Universidades del país padecen desigualdades sociales y educativas
|- Especialistas hablaron del tema en el Coloquio “La universidad pública frente a su actual momento histórico “, que se desarrolla en el marco del 25 aniversario de la Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana.
- Reconocieron la labor que la Universidad emprende, a través del Programa de Trabajo 2021-2025 “Por una transformación integral”, para afrontar las desigualdades que se padecen.
Xalapa
Tres destacados especialistas fueron reunidos en la Universidad Veracruzana (UV) para reflexionar sobre “El reto de las desigualdades para las universidades y la educación superior”. Coincidieron en que se requieren transformaciones profundas para erradicarlas, al tiempo que, en diálogo con el público, reconocieron las acciones que esta casa de estudios implementa para atenderlas adecuadamente, a través del Programa de Trabajo (PT) 2021-2025 “Por una transformación integral”.
Se trató de la Mesa 1 del Coloquio “La universidad pública frente a su actual momento histórico”, que se desarrolla en el marco del 25 aniversario de la Junta de Gobierno (JG) de la UV, del miércoles 21 al viernes 23 de septiembre, en el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa.
Tanto los ponentes como en la sesión de intervenciones con el público se hizo mención de la labor que realiza la UV para darle a las desigualdades la atención que requieren, partiendo de que uno de los pilares del actual PT son los derechos humanos, además se tiene como un eje transversal la equidad de género y se han implementado acciones para mejorar el ingreso a esta casa de estudios.
Una distinción más es su presencia en la mayor parte del estado, con campus y sedes de la UV-Intercultural.
La primera participación fue de Ana Gabriela Buquet Corleto, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien enfocó su intervención en su especialidad: la perspectiva de género.
Habló de las desiguales del país desde tres ejes: la violencia de género –donde destacó que hay registro de aproximadamente 10 feminicidios al día–; la división sexual del trabajo y con ello el llamado “trabajo de cuidados”, que es no remunerado y al cual las mujeres dedican dos terceras partes de su tiempo, mientras los hombres, una; así como la segregación, tanto vertical como horizontal en los ámbitos social y laboral.
Esos mismos ejes los trasladó a las instituciones de educación superior (IES) del país y desglosó cifras tanto generales como de su institución, la UNAM, que permiten decir que no hay mucha diferencia con lo que se vive fuera de estas entidades.
“Transformar estas desigualdades adentro de las IES es absolutamente necesario. Para eso hay que tomar medidas, para transformar tanto la estructura como la cultura institucional”, dijo la especialista en estudios de género, sexualidad y educación superior.
“Si tenemos instituciones igualitarias, si educamos a las nuevas generaciones con perspectiva de género –que es una de las acciones transversales que tendrían que implementar todas las universidades–, vamos a tener generaciones que piensen de otra manera y no vean la desigualdad de hombres y mujeres como algo natural. Además, desde la investigación también tenemos mucho que hacer”, añadió.
Emilio Blanco Bosco, profesor-investigador del El Colegio de México (Colmex), participó vía Zoom y su intervención fue en clave socioeconómica.
Uno de los datos que desglosó es que, a pesar de la importante expansión de oportunidades educativas que se han tenido en las últimas décadas, la desigualdad sigue siendo significativa en el país.
Precisó que actualmente uno de cada tres jóvenes puede asistir a algún tipo de educación superior, no obstante, las desigualdades en el acceso –mirada por estrato socioeconómico– han aumentado. “Hay más acceso, todos pueden ir más a la universidad, pero son los sectores más altos lo que han aprovechado esta expansión”.
Blanco, cuya área principal de investigación es la educación y desigualdad social, dejó en claro que más oportunidades no necesariamente significan más igualdad y la clave está en quién es capaz o está en posición de aprovecharlas.
Luego de un comparativo entre la población de la década de 1950 y la actual, y las respectivas desigualdades que se tienen en el sector educativo, en uno y otro momento, hizo referencia a que los mecanismos que las producen son inseparables del diseño institucional del sistema.
“En ausencia de políticas compensatorias específicas, los nuevos lugares que se abran –como hemos visto– podrían ser aprovechados en mayor medida por los jóvenes de sectores privilegiados, porque tienen mejores condiciones educativas o económicas para acceder a la universidad.”
En términos de política universitaria, quien cree que sólo es cuestión de invertir más y abrir más universidades para lograr la igualdad, está muy lejos de ello. “Las políticas podrían terminar por incrementar las desigualdades”, sentenció.
La mesa cerró con la participación de Sylvia Irene Schmelkes Del Valle, de la Universidad Iberoamericana (UIA), igual por Zoom. Coincidió con los dichos de su antecesor y partió de decir que las universidades son desiguales por su selectividad y criticó los mecanismos de admisión.
Recordó que la matrícula universitaria está constituida, principalmente, por personas que tienen perfiles superiores de ingreso, asimismo, son predominantemente urbanos y mestizos.
“El mecanismo de selección, el examen de admisión, es injusto, por el hecho de que quienes están presentándose a ese proceso son víctimas de un sistema educativo desigual, y el examen lo que hace es dejar fuera a quienes han tenido acceso a sistemas o subsistemas educativos de menor calidad.”
También son desiguales por representación, tanto entre la población estudiantil como la del profesorado y docentes; por su ubicación, al estar generalmente en cabeceras de grandes municipios o capitales de estados y la inadecuada atención al abandono escolar, por mencionar algunos de los puntos que desglosó al respecto.
Pese a las resistencias que puedan presentarse, son necesarios los cambios, la ruptura con el patriarcado que fundó a estas instituciones, crear tanto normativa específica como infraestructura y encarar los desafíos con transformaciones profundas, fueron parte de las ideas de cierre de la Mesa 1, que fue moderada por José Luis Morán López, investigador adscrito al Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica, en calidad de integrante de la Junta de Gobierno.