Desde 1977 fue presentado el modelo biopsicosocial: cuerpo, mente y medio ambiente
|- Afortunadamente ya hay aquí quienes con el enfoque biopsicosocial, tratan a personas
Amadeus Olivarex
Martínez de la Torre, Ver.
Hoy es común escuchar temas relacionados a la medicina cuántica, misma que ubica al ser humano en sincronía con el planeta Tierra y con el Universo, como un todo lleno de la misma energía, por lo que su salud o enfermedad depende de las vibraciones y frecuencias en que se halla cada persona; antes, George Engel, en el año 1977, dio a conocer su enfoque biopsicosocial de sanación ante las diversas enfermedades, englobando cuerpo, mente y medio ambiente circundante.
Lo anterior surge al momento de valorar la prevalencia y nociva acción, en el ser humano, del coronavirus, dado que para tal virus, hasta ahora no hay curación definitiva, sino que es inteligente, evoluciona para causar más daño, empezando por el sistema respiratorio, para instalarse en el sistema nervioso y desde ahí continuar extendiéndose hacía el corazón y el cerebro, según exponen investigadores entre prestigiadas universidades norteamericanas.
Concluyendo que eso sucede, porque la medicina convencional a toda costa trata de enfocar la enfermedad desde un ángulo físico o mental, pero no de una manera globalizada, cuando desde el año 1994 se demostró que no existe división alguna entre la mente y el cuerpo, mantenidos como un todo según o revelan los sistemas nervioso, endocrino e inmune y el cerebro.
Afortunadamente en Martínez de la Torre empiezan a surgir personas, como Rubén Reza Montañéz, que de médico veterinario dio el salto mortal a la herbolaria, avalado por la Universidad de Chapingo, y continuar actualmente profundizando en materia de salud, ya en lo que hace a radiestesia o estudio del electromagnetismo o energía, bajo el postulado de que el ser humano es un ser bioenergético.
Por lo que si en alguno de los sistemas orgánicos que componen al cuerpo y cerebro, hay alguna falla, descompensación o desequilibrio bioquímico, éste afectará a la totalidad del cuerpo y en ello resultan determinantes el estrés crónico, como las emociones que experimenta la persona, se asentó.