RIVALIDAD CLÁSICA Y AÑEJA

El triunfo más sonante se lo llevó  Argentina, venciendo precisamente en la Final a la Naranja Mecánica

EFE/Qatar

Países Bajos y Argentina, en una Copa Mundial, se convirtió de Alemania 74 a Qatar 2022, en un enfrentamiento clásico, en una cita que hasta pareciera obligada cada cuatro años, y algunos de sus capítulo han estado inmersos en compromisos de esos que apuntan al ganas o te vas. De hecho, con su duelo de este viernes, cuando se encuentren en una de las llaves de Cuartos de Final del certamen de Medio Oriente, habrán rubricado seis enfrentamientos en la verbena por excelencia del futbol. La escuadra sudamericana, de la mano de Lionel Messi, quien disputa su última justa mundialista, intentará alargar una seguidilla con tintes de supremacía en el Lusail Stadium, escenario en el que en este mismo curso tuvo actuaciones contrastantes, pues su estreno en el torneo catarí fue con derrota 1-2 ante Arabia Saudita, aunque recompuso el camino, también en la Fase de Grupos (C) ante México, con una victoria 2-0. Por su parte, el conjunto tulipán dirigido por Louis Van Gaal, que puede presumirse entre los invictos del curso, junto a Inglaterra, tras dar cuenta en Octavos 3-1 de Estados Unidos, afina su mira perfilando a dejar en el camino a un combinado che que, en su caso, eliminó en la misma Ronda a Australia (2-1).

La primera vez entre holandeses y argentinos se significó también en la primera Final fallida de los europeos, pues en el juego por la gloria sucumbieron ante Alemania. Sin embargo, durante las primeras Fases de Grupos de Alemania 74, pues para esos tiempos el formato de competencia era distinto al actual y con 16 participantes, en la segunda se dio un festín ante el representante de la Conmebol. Doblete de Johan Cruyff, Rudd Krol y Johnyy Rep le dieron forma al 4-0 de la entonces naciente famosa Naranja Mecánica.

Argentina 78, una competición de ensueño para los anfitriones, llevó a éstos, con un futbol por demás espectacular, al cotejo estelar, enfrentando a la poderosa Naranja de Cruyff y compañía.

Aquel partido, que resultó en polos opuestos, significó el segundo batacazo para una generación neerlandesa que no pudo ganar el trofeo más preciado, y la primera vez como Campeón del Mundo de Argentina.

En 90 minutos el juego terminó tablas 1-1, gracias a los tantos de Mario Kempes y Dick Nanninga; el mismo Matador y Daniel Bertoni anotaron en la prórroga y redondearon el 3-1.