AMLO: ¿jefe de campaña en 2024?

AL PIE DE LA LETRA

Raymundo Jiménez

AMLO: ¿jefe de campaña en 2024?

Ha llamado la atención la insistencia que en los últimos días algunos analistas políticos capitalinos han hecho sobre la posible ausencia presidencial definitiva.

Versión que pareciera estar sustentada en la reciente afección cardíaca del presidente López Obrador, que a finales de enero lo obligó a realizarse un cateterismo en el Hospital Central Militar.

Ayer, por ejemplo, el columnista Salvador García Soto, de El Universal, tocó por segundo día consecutivo este delicado tema. En su texto que tituló nuevamente “Y si falta el presidente, ¿quién? (II)”, el autor de la columna política Serpientes y Escaleras revela que según análisis internos de la 4T, si López Obrador llegara a faltar el “sustituto natural” sería el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, aún por encima de la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, del canciller Marcelo Ebrard y del senador Ricardo Monreal, de quien, dice, “ni siquiera lo ven como aspirante al 2024, mucho menos como una opción para presidente sustituto”.

No obstante, apunta que el tabasqueño estaría obligado a negociar con Ebrard y con Monreal, pues, pese a todo, el zacatecano tiene el control de al menos 30 de los 61 senadores de Morena, “además de tener dos gobernadores y control de una parte de la estructura territorial y el vínculo más fuerte con el PVEM”.

“Quien quiera que fuera el presidente sustituto, en este caso Adán Augusto, tendría que hacer un arreglo con Marcelo y con Monreal, que además en un escenario como ese, seguro refrendarían su alianza para reclamar una parte del poder y de control del gabinete y, por supuesto, que con miras a la sucesión presidencial de 2024 se mantuviera su exigencia de ‘piso parejo’ y cero favoritismos ni imposiciones. Sólo con una negociación política profunda y con una repartición del poder, se podría evitar que, en ausencia de López Obrador, el caudillo que aglutinó a sectores y grupos tan disímbolos de la izquierda, la derecha y el expriismo, estallara una guerra intestina entre la actual clase gobernante, provocando un escenario de ingobernabilidad e inestabilidad política para el país”, apunta el columnista.

Sin embargo, también ha surgido otra hipótesis: que la ausencia definitiva presidencial no fuese por fallecimiento del mandatario o por licencia debido a razones de salud, sino que López Obrador decidiera dejar el cargo a finales de 2023 para erigirse en jefe de campaña de Claudia Sheinbaum, que hasta ahora ha dejado claro que es su favorita para sucederlo en la Presidencia.

Y es que a diferencia de Ebrard y de Monreal, en la prolongada crisis que enfrenta AMLO por el escándalo mediático de la mansión de un contratista de Pemex que su hijo mayor habitó en Houston, Texas, Sheinbaum salió a dar la cara por el presidente López Obrador y alineó a los 17 gobernadores de Morena y de partidos aliados para apoyarlo públicamente ante la “campaña de calumnias” que aseguraron tiene su origen en grupos económicos que perdieron privilegios “y se oponen a una reforma eléctrica que beneficie a la Nación y al pueblo de México”.