No cabe duda: nos acordamos del nopal, cuando éste tiene tunas
|- La fe religiosa se ha acrecentado como refugio ante penurias y riesgos de contagio.
Amadeus Olivarex
Martínez de la Torre, Ver.
En tiempo de crisis, la humanidad busca refugio, donde mejor considera estará a resguardo y la fe religiosa es uno de tales recursos, por lo que ésta se ha incrementado, dando paso a la proliferación de vendedores de imágenes religiosas, una para cada creyente.
Situación que confirma el adagio popular: “Nos acordamos del nopal, cuando éste tiene tunas”, pero según los letrados en la materia, en ese renglón también hay separación de la humanidad; 1 Juan 3:14, “Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.
Y para los que no aman a sus hermanos, de sangre y de espíritu, 1 de Juan 2:3, “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él. Así que a apresurarse a cumplir el mandamiento, antes de que los tiempos se tornen más difíciles, conmina el predicador, mismo que recientemente, bocina en mano, desde el puente, en el río Bobos, lanzó sus sentencias.