XALAPA, UNA CIUDAD SIN PRODUCIR NADA; CIERRA NEGOCIOS Y ABRE PLAZAS COMERCIALES

  • Retorno histórico de la Estancia Garnica, para los jubilados y derechohabientes del IPE

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

XALAPA, UNA CIUDAD SIN PRODUCIR NADA; CIERRA NEGOCIOS Y ABRE PLAZAS COMERCIALES

                Lo que pasa en Xalapa, es para Ripley, ya que se trata de una ciudad donde nacen más niños, se abren  y cierran negocios, la industria no existe, pero que tal la apertura de plazas comerciales, en destinos habitacionales consagrados para la tranquilidad franciscana, el sano esparcimiento de las familias y el desarrollo como personas de miles de habitantes.

                Cuando  el arquitecto que ahora repite como titular de desarrollo urbano, a los xalapeños de medio pelo económico, hurgaba hasta en sus conciencias para poder autorizarles la edificación de una vivienda de solo un piso, dos recámaras, etc. etc.

                Sin embargo, para nada chistó cuando le cantaron bonito al oído y le dijeron que debía autorizar la construcción del hotel que obstruye o estorba la vista-desde entonces- de la parte de atrás del palacio de gobierno del estado. Entonces el director de desarrollo urbano, justificaría que una construcción semejante no  afectaba ninguna panorámica y que ese negocio, en el corazón de Xalapa, respondía al llamado de los viajeros y turistas que lo utilizarían como una ampliación de  sus casas.

                El capricho se dio, satisfizo el interés de poderoso don dinero, mientras los vecinos de la avenida Araucarias luchaban a brazo partido, porque la dirección de desarrollo urbano ya no autorizara más establecimientos comerciales sobre dicha rúa, amén de que se proponía pegar el asalto a la reserva ecológica, con el fin de entregarla a un influyente de aquellos años, porque allí  edificaría un hospital. La decisión no contó con la astucia de los habitantes del lugar, los cuales realizaron una defensa impecable, evitándose que talara árboles y destruyera importante área de jardines.

Ahora el chirrión amaga con romperse, el alcalde  Ricardo Ahued,  de entrada ha advertido que llevará a cabo una revisión minuciosa, sobre todo en lo que hace a la apertura de plazas comerciales, lo cual, tiene ya bastante asfixiadas a las colonias periféricas y residenciales de la ciudad, siendo que Xalapa es habitada por burócratas, académicos y estudiantes, dos firmas empresariales importantes y tampoco hay industriales.

                En un pasado que ahora se ve lejano, Xalapa contó con dos fábricas de hilados y tejidos, una en San Bruno y la otra en El Dique, la fábrica de Metálicas Galindo, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, la empacadora de chiles xalapeños , alguna que otra fabricante de mosaicos antiguos y parémosle de contar. Obreros eran contaditos y campesinos, apenas el 3 por ciento de la población hace 50 años y que se dedicaba al cultivo de café, chile, frijol, naranja y que acabaron por vender sus ejidos, uno en terrenos de la Congregación de Chiltoyac, donde opera todavía el relleno sanitario.

La fábrica de triplay, construyó las primeras puertas del estadio Azteca de futbol de la ciudad de México y una vez concluida la mencionada obra, los dueños dijeron que cerrarían  el inmueble que se localiza sobre la avenida 20 de Noviembre  y que ahora, opera como escuela de bachilleres de un capitalista privado.

La apertura de plazas comerciales, igual se come a cientos de negocios pequeños, pero en la zona de las Ánimas  honor a la verdad, hay un rechazo contundente a más de esos inmuebles. Allí falta agua potable, ya que se distribuye por tandeos entre dos y tres días, el alumbrado público es pírrico, las aguas sucias del lago apestan y la vigilancia que realizan los  elementos de la SSP, apenas cubre un tercio de los 22 fraccionamientos habitacionales. Esperemos.

UNA LÁSTIMA, QUE HAYAN RETIRADO DEL FIDEICOMISO EN LA ADMINISTRACIÓN DEL ACUARIO DEL PUERTO JAROCHO

Hay en la mayoría de vecinos del puerto jarocho, un gran desencanto, porque el Acuario – su orgullo nacional e internacional como espacio para la recreación familiar y el conocimiento científico, haya cambiado de administradores, siendo que bajo la gestión  de quienes la dirigían cumplían ya 30 años sin tener que enfrentar ninguna irregularidad.

El Acuario cuenta con  una extraordinaria construcción, la cual dirigió un grupo de expertos traídos de Japón, en donde se encuentran otros acuarios semejantes a éste. El distingo de esta obra, que no hay otra igual o mejor en el país y que a un bajo costo por entrada los menores de edad, jóvenes y padres de familia contaban con un espacio para la recreación y el conocimiento de la ciencia marina y otras ramas del saber científico.

Conservadoramente, cada año, el Acuario recibía a casi un millón de visitantes, tanto porteños como del resto del país y el mundo. Todo un escenario, único, de una belleza sin par en lo que hace a “peceras” gigantes, amén de la gran cantidad y variedad de peces, tiburones y otros mamíferos acuáticos, cuyo objetivo se cumplió por espacio de 30 años, al ofrecer a menores y familias completas un espectáculo recreativo, divertido y científicamente  demostrado, con la información a detalle que les brindaba un equipo de trabajo, sobre el cual, descansaba su administración.

