PRESUNTA ENCUESTA DE INEGI, PARA SABER QUÉ PIENSA LA GENTE SOBRE LA INSEGURIDAD

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

PRESUNTA ENCUESTA DE INEGI, PARA SABER QUÉ PIENSA LA GENTE SOBRE LA INSEGURIDAD

                Un grupo de jóvenes mujeres, andan en las calles de Xalapa, diciéndose trabajadoras del INEGI para realizar una encuesta sobre los rubros de inseguridad y violencia, destacando al final de su recorrido por la arteria de Pípila, que el 89 por ciento presume que lo más grave que enfrenta la sociedad es la inseguridad pública, la violencia y lo pobre que está el grueso de la población.

                De uniforme y credencial aparentemente otorgada por el INEGI, varias jovencitas preguntan a los moradores en  algunas de las viviendas de la colonia Hidalgo, concretamente sobre su percepción acerca de la inseguridad y los cuestionados, llanamente refirieron que efectivamente, el miedo, el temor y la zozobra no dejan de sentirlas miles de habitantes de la ciudad y el país.

                Empero, el común de habitantes de la ciudad, considera que entre  los problemas más agudos que padece la ciudadanía además de la pobreza, la desigualdad, el creciente desempleo, se encuentran la inseguridad, pues el grueso asegura que una vez caminando en la calle  aparece el miedo, el temor de ser atacado y lo peor que no existe institución destinada a garantizar la  seguridad de las personas, que sea confiable totalmente.

                Todas tienen su lado bueno, pero el malo destaca sobremanera. Cuántos ataques de representantes de las fuerzas públicas de seguridad que irrumpen violentamente para tranquilizar a presuntas bandas delincuenciales, se realizan cruces de balazos y las víctimas mortales suelen ser personas y menores inocentes.

                La ciudadanía tiembla nomás de imaginar que puede ser asaltada en su vivienda y robada de los enseres domésticos  inclusive, porque los lujos, solamente los pueden disfrutar los altamente adinerados de este país. En la calle, teme a ser atracado y hasta asesinado. El país registra más de 24 víctimas mortales diariamente, todas por actos de violencia.

                Oficialmente, se asegura que en las cárceles mexicanas hay alrededor de 250 mil internos, de los cuales solamente el 30 por ciento recibieron una sentencia condenatoria, pues el otro 70 por ciento, sigue a la espera de que un juez los condene o ponga en libertad. Es decir, que se ha vuelto una tónica permanente, que el poder judicial, suele soltar a muchos de los pillines que las fiscalías ponen a su disposición, aunque por otro lado, de siempre se cuenta que éstas, suelen mal integrar las carpetas que involucra a presuntos responsables de cometer alguno de los tantos delitos contemplados en sus contenidos.

                La gente enfrenta constantemente zozobra y miedo, ante lo imprevisto. Las distintas siglas que conforman la fuerza material del estado, se dijo en la encuesta del INEGI que no son confiables al cien por ciento, sino todo lo contrario,  el riesgo de cruzarse al paso de un uniformado de la sigla policial o armada, les provoca temores, miedos y no hay ni ha habido el antídoto que en el  discurso convenza a una población desgastada por confiar en la renovación de la esperanza, única razón para que el pueblo tenga la confianza en un  cambio favorable.

                En la gran urbe de la CDMX tiene lugar el debate sobre la inclusión de la guardia nacional en la Sedena, con lo cual a la distancia, muchos opinan que será favorable que así sea,  en aras de conseguir y conservar la paz social, en tanto numerosos grupos sociales, activistas y juristas y legisladores coinciden en que  México se afilia con rumbo a la militarización de su vida pública cotidiana.

TIRADORES A LA SUCESIÓN PRESIDENCIAL ADMINISTRAN SUS DESPACHOS O HACEN CAMPAÑA

                Cuidado, mucho cuidado, solía decir el viejo zorro de la cuestión pública, don Mariano Ramos Zarrabal, cuatro veces diputado y analista agudo de cómo se conducían los políticos de los años 50 a 80 del pasado siglo XX, cuando advertía que  gobernar o representar al pueblo inclusive desde una alcaldía municipal, si no se sabía conducir con mesura, obvio es que su administración  lo desgasta y más, si todavía querría conseguir otro hueso, al concluir la gestión en el primero.

                En política, advertía don Mariano, “hay que parecer medio pendejo, y medio abusado”, y solo de esa forma va mantener  imagen, fuerza, confianza en la gente y le verán hasta posibilidades y expectativas de continuar en forma ascendente en la carrera política.

                Si el alcalde del municipio más pobre, se ufana de que va a realizar las grandes obras y no lo hace, júrenlo que se va a caer y no podrá aspirar más que a concluir su mandato y volverse a su casa, de la cual nunca debió haber salido.

