Del Toro explora el fascismo en Pinocho, su nueva y sombría película
|- Si bien el tema del fascismo podría parecer oportuno a la luz de la política mundial reciente, el cineasta dijo que su film era igual de relevante cuando concibió el proyecto hace años
Cuando el cineasta mexicano Guillermo del Toro se propuso por primera vez hacer una versión animada de «Pinocho» hace 15 años, optó por ambientar su película en la Italia fascista de la década de 1930.
Los personajes del anciano tallador de madera Geppetto y su títere viviente Pinocho nacieron en una novela italiana de 1883 y se popularizaron con la película de 1940 de Disney. Pero en el film «Pinocho de Guillermo del Toro», que se estrenará en Netflix el mes que viene, viven en el mundo de entreguerras de Benito Mussolini.
Quería (ubicar la película en) un momento en el que comportarse como un títere fuera algo bueno», dijo Del Toro a la AFP en la alfombra roja del AFI Fest, el festival del instituto de cine estadounidense, que tuvo lugar el fin de semana en Hollywood.
Quería que Pinocho fuera desobediente», agregó. «Quería que Pinocho, que era el único títere, no actuara como un títere. Pensé que temáticamente eso era perfecto».
Si bien el tema del fascismo podría parecer oportuno a la luz de la política mundial reciente, el cineasta dijo que su film era igual de relevante cuando concibió el proyecto hace años.
De hecho, Del Toro ha utilizado previamente sus distintivos cuentos de hadas góticos para abordar el espectro del fascismo con películas como «El laberinto del fauno» y «El espinazo del diablo», ambas ambientadas en la dictadura de Francisco Franco en España (1939-1975).
Es algo que me preocupa porque es algo a lo que la humanidad parece volver», dijo. «Siempre lo he visto». El fascismo está «siempre vivo en el fondo, o en primer plano», aseveró.
- «Caleidoscópica» –
El oscarizado director mexicano presentó su versión de «Pinocho» a los estudios y productores de Hollywood muchos años antes de que el gigante del streaming Netflix finalmente comprara los derechos en 2018.
He estado luchando para lograr hacer esto durante la mitad de mi carrera», dijo Del Toro. La película requirió más de mil días de rodaje. Utiliza el minucioso método de animación ‘stop-motion’, en el que los títeres se manipulan cuidadosamente cuadro por cuadro para crear la ilusión de movimiento.
Para Del Toro, el uso de imágenes generadas por computadora nunca fue una opción.