GREMIO PETROLERO Y SUS LÍDERES, SIEMPRE AL MARGEN DEL RESTO DE LOS MEXICANOS

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

GREMIO PETROLERO Y SUS LÍDERES, SIEMPRE AL MARGEN DEL RESTO DE LOS MEXICANOS

                Ricardo Aldana, sin decirlo o confesarlo, todos en las trincheras del sindicato charro del oro negro, admiten que se trata de todo un personaje, ampliación del ex amo del gremio, el señor Romero Deschamps, famoso por su hijo, que acostumbra viajar en un poderoso automóvil Ferrari de varios millones de pesos y que gusta de concurrir a los más ricos destinos turísticos del mundo.

                No le falta la razón a los otros 24 tiradores al liderazgo del sindicato del oro negro, cuando advierten que en esta competición el 60 por ciento de sus agremiados enfrentaron tantos  obstáculos, trampas, dijeron y otras artimañas invocadas por el sindicato charro,  para poder votar a través de una llamada telefónica, lo que si se llega a confirmar por las autoridades del trabajo, se  podría asegurar que entre esta  forma de elegir secretario general y las que tuvieron lugar en el pasado, al final del día son iguales.

                Vale decir, que la marca de la casa petrolera, sería la corrupción, el tráfico de influencias y el amago de los amos petroleros en contra de las bases que conforman los trabajadores, todos obreros de las distintas áreas laborales dentro de la industria petrolera, puesta en el ojo del huracán, cuando se hubo anunciado que ahora sí, su planta completa de trabajadores, elegiría por vez primera a su nuevo dirigente gremial.

                Sin embargo, coinciden la mayoría de los aspirantes a ocupar la silla que tanta le dio fama al gremio Joaquín Hernández Galicia, el depuesto dirigente por el presidente Carlos Salinas de Gortari, con singulares notas de escándalo y vasallaje, se diría ahora del gobierno en la  vida interior del sindicato que es de petroleros, nadie más porque el grueso de mexicanos, nunca ha tocado baranda en ese sector, por más que se diga que el petróleo, la riqueza que entraña y sus derivados, son propiedad del pueblo azteca.

                Por otro lado, quienes confirman que el señor Ricardo Aldana obtuvo el triunfo electoral en una contienda limpia, transparente y democrática, deberá asumir que la estampida de los búfalos, posiblemente lo lleve inclusive a tener que confrontarse nuevamente en un proceso electoral honesto, transparente y que convenza de sus resultados a más de 20 contendientes seguros de que esta muestra para nada puede ser calificada de haber sido democrática.

                Para los mismos veracruzanos que jamás han visitado una de las ciudades donde destaca el gremio petrolero, por la vida bastante confortable que llevan en sus ciudades, cuentan con residencias a todo lujo, vehículos automotores de lujo y en el pasado con el priismo en ejercicio del poder central, los petroleros garantizaron siempre el triunfo de candidatos tricolores a los cargos de elección popular.

A diferencia de cualquiera otro gremio, el de petroleros disfrutó de médicos y hospitales como ninguno otro, amén por supuesto de que un ciudadano mexicano, sin parentescos dentro del gremio, jamás podría ocuparse de alguna chamba en sus refinerías, plataformas o despachos administrativos.

ARRIOLA MOLINA DIJO QUE LOS EXCEDENTES PETROLEROS SE IBAN DE VERACRUZ Y PERDIÓ SU ESCAÑO

El senador electo Rafael Arriola Molina recorría la entidad veracruzana, pero específicamente las ciudades petroleras de Poza Rica de Hidalgo y Tuxpan de Rodríguez Cano, tomó la plaza pública de ambas localidades y externaría un mensaje tan encendido como eran todos los del profesor rural, al acusar que los excedentes petroleros que se generaban en los pozos productores de la entidad, pagaban el sostenimiento de la administración pública federal.

La respuesta al mensaje del fogoso orador, pronto se dejó sentir, al avisarle un enviado especial del centro, que el profesor dejaba de ser senador electo, lo cual el viejo dirigente priista asumió de cara a esa nueva realidad en su vida pública dentro del país y particularmente, en la entidad veracruzana, al lado del gobernador Rafael Murillo Vidal.

En ese entonces, el maestro disfrutaba ejerciendo un poder que ninguno de los funcionarios públicos del régimen ostentaba, ya fuera Francisco Berlín Valenzuela, secretario general de gobierno o Manuel Carbonell de la Hoz, subsecretario de gobierno, respectivamente.

                Ocupaba el cargo de presidente estatal del PRI, a cuyas oficinas llegaba a muy temprana hora y con las mismas se retiraba apenas entradas las primeras horas de la tarde-noche, en tanto el gobernador pasaba buena parte de la noche, en su despacho particular de gobernador del estado, lo que al maestro rural le provocaba, que hiciera la broma, cada que se ausentaba de sus oficinas, diciendo se va el lechero, porque el velador, se queda en palacio de gobierno.