                Todo gobierno cuando inicia labores, gana la atención del pueblo, que ya estaba harto de sus pasadas autoridades públicas. Es normal que esto suceda. Señalaba el legislador nacido en Cosamaloapan de Carpio, tío del extinto abogado Francisco Loyo Ramos, ex director de la facultad de Derecho de la UV y a quien correspondió coadyuvar en la limpia de porros en el mencionado plantel universitario.

                Y fue al ejemplo más nítido, experimentado en Veracruz, don Marco Antonio Muñoz T., fue un mandatario queridísimo por el pueblo, solía salir a la calle desde su residencia localizada en linderos del parque de los Berros, arribar a la calle de Enríquez, caminar hacia el parque Juárez, bolearse su calzado, subir sin guaruras que lo escoltaran a sus oficinas de palacio de gobierno-Y así cotidianamente, lo que le permitió ser uno de los políticos más carismáticos, sencillos y respetados de aquellos ayeres.

                Sin embargo, al concluir su gobierno, muchos de los que le habían jurado  disciplina y abyección inclusive hasta la muerte, don Marco Antonio, debió emigrar hacia Zacatepec, estado de Morelos, para hacerse cargo los ingenios azucareros del país, y olvidarse, según contaban seguidores suyos, de la actividad concretamente política.

                Se cuenta lo anterior, porque una encuesta llevada a cabo por el periódico  El Financiero, le da solo el 37% de los potenciales votos de los  capitalinos a la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, porque ven  y le proponen que se haga cargo de su gobierno, como lo venía haciendo o se concentre en trabajos de precampaña presidencial. Una alerta roja que se enciende a tiempo para ser superada, pero no hay que olvidar que con el paso del tiempo, los gobernantes suelen cansar a un electorado, sobre todo más exigente, como es el actual. Al tiempo.

EXISTE O NO REGLAMENTO PARA EVITAR EL REGUERO IMPUNE DE HECES FECALES DE CANES

                En algún momento se apuntó que existe un reglamento, que rige para ser respetado y aplicado por los propietarios de mascotas, los cuales los sacan a la calle, pasean por los parques y jardines, depositan sus heces fecales, pero aquellos no las levantan, las dejan al aire libre, contaminan el ambiente y no pocos de los transeúntes caen víctimas al pisarlas con sus zapatos indiscriminadamente.

                En algunas viviendas, como una de la avenida Moreno Valle en  el fraccionamiento  Jardines de las Animas, colocó un letrero, llamando a la conciencia de los dueños de mascotas, pidiéndoles que levanten los desechos fecales de sus perritos, para lo cual, pegadas a la lámina de aquel aviso, aparecen diversas bolsitas de plástico, las que ofrece como un regalo para aquellos imprudentes, que gustan de pasear a sus cachorritos, defecan, pero no levantan dichos desechos.

                Por supuesto, que la ciudad está invadida de heces fecales de los tantos perritos que  salen a su paseo cotidiano en nuestras calles, los parques públicos y las principales avenidas, provocando  malos olores, incidentes que pasan a peatones, sin que ninguna autoridad sanitaria intervenga, para dar cumplimiento al mencionado reglamento.

                Hay que considerar que entre los derechos de los animalitos, está el cuidado que sus dueños deben tenerles, para cuando son sacados a pasear a la arteria pública. Esto, porque también para nadie escapa que muchas de estas mascotas, se les abandona sobre la arteria pública, sin alimento ni baño y por ende, quedan a la deriva, sin ninguna atención, siendo que el ordenamiento  que rige la vida de estos animalitos, igual, consigna sanciones que van desde la aplicación de sendas multas, hasta otras medidas que incluyen  en algunas otras partes del país, hasta cárcel, para quien maltrate o liquide a su mascota.

                Cabe destacar que Xalapa es una ciudad, con una gran cantidad de canes corriendo por las calles y avenidas de la misma, y que inclusive, algunos especialistas de la medicina veterinaria y zootecnia ofrecen  sus clínicas y dormitorios, para aquellas personas que  salen de viaje o placer de la capital, y no tienen en donde resguardar a dichos animalitos. Pero que no los abandonen sobre las calles de la ciudad.

                En alguna época, los perros callejeros, fueron atrapados y llevados al incinerador que operaba sobre la carretera con rumbo a los municipios de Actopan y Alto Lucero. Más tarde, se integraron grupos de defensa a los animalitos, pero se instrumentó un reglamento, que regula la atención y castigos al maltrato y exterminio de los mismos.

                Bueno sería saber, si hay la dependencia oficial, que se encargue de dar atención a este rubro que es igualmente de una gran sensibilidad entre los grupos  tienen amor por los perritos y gatos, particularmente. Es todo.