajan en equipo y se sienten bien en ese ambiente de compañerismo y amistad, aún mejor, cuando atienden a los clientes que se van satisfechos por el trato y el sabor de los platillos. La construcción es una nueva experiencia en la que está incursionando y está aprendiendo nuevas cosas, pues es una persona proactiva.
Cuando Julio Antonio piensa en la Unidad Deportiva “Roberto Amorós Guiot”, viene a su mente ese hermoso espacio embellecido por la mano del hombre y recuerda que fue el primer escenario deportivo en el que recibió el soplo del aire dando los primeros pasos de trote. Allí es donde forja su condición física, donde templa el espíritu y disfruta de la camaradería de quienes, al igual que él practican el deporte. Don César Guzmán Ruiz lo invitó para ser parte de los consejeros del patronato, pero a la muerte de don Jesús Soler Suárez, vieron en Julio Antonio Clement Cuéllar, la persona idónea, para ocupar ese espacio vacío que dejó un gran personaje.
Julio Antonio Clement Cuéllar es nombrado presidente del patronato de la unidad deportiva el 9 de junio del año 2021, un nuevo reto lo desafía, lo pone a prueba, pero más que todos él mismo confía en que afrontará exitosamente este nuevo reto que su destino le tenía reservado, dar resultados es su prioridad.
Nació el 6 de agosto de 1963 en la ciudad de Coatepec, Veracruz, como era la costumbre en esos tiempos, llegó al mundo en la casa familiar que estaba ubicada en la calle Pedro Jiménez del Campillo, en la casa marcada con el número 31, en ese domicilio estuvo ubicada la popular panadería “La Coatepecana”, su padre fue don Julio Antonio Clement Bautista –famoso guitarrista y trovador coatepecano– y la señora Evangelina Cuéllar Sánchez, son las personas que le dieron mucho cariño, mucho amor y lo educaron con buenas costumbres, inculcándole el respeto hacia los demás y la fe en Dios.
Julio Antonio recuerda una infancia feliz, pues a esa edad son pocas las cosas que perturban la tranquilidad, más en esa provincia en la que en el pueblo se conocía la mayoría de la gente y todos se saludaban, recuerda con nostalgia a sus primos, amigos y vecinos con los que compartió sus juegos y alegrías en aquella lejana infancia en la que solo lo perseguía la felicidad. Creció y un inesperado día su corazón le avisó que estaba enamorado, es un llamado al que no sé puede renunciar y contrajo matrimonio con la señorita Nora Lozano Cortés, procrearon dos hijas, fruto del amor, a la primera le llamaron, Ollín Quetzalli, a la segunda Nantí Tlalli, esta es la familia por la que lucha incansablemente día a día para que nada falte en la casa familiar.
Julio Antonio, es un hombre de mucho valor frente a la vida, sus valores y virtudes, son como una aureola que le hace ser estimado por quienes lo conocen, aprecian y tratan y reciben de su parte la sincera amistad, tiene 58 años de edad y es el nuevo presidente del patronato que dio vida a la Unidad Deportiva “Roberto Amorós Guiot”.