Las farderas también aprovechan aglomeraciones en comercios

  • Hay quienes las entregan a la policía y otros que únicamente recuperan lo robado.                                              

Amadeus Olivarex

Martínez de la Torre, Ver.

La capital mundial del limón persa también se conoce como un polo de desarrollo comercial, por lo que la presencia y acción de las llamadas “farderas” no se hace esperar, para cargar con lo que quieren y lo que pueden: desde un pequeño dulce o perfume, según el giro comercial que se trate, hasta aparatos electrodomésticos, herramientas de trabajo (para vender desde luego), ropa y lo que ni siquiera uno se imagina.

Lo ocultan en su cuerpo, entre sus ropas, en el seno o entre los muslos, para lo que han desarrollado técnicas muy particulares, para poder caminar llevando algún objeto entre las piernas, y muy ocasionalmente son descubiertas, porque mientras una mujer entretiene al encargado de ventas o al administrador del negocio escogido, la otra sale caminando, para entregar lo sustraído a una tercera persona, en lo que involucran hasta menores de edad, que de esa manera se van adentrando al mundo de “las farderas”.

En Martínez de la Torre se multiplican los comercios que exhiben las fotos de algunas de ellas, las farderas, en tanto otras de ellas son detenidas y entregadas a la policía, aunque rara vez se le da seguimiento a ese tipo de casos, desde luego penados por la ley, por lo que a los pocos días y con el pago de una multa, recuperan su libertad, para volver “a las andadas”, reportan.