ARS SCRIBENDI

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Rafael Rojas Colorado (II y última parte)

Siendo secretario General del Sindicato a nivel Nacional, se enteró de que la Compañía Nestlé tenía un proyecto para ampliar la fábrica de Chiapa de Corzo donde se procesaban leches en polvo, le sugirió a los representantes de la empresa entre ellos al ingeniero Eleazar Mendoza, que en Coatepec había muchas necesidades de trabajo, que propusiera ese proyecto, el ingeniero Mendoza viajó a Suiza, diez días después se comunicó con Rafael Arredondo para comunicarle que el proyecto se quedaba, fue de esta manera que se amplió la fábrica sección 3, se comenzó a pulverizar leche, muchas familias fueron beneficiadas con esta modernización, aunque la empresa le propuso que se diera a conocer que este logro fue petición suya, Arredondo prefirió que se quedara en el anonimato.

Cuando renunció, la empresa le retenía su indemnización, le daban largas, las causas es que no deseaban que se retirara, porque veían en su persona grandes virtudes y capacidad para un buen puesto, le ofrecían una capacitación para ser jefe en la fábrica que el eligiera, finalmente no aceptó la propuesta. Guarda silencio y respetamos su privacidad.

A los 22 años comenzó a jugar futbol, formó el equipo Cruxeiro, todos los conocían como Los Tlacuacheros, jóvenes en su mayoría de su barrio figuraba el inolvidable Rafael “Falo” Martínez, José Zapata, Alberto Vega, “El Gallina”, Mario Cortés, Rafael Arredondo Luna, “Peke”, Mario García, Noé Jacobo, el portero le decía “Doble Pechuga” por su complexión física entre otros más. Fue un equipo aguerrido, pues así era la personalidad del líder Rafael Arredondo Colorado que se batía con mucha pasión en la defensa de su equipo que duró diez años, ganaron un campeonato de liga, también formó parte del equipo Nestlé en todos los campeonatos inter fábricas que cada año se realizaban en diferentes sedes del país.

Su experiencia futbolista era tal que el presidente de la liga coatepecana, Enrique Fernández, lo invitó a apoyarlo en el arbitraje de los partidos de futbol, a los 40 años de edad inició una nueva aventura deportiva, pitó su primer partido en la Unidad Deportiva “Roberto Amorós Guiot”, convivió con otros árbitros como Abel Muñoz, “El Apache”, Roberto Rodríguez, Agustín Torres, “Napoleón” y Manuel Opoch entre otros compañeros más, sirvió al arbitraje durante 30 años y su último partido lo pitó en el campo número dos de la Unidad Deportiva, lo despidieron con porras, aplausos y vivas, pues lo merecía, en el futbol y como árbitro, vivenció pasiones que conducen a las discusiones, triunfos, derrotas, broncas, errores, pero, sobre todo ganó muchos amigos a lo largo de su vida deportiva.

Pero su sed, por seguir fortaleciendo el físico y alimentar el espíritu, lo encaminó al atletismo de gran fondo y de velocidad. Desde los cincuenta años comenzó a competir en carreras atléticas y aún lo sigue haciendo con compromiso y dedicación, ha participado en un sinfín de competencias de todas las distancias, entre las más representativas cuentan 7 maratones y 15 medios. En 1993 en el Estado de Chihuahua, ganó el campeonato nacional de 10 mil metros, participó en los 4 kilómetros de campo traviesa en Aguas Calientes; posteriormente compite en 100 y 200 metros planos, en Morelia, Michoacán gana la prueba nacional de 100 metros planos en el 2013. En el Maratón de New York en la edición 2004 queda en el lugar 52 en categoría 70 años y en el medio Maratón de Kentuky, EU; fue 4° lugar.

Actualmente, a la edad de 85 años, se prepara para participar en el mes de mayo de este 2022 en el Campeonato Nacional Master, en Mérida Yucatán, es un incansable guerrero de la misma vida.

Rafael Arredondo Colorado, después de servir con orgullo a La Nestlé, trabajó 31 años en la Secretaría de Educación Pública, es hijo de los finados Martín Arredondo Hernández y Margarita Colorado Landa, tiene 2 hijos: Rafael y María de la Paz Arredondo Luna, por un momento fija la mirada en la nada, luego expresa su agradecimiento a la Compañía, donde recibió mucha capacitación y una manera digna para vivir, le agradece a Dios por darle la oportunidad de conocer la vida y disfrutar lo que más le gusta.

Posee un espíritu de lucha porque es un guerrero de la vida, así lo ha demostrado en cada amanecer, la nostalgia le acerca diversos pasajes de su existir que le roban un suspiro, pero sus huellas ya están ahondadas por el largo camino recorrido, ese es el ejemplo o quizá el testamento que hereda a su familia y amigos, porque fue capaz de sembrar y cultivar sus ideales, los de un hombre ejemplar.

Esta es una remembranza de un hombre que en la vida cotidiana dedicaba a la familia, trabajo y deporte, encontró una manera de ser feliz, desahogar sus emociones y anhelos para compartirlos en sus diarias acciones. A sus 85 años de edad sigue caminando con seguridad hacia el futuro porque sus sueños no han finalizado, todavía tiene proyectos. Felicidades.