Al ser el cáncer de próstata el segundo tumor en índice de mortalidad
|- Exhortan a varones de 40 años en adelante a revisiones con su médico especialista.
La prevención, a través de la revisión rutinaria por un especialista en urología, debe comenzar a partir de los 40 años, y es determinante para poder detectar el cáncer de próstata oportunamente y así el paciente pueda ser candidato a tratamiento de curación.
May Hilario
Martínez de la Torre, Ver.
En el marco del Mes de la Salud Integral del Hombre, el doctor Luis Alfredo Jiménez López, jefe del Servicio de Urología de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Centro Médico Nacional “Adolfo Ruiz Cortines”, advierte a los varones de 40 años en adelante, sobre la importancia de la revisión rutinaria por un especialista para prevenir el cáncer de próstata.
“El cáncer de próstata es el segundo tumor, después del cáncer de pulmón, en índice de mortalidad en el varón; la mayor parte de los tumores de próstata son indetectables en etapas tempranas, ya que no generan sintomatología, derivado de que se encuentran alojados en la zona periférica, por lo que no se presenta obstrucción hasta que el cáncer ya está muy avanzado. Es ahí donde el paciente comienza con dolor óseo y sangrado al orinar”, explicó Jiménez López.
Agregó que, para la prevención, a través de la revisión rutinaria por un especialista en urología, debe comenzar a partir de los 40 años, y es determinante para poder detectar el cáncer de próstata oportunamente y así el paciente pueda ser candidato a tratamiento de curación.
“El diagnóstico se lleva a cabo mediante tres sencillos pasos, los cuales son el inicial con un estudio llamado Antígeno Prostático Específico; después se lleva a cabo un ultrasonido de próstata y, de ser necesario, se complementan con el tacto rectal”, enfatizó.
Finalmente, expresó que la próstata es la glándula que se encuentra por debajo de la vejiga y es atravesada por la uretra, por lo que cuando hay un crecimiento prostático, conocido como “Hiperplasia prostática” se presentan síntomas como: disminución del calibre de la orina, pujo, tenesmo (sensación de defecar cuando los intestinos ya están vacíos), deseos de seguir orinando y nicturia (necesidad de orinar por las noches), por lo que no hay que confundirlos con cáncer de próstata y se debe acudir con su médico familiar para que éste, a su vez, lo envíe al urólogo de ser necesario.