                Ninguno de los funcionarios de la administración estatal, contrariaba o dañaba ni con el pétalo de una rosa al maestro y sus candentes mensajes, todo lo contrario, le rendían pleitesía y le mostraban una excelente y disciplinada abyección al paso del personaje, por el palacio de gobierno estatal.

                Cuando pierde el escaño de senador propietario, provocado por su mensaje de denuncia contra el saqueo de recursos petroleros por parte de funcionarios públicos federales, el senador suplente Samuel Terrazas Zozaya, de extracción petrolero, lo relevó en la cámara alta al Congreso de la Unión, por los seis años que dura dicho encargo de elección popular.

 El maestro, tragó sapos, pero los supo digerir finalmente, retirándose de la vida pública a su residencia particular, en donde integró un grupo de lectores de buenos libros y declamadores de las poesías más reconocidas de los años idos, a cuyas tardeadas de cultura asistían y don Rafael Arriola Molina, servía extraordinariamente como su anfitrión.

En el sur, norte y centro del estado de Veracruz, se sabía de los todopoderosos dirigentes charros del sindicato petrolero, a los que el común  admitía como una clase alta del obrerismo  azteca, gracias a la explotación del oro negro, que de siempre, para el resto, como la pasarela de 25 candidatos a su liderazgo, de alguna manera supieron que existen y se desgarran las camisetas por el control y las cuotas gremiales de fábula  y la obtención de una chamba política y sindical  por el resto de sus personales existencias. Esperemos.

TAXISTAS TIENEN QUE RENOVAR SUS UNIDADES CON MÁS DE DIEZ AÑOS O SE VAN AL CORRALÓN

                La encomienda ya está caminando, los taxistas y demás concesionarios tienen que renovar sus unidades automotrices o de lo contrario los sagaces agentes viales, estarían confinando sus vehículos en los corralones que para ello se pintan solos los concesionarios de las grúas, particularmente.

                Como es sabido, un taxi puede prestar servicios por espacio de diez años y no más, pues como puede testificarse miles de esas unidades circulan en condiciones verdaderamente deplorables. De sus interiores solo queda el recuerdo que constaba de asientos, ventanillas y maniquetas que ahora operan con graves deficiencias.

                Sus conductores, salvo honrosas excepciones, conducen ebrios o drogados, difícilmente se bañan y menos conocen geográficamente la ciudad, ignoran los nombres de sus colonias y muchos de ellos, para el grueso de usuarios son desconfiables, debido a lo grotesco de sus modales y trato en el lapso que dura una corrida.

                Cabe destacar que el gremio se integra de taxistas jóvenes y los entrados en años de la adultez. La experiencia entre dichos choferes es elemental, así que el taxista que sirve a través de una red radial, suele ganarse el respeto de los usuarios. A los taxistas “libres”, cuesta mucho convencer a sus clientelas, porque la duda suele darse cuando se cuestionan si se trata también de buenos servidores, la gente les desconfía y cada que se sube a su unidad, lo reflexiona dos veces debido al riesgo de ser atacado, asaltado o secuestrado.

                El gremio de taxistas, dejó de ser lo solidario que en un pasado fue con sus propios compañeros del volante. Esta es otra época.  Ahora cada quien se rasca con sus propias uñas a la hora de experimentar un siniestro, una colisión o tiene que enfrentar un simple incidente, con el pasajero que le reclama el monto de una corrida.

 Observa un viejo conductor, quien recuerda como fue el sitio de alquiler hace poco más de 20 años, es decir cuando solamente había mil 800 taxis en la ciudad. Ahora, la cifra rebasa los 18 mil y todos andan a la greña, por ganar un pasajero en la calle, a la entrada de una plaza comercial o con una llamada telefónica.

El taxi, objetan otros conductores, dejó de ser el negocio de los años 80 del pasado siglo XX, así que los “pulpos” de las concesiones, también han ido disminuyendo, porque muchos venden las placas y automóviles.

Sin duda, la transformación en este rubro no llega aún, pues el servicio que presta el taxi es deficiente, sucio y caro. La improvisación de choferes, es otra de las constantes que más afectan al gremio y el servicio a la comunidad. Para operar una unidad automotriz, no se requiere más que saber maniobrar un volante y operar una palanca de velocidades.

Esto, porque en países de Europa Occidental el taxista y el médico o el abogado, perciben  salarios  similares, porque los tres tuvieron que prepararse para realizar cada cual las actividades  correspondientes.

Así que enhorabuena, si el cambio de modelos de las unidades con una década de haber servido llega al taxi en Xalapa. Es todo.