CIERTO, LOS ESPECIALISTAS REALIZAN DE ONCE A 14 AÑOS DE ESTUDIOS
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RAUL GONZALEZ RIVERA
CIERTO, LOS ESPECIALISTAS REALIZAN DE ONCE A 14 AÑOS DE ESTUDIOS
En la conferencia mañanera de ayer en palacio nacional, una reportera valientemente hizo la denuncia acerca de hospitales, clínicas y consultorios privados, en los que despachan supuestos especialistas plásticos, pero con la investigación que presentó verbalmente, sin mostrar documentos que lo probaran, dijo que un médico especialista se lleva muchos años realizando estudios y prácticas.
Sin embargo, la periodista reveló nombres de galenos, hombres y mujeres que han dejado a lo largo de los años de practicar la cirugía plástica a decenas de mutilados y en el peor de los casos, personalidades inclusive del ámbito artístico, que han muerto, lo que refleja un fenómeno nunca indagado pero que deja una profunda huella de lesionados, pacientes con males permanentes en sus vidas y que cuando se deciden a presentar sus denuncias, son amenazados.
En efecto, la gente sabe poco acerca de lo que ocurre con una carrera como es la del médico, plagada de miles de horas que dedican al cursar la carrera, concluirla cinco años después es una proeza que a muchos de ellos les acarrea padecimientos, pero les deja la seguridad den aspirar a no solo quedar como médico general, sino aspirar a la especialidad.
Una respetable joven doctora ahora, con tres especialidades, nos confiesa que ella cuando sustentó el examen para realizar la primera de sus especialidades, posterior a haber cubierto su año de servicio social, había pensado que sin estudios de posgrado, sencillamente se negaría a ser solamente un médico general, y que inclusive entonces buscaría otra actividad, que no fuera la medicina, pasión de su cara vocación por ejercerla en favor de la salud de un grupo de pacientes en lo específico.
Claro, 12 años de asistir a la escuela y el hospital, se dice fácil, cubrirlos, entrañan una entrega total al aprendizaje, al conocimiento en lo particular de una y otra asignatura que tienen que ver con la salud humana. Esto debe hacer el galeno que en verdad aspira a serlo lo es ante los ojos de los demás
Si un médico se forja en cinco años y otro de servicio social, convertirse en un especialista de la medicina, le lleva otros cinco, seis, siete o más años. Es quizá una de las escasas profesiones en la cual, la constante de leer sus libros y analizar sus casos de consultorio ya sea público o privado, es de todos los días y muchas veces sus noches.
En México, aun y con las escasas condiciones de confort y equipos y medicamentos al alcance de sus manos, para atender y diagnosticar a sus pacientes, en torno al ejercicio de la medicina, ostenta el distingo de que sus médicos especialistas, son confiables, pese a las adversidades que se les presentan muchas veces en su práctica cotidiana, obviamente en donde su número desigual, frente a los índices que marca la OMS, pero que con estoicismo cumplen con su país, nadie lo pone en duda.
Conste porque también argumentan que frente a sus iguales de profesión, de países desarrollados de Europa Occidental, sus pagas son infinitamente menores a las que aquellos devengan, así también como sus jornadas de trabajo, las de aquellos son superiores a las de nuestros médicos especialistas en México. Esperemos.
CANDIDATOS DE OPOSICIÓN CONFIABLES PARA LOS MEXICANOS ESTÁN OCULTOS O NO LOS HAY
Antes, los socios del viejo régimen priista , incluido el ámbito de los panistas y hasta los albiazules, se preciaban diciendo una y otra vez que en sus trincheras había los suficientes elementos y voces, que bien podían resurgir y levantar al pueblo de México, de la postración en que se encontrara.
Los famosos dirigentes del priismo aldeano inclusive, reseñaban un lista de tiradores a los huesos públicos, que incluía a docenas de personajes dedicados a las actividades más diversas, que a la hora buena, bien podían colocarse la casaca de políticos.
Así fue como los priistas, gozaban de contar con cantidades industriales aquí en la aldea, para designarlos como delegados y que fueran éstos, quienes sacaran las convenciones y demás actos partidarios, para convocar a sus paisanos y sacar los nombres de aquellos que gozaran de las simpatías mayoritarias-se decía- y transformarlos en candidatos.
La política entre otras mañas, es el arte de maniobrar con el discurso para convencer a los no creyentes de los políticos y en ese contexto sobre todo los priistas, se pintaban solos. Si además, el aspirante a cargo público, dominaba la oratoria, no necesitaba mucho para elevarse hasta las nubes y que la gente lo visualizara, quisiera y sufragara por él, en las urnas electorales, que el conocimiento y el saber, poco importaban, en lo que hace al servicio a los demás.