Sin embargo,  no hay trama sin que llegue a su final, sea mala o buena, que hace apenas una semana les dijeron que la procuraduría de defensa del ambiente, hizo una inspección y que habría encontrado varias irregularidades, las cuales una vez resueltas o reparadas, según el informe extraoficial, reabriría las puertas del Acuario, lo que sucedió, pero ahora en manos de la misma procuraduría.

Por supuesto, a los habitantes del famoso puerto de Veracruz, cayó la noticia como balde de agua helada sobre sus espaldas, muchos se inconformaron, empezando por la alcaldesa Patricia Lobeira de Yunes, quien condenó dicha clausura y  a su vez exigió la reapertura inmediata, la cual se informó que ya se dio, como lo hace constar un decreto emitido por el gobierno del estado, y la entrega del mencionado acuario, a la procuraduría del medio ambiente.

Por otro lado, se supo que el gobernador Cuitláhuac García, exige que le informen a detalle porque murió un manatí, lo cual por voz de los jarochos, su muerte se debió a que no les dieron de comer cuando menos por espacio de tres días, que duró la clausura que hizo la procuraduría mencionada.

SIN SEGURIDAD NI LOCALES Y MENOS SIN EQUIPOS, QUIRÓFANOS Y MEDICAMENTOS, NO IRÁN LOS MÉDICOS

                El doctor  Hugo López Gatell Ramírez, subsecretario de salud, tal vez ignore que en la mayoría de las zonas rurales del país, las condiciones de vida continúan siendo las mismas que hace 70 o más años, es decir, cuando la medicina comunitaria, fue atendida por médicos venidos de la UNAM, pero haciendo milagros atendían a sus pacientes, muchos lograban sobrevivir, otros desgraciadamente fallecían.

                Los poblados siguen siendo los mismos, algunos  alejados de todo centro urbano, sin los elementales servicios de agua potable, energía eléctrica, rúas de acceso y tampoco centros de salud, menos clínicas hospitalarias o institucionales del IMSS o el ISSSTE.

Sin embargo, vamos a recordar uno de los municipios, que bien puede ser considerado como cabecera de cuando menos una docena de municipalidades, comunidades y rancherías que se conectan al poblado de las Vigas de Ramírez, a tan solo 35 kilómetros de distancia con la capital del estado.

Ya hace la friolera de siete u ocho décadas, los tala-montes arrasaron miles de hectáreas con sembradíos de pinos, árboles y oyameles, cedros y otras  plantas maderables, pero en particular  uno de esos personajes, enriqueció brutalmente sus bolsillos, a costa de la explotación forestal, rapando las montañas, cortando y sacando miles de pilotes, que habría de transportar en camiones de carga y traileres a los estados del sureste de la república.

Raúl González Náñez, era el maderero, entonces no había IMSS, ni ISSSTE ni consultorios  del doctor Símil, ni centros de salud, así que sus  miles de trabajadores, todos leñadores, expuestos siempre y con muchas bajas por distintas enfermedades que contraían en el corte de los árboles, los atendía generalmente uno de los dos médicos, con que contaba Las Vigas de Ramírez, ambos formados en la primera escuela de medicina de la UNAM, allá en la capital del país.

Al galeno que  de vocación ejerció la medicina más de 35 años, en medio rural, correspondió ver cuerpos quemados, por la tala,  lacerados por las yagas sus brazos y piernas y así como en aquel entonces que no había clínicas ni hospitales en muchos kilómetros a la redonda, el médico hacía milagros, tampoco se  habían inventado los antibióticos.

 El segundo de los médicos, ejercía también en el pueblo, la mitad del día como médico y por las tardes, trabajaba en su tallercito donde reparaba lo mismo aparatos electrodomésticos, que  relojes de pulso y pared. La paga  de honorarios a esos galenos, la hacían sus  pacientes con dinero y si no lo tenían, en especie, con gallinas, patos, pan, bolsas con verduras y frutas.

Cierto es que el llamado periodo neoliberal desmanteló los servicios médicos en todo México, pero en la zona rural, continúan igual que hace más 80 años. Entonces, a que va un médico especialista, que no podría ejercer como cirujano, porque le faltará instrumental  de cirugía, materiales de curación, laboratorios, mesas de exploración, quirófanos, que antes no los tuvieron y ahora tampoco.

Tal vez, pensando en voz alta, si tanto quiere el aparato de gobierno traer a los médicos cubanos, primero que éstos se sometan al largo ritual  que cumplen nuestros médicos, el cual incluye la presentación de exámenes más exámenes, estudiar como locos sus libros, realizar sus prácticas una y otra vez en las clínicas y hospitales y ya que la Academia Nacional de Medicina, asegura que los caribeños carecen de especialidades, entonces que estos médicos, vayan a la zona rural y ejerzan atendiendo los primeros auxilios, allá donde hay cuando menos 12 millones de desheredados de todo. Al tiempo.