El espíritu ecológico se refleja hasta en el panteón
|- También el cariño que se mantiene, para quienes se han adelantado “al más allá”
Amadeus Olivarex
Martínez de la Torre, Ver.
Habrá a quienes les resulte un hecho insignificante, pero el florecimiento del espíritu ecológico, cuando el calentamiento global ha comenzado a dejar sin agua a muchas poblaciones de todo el planeta, al igual que sin alimentos, es de reconocerse, porque al menos no se queda en la queja, sino que pasa a la acción y busca el lado positivo de la abundancia del plástico tereftalato de polietileno o PET que sigue inundando los ecosistemas, en tierra y agua.
Quien tal acción emprendió, se presume por la falta de recursos monetarios, para mejorar la imagen de la tumba de algún familiar, no únicamente muestra el cariño que mantiene por quien haya partido “al más allá” o al viaje sin retorno, sino su identificación como parte del planeta, de la naturaleza, así como su clara intención de evitar, en lo posible, mayor daño a la Tierra y con ello diezmar el avance del avasallador cambio climático.