Eslabones de la historia, al descubierto; revelan cientos de documentos históricos
|- Cartas, fotografías y libros antiguos, que se conservan en un fondo privado, serán llevados al público con apoyo de Memórica a partir de este año.
CIUDAD DE MÉXICO. Revelan cientos de documentos históricos de personajes como Miguel Hidalgo, Agustín de Iturbide, Juan Nepomuceno Méndez, Juan Crisóstomo Bonilla, Juan Francisco Lucas, Manuel Molina e Ignacio Manuel Altamirano, entre otros, resguardados en la Colección Molina Bonilla, la cual está en proceso de reclasificación y digitalización.
Este acervo, considerado de interés en procesos históricos como la Independencia, la Guerra de Reforma y la Revolución Mexicana, suscribirá un convenio de difusión con la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, Memórica y el Archivo General de la Nación (AGN), el próximo 6 de abril.
Así lo adelanta a Excélsior Luis Eduardo Torres Molina, presidente de la Sociedad de Defensores de la República Mexicana y sus Descendientes A.C., la cual resguarda el acervo en un fondo que ha sido estudiado con apoyo de ADABI.
Es una colección amplia, un tanto ecléctica y prácticamente inédita que abarca distintos periodos de la historia. Nosotros, como asociación civil, lo que hemos tratado de hacer para difundir el acervo ha sido participar de manera individual o colectiva en algunas exposiciones, impulsar algunas investigaciones e, incluso, hemos colaborado con algunas investigaciones en marcha”, detalla Luis Eduardo Torres.
En este acervo hay documentos, libros y correspondencia inédita de Miguel Hidalgo y Costilla, y de Agustín de Iturbide para el capitán Juan Nepomuceno Bonilla, en la parte final de la consumación de la Independencia, así como información de los tres Juanes de la Sierra Norte, apelativo con el que se denominó a Juan Nepomuceno Méndez y los generales Juan Crisóstomo Bonilla y Juan Francisco Lucas, que participaron en la heroica batalla de Puebla.
También incluye información del coronel Manuel Molina, reconocido por Benito Juárez y Porfirio Díaz, y de los capitanes Tomás Molina Rosales y Roberto Quiroz, además de un fondo dedicado a temas educativos a partir de los profesores Constantino Molina, Ángel Molina y de Roberto T. Bonilla.
En el caso de Miguel Hidalgo, explica Luis Eduardo Torres, hay correspondencia oficial, algunos bandos y libros firmados por el padre de la patria, los cuales pudieron formar parte de su biblioteca.
Dos en particular resultan interesantes por la temática: las obras de Molière y un tomo de agricultura que, seguramente, fue parte de aquellas obras que le permitieron conocer las metodologías para el cultivo de zarzamora y la cría de gusano de cera”, destaca.
La colección, que también agrupa mapas, numismática, falerística y militaria, resguarda las ordenanzas y manifiestos que Iturbide entregó al capitán Juan Nepomuceno Bonilla, y una copia manuscrita de los Tratados de Córdoba.
En lo que respecta a Ignacio Manuel Altamirano, hay correspondencia de carácter personal con las señoritas Rosario y Asunción de la Peña.
También contiene recortes periodísticos de época sobre la vida y la obra de Altamirano, y destaca un poema dedicado a Luz Arce, el cual no he corroborado si ya fue publicado”, abunda.
¿Cuál es el contenido de las misivas entre Iturbide y Juan Nepomuceno Bonilla?, se le consulta a Torres Molina. “Son ordenanzas y algunos manifiestos de carácter militar escritos en Puebla, en los días previos a que el Ejército Trigarante avanzara a Córdoba. Sí puedo decir que es una serie de documentos de gran importancia para el proceso de la consumación de la Independencia”, apunta.
En este fondo, comenta, también se encuentra la medalla que Iturbide entregó a Juan N. Bonilla con una carta que da fe del origen, escrita por su esposa, en la que se lee:
Esta es la medalla que ganó mi señor Juan N. Bonilla por la Independencia de México, peleando al lado de Osorno y don José María Morelos hasta el triunfo del señor don Agustín de Iturbide en 1821. Es mi deseo que mis hijos la conserven”.
LOS OLVIDADOS
Por último, Luis Eduardo Torres habla sobre la asociación que preside.
Fue creada por decreto presidencial el 14 de abril de 1856, bajo el mandato del general poblano Ignacio Comonfort.
En 2014, se conformó como asociación civil y su principal idea es reivindicar a personajes y hechos que la historia oficial ha olvidado y que, no obstante, han formado parte de la construcción del Estado mexicano”, explica.
RESCATARÁN PERSONAJES DEL OLVIDO
Una de las joyas del acervo son los documentos que reconocen a Manuel Molina como el primer combatiente destacado de las batallas del 5 de mayo de 1862 y del 2 abril de 1867, en Puebla.
Me parece que estos documentos ocupan un lugar central, porque dan testimonio de un personaje de origen nahua al que la historia oficial no le ha hecho justicia”, asevera Eduardo Torres.
Entonces, en este fondo sí se devela a un personaje aguerrido y comprometido con las causas que él consideraba justas”, dice.
Incluso, existe registro de que fue reconocido por Benito Juárez y Porfirio Díaz, aunque al término de la guerra depuso las armas y se dedicó al campo.
Otro documento que podría ser una joya es la copia de un códice colonial no identificado que, hasta donde se sabe es de origen mixteco o zapoteco.
Tenemos la intención de que ese documento sea analizado por la Benemérita Universidad de Puebla, con el fin de confirmar si es auténtico o no”, concluye.