20 mil mexicanos esperan trasplante; escasean donadores
|- Promover que se hagan testamentos para expresar qué destino tendrán los órganos al morir es una opción: médicos
En estos momentos, en México, más de 200 mil personas sufren una afección renal y más de 20 mil mexicanos se encuentran en espera de un trasplante.
De la lista de quienes luchan por seguir con vida, 15 mil 702 personas necesitan un riñón; 4 mil 281, córneas; 252 demandan un trasplante de hígado y 36 más, un nuevo corazón.
Las cifras evidencian que la demanda por un donante es muy alta y crece día a día, no así las opciones para salvar la vida de tantas personas.
¿Qué se puede hacer entonces para facilitar y aumentar el número de posibles donadores de órganos en México? Es la pregunta que planteó Grupo Imagen a los expertos en nuestro país, a propósito del Día Internacional del Trasplante de Órganos y Tejidos que se conmemora este 27 de febrero.
De acuerdo con el director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra) de la Secretaría de Salud, José Salvador Aburto Morales, hay que hacer un “testamento” que puntualice lo que la persona desea que pase con sus órganos cuando deje de existir.
Es como cuando hacemos el testamento de nuestros bienes materiales. Si yo no hago un testamento es un conflicto terrible. Esto es hacer mi testamento de qué quiero hacer con mis órganos y tejidos después de que yo fallezca”, comentó en entrevista.
Luego del primer paso que debe quedar registrado ante las autoridades de salud, lo más importante es comunicarlo a los seres más cercanos para que, llegado el momento, sepan cómo actuar y qué decisión tomar, subrayó Aburto.
Yo me puedo registrar como donante, pero lo importante es compartirlo con mi familia o con quien yo dependo o quien va a decidir por mí una vez que fallezco. Eso facilita mucho las cosas, eso arreglaría muchos problemas a la negativa familiar, porque nuestra ley dice: si yo dejé mi consentimiento expreso, mi familia lo debe respetar, así lo dice la ley”, recordó el director del Cenatra.
De lo contrario, en muchas ocasiones, cuando la familia o los más cercanos desconocen cuáles eran los deseos de su ser querido fallecido, difícilmente optarán por la donación de órganos.
Entonces, te registres o no te registres, comunícale a tu familia cuál es tu voluntad o tu deseo para después de tu fallecimiento”, enfatizó José Aburto al destacar que un donante puede cambiar la vida de hasta siete personas.
En relación con los trasplantes de riñón que se realizan en México, indicó que cerca de 70% de ellos (3,500) provienen de un donante vivo; sin embargo, la práctica internacional demostró, desde hace décadas, que es mejor y menos costoso para todos, sociedad y gobierno, invertir en la donación de órganos de pacientes fallecidos y que con antelación, expresaron el deseo de donar sus órganos.
España, Argentina, Uruguay y Brasil, por ejemplo, son casos de éxito en este rubro, expresó Aburto Morales.
Los sistemas de salud de otros países tienen ya muy bien analizado y estudiado que es más conveniente invertir en donación de órganos de personas fallecidas y en hacer trasplantes, porque el trasplante, a diferencia de todas las especialidades en medicina, salva vidas, y no sólo salva vidas, sino que la persona —que su destino era estar conectada a una máquina de hemodiálisis tres veces por semana o dializarse a través del peritoneo todos los días en la noche— se recupera, recupera su salud, recupera su bienestar, vuelve a trabajar, se vuelve activa, productiva e incluso vuelve a pagar impuestos”, enfatizó.
Se tiene un análisis que se recuperan cuatro pesos por cada peso invertido, si llevamos a cabo este tipo de atención”, apuntó Aburto al destacar que el sistema de salud universal que se construye actualmente desde el gobierno federal ayudará a que más personas salven su vida al poder acceder a atención médica y medicamentos gratuitos.
Además de que en caso de requerir un trasplante, tener el donante vivió o fallecido, se le podrán suministrar los inmunodepresores que requiere, practicar los estudios de laboratorio necesarios y dar seguimiento en consultas.
Otros países tienen un sistema de salud perfectamente bien establecido para cada una de las necesidades, incluyendo la donación y los trasplantes; eso hace la diferencia de países exitosos. México va por buen camino y nuestro país ya está tomando cartas en el asunto”, abundó.
Primarias y universidades tienen que inculcar la donación de órganos.
Para el cirujano de trasplantes de la Unidad Médica de Alta Especialidad del IMSS, Jorge David Cancino, es necesario que desde las primeras etapas de la vida se sensibilice a las personas sobre la posibilidad de ayudar a vivir a alguien más, a pesar de haber muerto, ya que si nos comparamos con otros países, la cultura de la donación no está lo suficientemente arraigada en la sociedad mexicana.
Desafortunadamente, nuestro país ha avanzado poco en la donación, nos ubicamos entre 5% y 6%, a veces hasta menos, y comparados con el país que mayor donaciones tiene, que es España, que ya anda más allá de 40% por millón de habitantes. Aquí se avanzado, pero por regiones”.
Por ejemplo, el centro del país alcanza un 17 o 20% en cuanto a donación de órganos por millón de habitantes; de ahí que hay que hacer énfasis a nivel nacional en la importancia de esta práctica y sus beneficios para las familias y el sistema de salud en su conjunto.
Creo que si se insiste en la enseñanza a niveles básicos, en las escuelas, en las universidades, el divulgar de qué se trata la donación de órganos en primarias, secundarias, las próximas generaciones van a tener un mejor entendimiento de este concepto”, consideró el cirujano de trasplantes.
Destacó que en el caso de la Unidad Médica de Alta Especialidad del Centro Médico Nacional Siglo XXI, el año pasado se practicaron 165 trasplantes de órganos, en su mayoría de riñón, y 73 de ellos fueron de donante fallecido.
También hizo notar que dado que la edad promedio de la población en México aumentó, la medicina de alta especialidad echa mano de lo que se denomina “paciente limítrofe”, con el propósito de llevar a cabo trasplantes de órganos, y a los cuales hay que someterlos a estudios más profundos para asegurar el éxito del procedimiento.
Son pacientes, le decimos nosotros de donación limítrofe porque son pacientes mayores de 60 años. Entonces, en una buena proporción, este centro tiene este tipo de donadores. El año pasado hicimos 165; actualmente llevamos 35, 25 de donador fallecido, nueve de donador vivo y solamente en la pandemia llegamos a tener 52, nos detuvimos unos meses, y en 2021 hicimos 129 y el año pasado 165”, detalló.
¿Cuántos trasplantes se hacen en México y cuánto cuestan?
De acuerdo con ambos especialistas, en el sector salud de México un trasplante de órgano oscila entre 150 o 200 mil pesos, cantidad que no es pagada por el paciente, si es que cuenta con seguridad social.
Lo anterior quiere decir que las distintas instituciones que conforman el sistema de salud público absorben los gastos que implica un trasplante como traslados, cirugías, fluidos especiales para mantener los órganos, etcétera.