EL CIUDADANO

“Jamás permitas que la ignorancia, el odio, la envidia y la negatividad de ciertas personas, detengan tus ganas de ser buena persona y lucha por lo que quieres”. FERNANDO LEIVA

LA VIDA ES BELLA, espero que disfrute este lunes 29 de agosto del 2022, antes de continuar con nuestro cuento de la ISLA DE LOS NAUFRAGOS, te invito a que pienses en la palabra TÚMIN, de la que al final de nuestro cuento, te hablaré ampliamente. Pues bien, ¿qué te está pareciendo la aventura de nuestros personajes en la Isla de los náufragos? Ante la situación reinante es Enrique quien decide convencer y unir a sus compañeros. Comienza por Jaime, quien entendió rápido: “¡Eh!, dice Jaime, yo no soy un erudito, pero hace tiempo que el sistema de ese banquero huele muy mal”. Todos están convencidos y se decide una nueva entrevista con Oliver. Todo eso fue una tormenta para los oídos del Banquero: -Señor, el dinero está escaso en la Isla, porque usted nos lo retira. Se le paga y se le paga y se le debe todavía tanto como en un inicio. Se trabaja, se hacen las tierras más bellas y nos encontramos peor que antes de su llegada. ¡deudas! ¡deudas! ¡Deudas hasta el cuello! -Vamos amigos míos, razonemos un poco. Si han prosperado, es gracias a mí. Un buen sistema bancario es el atractivo más bello de un país. Pero para aprovecharlo, sólo confíen plenamente en el banquero. Vengan a mi como un padre… ¿Quieren más dinero? Muy bien. Mi barril de oro vale muchos miles de dólares … Tomen, voy a hipotecar sus nuevas propiedades y prestarles otros 1,000 dólares de inmediato. – ¿Nuestra deuda se elevará a 2,000? ¡El doble de intereses a pagar por el resto de nuestras vidas! – Si, pero les iré prestando, a medida que aumente el valor de sus propiedades; sólo me devolverán el interés. Ustedes juntarán los prestamos en una “deuda consolidada”, que podrán aumentar cada año. Pero sus ganancias también y tendrán más impuestos para desarrollar su país. -Entonces, ¿Cuánto más producimos, más aumenta nuestra deuda pública? – Como en todos los países civilizados, la deuda pública con los banqueros es señal de progreso.

– ¿Y esto es lo que usted llama “moneda sana”, señor Oliver? Una deuda nacional que se vuelve necesaria y que no se puede pagar, esto no es sano, es malsano. – Señores, toda moneda sana se base en el oro y sale del banco en forma de deuda. La deuda nacional es una buena cosa. Hace que la gente no esté demasiado satisfecha. Subyuga a los gobiernos bajo la suprema sabiduría, encarnada en los banqueros. Como banquero, soy la antorcha de la civilización en su isla. Dictaré sus políticas y regularé su modo de vida. –  Señor Oliver, nosotros somos ignorantes, pero no queremos aquí esa civilización. No le pediremos más préstamos. Moneda Sana o no, no queremos más tratos con usted. – Lo siento por su mala decisión, pero, si ustedes rompen conmigo, tengo sus firmas. Reembólsenme ahora TODO, CAPITAL E INTERÉS. PERO ES IMPOSIBLE SEÑOR, INCLUSO SI LE DIÉRAMOS TODO EL DINERO DE LA ISLA, SEGUIRIAMOS ENDEUDADOS. – ¿Qué puedo hacer con esos? ¿Han firmado, sí o no? Muy bien. En virtud del reglamento de contratos, me apodero de todas sus propiedades empeñadas, tal como convenimos, cuando estaban tan contentos con mi ayuda. ¿Ustedes no quieren servir de buena fe al poder supremo del dinero?, pues lo servirán a la fuerza: Continuarán explotando la isla, PERO PARA MÍ Y BAJO MIS CONDICIONES. ¡Ahora váyanse! Les comunicaré mis órdenes mañana.

Oliver sabe que aquel que controla el sistema monetario de una nación controla la nación. Y que, para mantener ese control, hace falta mantener al pueblo en la ignorancia y distraerlo en otras cosas. Oliver nota que, entre los cinco isleños, dos son conservadores y tres liberales. Se nota en las conversaciones por la noche, sobre todo desde que se han vuelto sus esclavos. Hay peleas entre azules y rojos. Nuestro cuento está casi por terminar. Espero que te agrade el desenlace. Hasta la Próxima publicación. Bendiciones.