ARS SCRIBENDI
|- Historias del “Chícharo” Guzmán
Rafael Rojas Colorado
Hemos estado platicando recuerdos de un deportista coatepecano, El “Chícharo” Guzmán, medio fondista en el atletismo y apasionado beisbolista de los años cincuenta del siglo XX, en una fotografía del año 1960 posa con su equipo Cuauhtémoc en el abanico de Campo Viejo, son muchas las historias y anécdotas que desea compartir con las nuevas generaciones de deportistas, sin embargo, don César Guzmán Ruiz “El Chícharo” o si usted lo prefiere el “Tigre”, hoy se siente nostálgico por el deceso de la reina Isabel II de la Gran Bretaña.
No es para menos, pues la partida de esta gran mujer que reinó durante setenta años visitó el puerto de Veracruz en el año de 1975, en ese ayer recibió un regalo de parte del gobernador del Estado de Veracruz, licenciado Rafael Hernández Ochoa, el regalo consistió en una hermosa silla para montar a caballo, que manos creadoras confeccionaron con esmero para tan distinguida personalidad, pues se trataba de un trabajo artesanal que sólo el talento artístico del señor César Guzmán Ruiz fue capaz de concebir.
La bordó a mano con pita extraída del henequén, el fuste lo confeccionó con concha nácar, herraje de acero monel con 28 piezas de fieltro canadiense, sable de acero monel, en la montura la sentada es de carone y fieltro canadiense, toda una obra de arte para la caballería de la monarca que la recibió con suma alegría llevándose al viejo mundo un imborrable recuerdo, de un trabajo artesanal, inspirado por el espíritu de don César Guzmán Ruiz en un pedacito de patria llamado Coatepec.
La misma historia no tardó mucho en repetirse, nuevamente el gobernador volvió a contratar a don César Guzmán Ruiz para diseñar una nueva silla de montar, ahora se trataba del príncipe Felipe de Inglaterra, príncipe y consorte de la Reina Isabel.
La silla también fue bordada con pita, bastos cuadrados; llevó impreso el escudo de Veracruz en la parte de la contra reata, herraje de acero monel, el fuste con incrustaciones de finas maderas: Cedro, nogal, élite, vara negra y frijolillo. La reata de lazar de hilaza con su sable.
En la imaginación de don César Guzmán Ruiz se dibujan las dos siluetas de la familia real de Inglaterra, la reina cabalgando montada en esa artística silla en sus paseos por los jardines del palacio real. El príncipe estrenando esta maravillosa silla en algún entrenamiento militar o en cualquiera de sus frecuentes cacerías en los frescos bosques ingleses.
En fin, es el trabajo de un humilde talabartero coatepecano que las huellas de su talento están esparcidas en diversos puntos del mundo: Inglaterra, España y Nicaragua. Hoy en silencio, guarda respeto a la muerte de la reina Isabel II.