Tanta gente hacia política con colores del PRI, cuenta la historia que hasta un modesto limpia vidrios del edificio de Moreno y Ruiz Cortines, entonces bajo la dirección del historiador Carlos Domínguez Milián, en un momento de crisis que afrontaba su partido, por falta de un delegado, avistó a Marcelino, lo invistió como delegado y lo envió a la tierra del dios Tigre, Teocelo, en donde el joven campesino también, sacaría candidato de una convención a la alcaldía del municipio.
Ya con su trofeo alcanzado con su participación y la victoria electoral, Marcelino ya no quiso seguir limpiando vidrios de la casa del PRI, pasó a las trincheras de la ex poderosa liga de comunidades agrarias y sindicatos campesinos, y desde entonces cuentan los heraldos, después de 40 años, sigue siendo grillo rural, aunque ya no planta una sola semilla de café.
En efecto, aun con toda y su escuela de cuadros, el partido insignia por setenta años, dejó de serlo cuando el hartazgo llegó al cuello de los ciudadanos del país, pero, seguían diciendo y lo siguen argumentando, que hay partido para el porvenir y que sus candidatos, si existen, están bajo buen resguardo, y que saldrán a la escena de lo público, cuando así corresponda, antes no
Claro, hay vetustos y avejentados socios del viejo régimen, corroídos por la corrupción, dedicados a atender sus tantos negocios, que igual sin convicciones prefieren la comodidad de las ganancias obtenidas, en lugar de hacer grilla, que fue lo que les enseñaron patriarcas, líderes, amos y señorones de la empresa política del pasado en este país. Al tiempo.
ANTES DE OCURRIR UNA TRAGEDIA, TRANSPORTE PÚBLICO DEBÍA FIJAR UNA TARIFA IGUAL PARA TAXIS
Algunas veces o no pocas, están a punto de registrarse verdaderas tragedias, debido a la lucha que mantienen los usuarios (entiéndase pasajeros) del transporte pública, ya sean autobuses urbanos o los conductores del taxi, sobre todo ahora que se ha dividido entre los llamados “libres” y los que operan mediante la llamada por teléfono o radio.
La libertad que tienen los gremios para ejercer la chamba que más les venga en gana o la requieran para conseguir el sustento diarios de ellos y sus demás familiares, enhorabuena, que así sea, pues los espacios laborales en días como estos, de verdad que escasean y los existentes son pagados con cantidades pírricas.
No es un capricho que miles quieran salir huyendo de territorio nacional, para viajar con o sin documentos migratorios a suelo de los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, preferentemente.
El común de los empleos, obligan al trabajador a prestar largas jornadas ocupacionales horas a cambio de salarios de hambre. Este fenómeno por supuesto, provoca o deriva por otro lado, en una constante de grupos dedicados a cometer actos delincuenciales, pues les resulta más cómodo y así pueden satisfacer las elementales necesidades.
La gente que sufre los enconos de la delincuencia, generalmente prefiere callar, mucho antes que ir ante un fiscal y demandarle su atención, porque la carga de requisitos para conseguir su intervención, les causa pena ajena, ya que generalmente no se investiga nada, se deja de perseguir a los auténticos delincuentes y son semanas y meses y años, de espera para que se dé la resolución y finiquito de la indagatoria en cuestión.
Uno de los gremios más repudiados por la ciudadanía, es el de los taxistas. Se integra de conductores de vehículos de motor que jamás se sometieron a un examen sobre mecánica automotriz y peor aún, ignoran cuál es su papel como servidores públicos, siendo que una mayoría y los usuarios opinan que más los choferes jóvenes son ajenos a cualquier gesto por la atención espontánea a sus clientelas.
Por otro lado, los taxistas libres, enfrentan la condena generalizada en el sentido de que cobran las tarifas que mejor les viene en gana, la autoridad vial a denuncia del público usuario se concreta a asaltarlos, pero nuevamente en la calle, con nuevos bríos acometen en contra de los bolsillos del grueso de pasajeros, quienes quedan entre la terrible alternativa de pagar o pagar las corridas, o se suben a un destartalado autobús urbano, que tampoco sus conductores cantan mal las rancheras, en lo que hace en el trato a sus clientelas.
Finalmente, cabe destacar, ¿quién sabe por qué?, los taxistas menos socorridos por usuarios, son lo que aparcan sus unidades en las entradas a las plazas departamentales y los que asumieron el control de hace ya algún tiempo en la terminal de autobuses de Caxa. Sus tarifas son las más caras y su comportamiento deja mucho que desear, acerca de que puedan ser calificados como servidores públicos del volante. Es todo.