Hallan cuerpo de hombre enterrado en predio de Tecolutla
|TECOLUTLA, Ver.- Este lunes 4 de septiembre se realizó la excavación de una fosa clandestina dentro de una parcela en las inmediaciones de la localidad Boca de Lima, en Tecolutla y el camino que conduce hacia la localidad de Río Blanco, de este mismo municipio. En la zona fue localizado el cuerpo sin vida de un hombre, a pocos metros de distancia donde hace una semana encontraron a sin vida a un taxista desaparecido.
En coordinación de Servicios Periciales, Policía Ministerial y autoridades municipales se llevó a cabo las diligencias en la zona, donde se localizaron los restos de un hombre de aproximadamente entre 30 y 40 años de edad. Estos trabajos se hicieron a escasos 100 metros de distancia, de donde el fin de semana pasado encontraron enterrado el cuerpo de un taxista de Poza Rica.
El cuerpo en avanzado estado de descomposición se encontraba a unos 80 centímetros de profundidad, en posición bocabajo, vistiendo una playera de color azul y pantalones cortos de color café. A simple vista no se determinó la causa de muerte del hombre, por lo que se espera que las autoridades ministeriales informen más adelante al respecto.
De igual manera, la identidad de la víctima no ha sido establecida, por lo que se espera que los estudios en las Instalaciones del Servicio Médico Forense (SEMEFO) puedan revelar el perfil de la persona que se encontraba semienterrada.
Apenas el pasado 26 de agosto, el cuerpo sin vida de un adulto fue localizado en una parcela de la localidad Boca de Lima, a escasos metros de este hallazgo. Fue un campesino que se encontraba laborando en la zona quien se percató del cuerpo, por lo que de inmediato se informó a las autoridades ministeriales.
Tras las diligencias correspondientes, día después, el 27 de agosto, se confirmó que la víctima respondía en vida al nombre de Alejandro R. G., de 39 años de edad, quien era de ocupación taxista, el cual conducía el automóvil de alquiler 1173 de Poza Rica.
Los restos del taxista fueron identificados por Mónica Lizbeth S., esposa de la víctima, quien luego de observar el cadáver, pudo confirmar que se trataba de él debido a los rasgos físicos, sus prendas de vestir, una cicatriz en la espalda y un tatuaje en una de sus pantorrillas.