Así se descubrió la fascinante tumba del rey egipcio Tutankamón
|- La vida del mundo antiguo despierta, desde tiempos inmemorables, inquietudes que han obligado a la humanidad a tratar de descifrar las incógnitas de los vestigios más inimaginables que se asoman en cada rincón del planeta.
El egiptólogo inglés, Howard Carter, de larga trayectoria en proyectos arqueológicos y excavaciones, se dedicó un tiempo a la venta de antigüedades, lo que le llevó a tener su primer acercamiento con George Herbert de Carnarvon, un conocido magnate británico, quien consiguió el permiso para explorar la zona de Gurna, en Egipto, donde a lo largo de casi seis años los hallazgos fueron escasos.
Para el año 1914, Carter y Carnarvon se hicieron cargo de los trabajos de exploración en El valle de los Reyes, en Luxor, Egipto, donde se encuentran las tumbas de una gran cantidad de faraones egipcios, mismos que se vieron interrumpidos en 1917 debido a la Segunda Guerra Mundial.
LA TUMBA DEL REY
Carter tenía como objetivo encontrar la tumba de Tutankamón, aquel joven faraón que gobernó Egipto hacia el año 1325 a.C. y encontró la muerte de forma prematura en circunstancias desconocidas, mismas que son motivo de debate entre científicos y especialistas. Los misterios de su vida estuvieron sepultados bajo suelo egipcio durante varios siglos.
Guiado por una serie de pistas, Carter comenzó labores de excavación en la tumba de Ramses V en noviembre de 1922, lugar donde a 4 metros de profundidad, apareció lo que el investigador reconoció como otra tumba con los sellos intactos.
El mismo Carter definió el descubrimiento como maravilloso, volvió a cubrirla para mostrársela a Carnarvon. Al poco tiempo, el magnate británico llegó a Egipto para conocer el hallazgo. El 26 de noviembre terminó de excavarse el sitio, donde la pareja de egiptólogos se encontró con lo que parecía ser un escalón.
Casi un mes después, el hallazgo arqueológico fue dado a conocer a la prensa, noticia que rápidamente se difundió a través de los diarios más importantes a nivel internacional.
A su vez, Carter recorrió buena parte de Europa dando conferencias sobre su experiencia durante los trabajos en el Valle de los Reyes.
En sus páginas, Excélsior y sus suplementos mantuvieron una cobertura completa del hecho, “El esplendor de la tumba, según declararon las personas que tuvieron la oportunidad de contemplarla, es grandiosa y según los hombres de ciencia constituye uno de los más grandes descubrimientos históricos que se han hecho hasta el presente”.
Unas semanas más tarde fueron encontrados y sustraídos de la cámara mortuoria más de 5 mil objetos de diversa índole, junto a la momia del cuerpo del famoso faraón, así como una máscara y un ataúd bañados en oro, prendas de vestir y armas. Todas en un excelente estado de conservación, mismas que fueron identificadas y catalogadas por Carter.
“La apertura de la cámara mortuoria de Tutenkhamen [sic] dejó a descubierto el sarcófago del Faraón, el que todavía está en la misma posición en que fue colocado por los dolientes hace más de tres mil años”, dio a conocer Excélsior en su edición del 17 de febrero de 1923.
EL MITO DE LA MALDICIÓN
Poco tiempo después de la exhumación de la tumba del rey egipcio, se empezó a divulgarse la supuesta maldición de Tutankamón, ya que, varios integrantes del equipo de investigadores comenzaron a morir en circunstancias inexplicables, entre ellos se encuentra el mismo Carnarvon, quien murió de neumonía cuatro meses después de haber conseguido uno de los más grandes descubrimientos arqueológicos de la historia.
A los pocos meses murió el hermano del magnate británico, así como, uno a uno, varios de los participantes en la apertura de la cámara real, el secretario de Carter, y otras personas presentes durante los trabajos de remoción de los objetos históricos, así como familiares de ellos. Todos perdieron la vida en situaciones extrañas no aclaradas. Sin embargo, Carter falleció hasta más de quince años después de lograda su hazaña.
Las versiones sobre las causas de la muerte de Carnarvon fueron diversas: Se dijo que había sido víctima de una maldición por haber perturbado la muerte del faraón. Otros rumores se inclinaron a causas naturales. Algunos estudios han indicado que una razón pudo haber sido la aspiración de esporas de una especie de hongo que le ocasionó la muerte.
LAS TROMPETAS DE TUTANKAMÓN
Entre los cientos de objetos hallados en la tumba real, fueron encontradas un par de trompetas de bronce y plata decoradas con inscripciones militares. Los instrumentos musicales fueron víctima de saqueos, pero han permanecido para ser admiradas.
En 1939, durante una transmisión radiofónica desde el Museo de El Cairo, una de las trompetas fue restaurada y adaptada para poder emitir sonido después de más de 3000 años. El músico James Tappern fue el encargado de tocar la trompeta ante una audiencia que se estimó en más de 100 millones.
El hallazgo de la tumba de Tutankamón, uno de los gobernantes más jóvenes del antiguo Egipto, reavivó las teorías sobre sus orígenes, vida y posibles causas de su muerte a más de 3000 años de ocurrida.