EL CIUDADANO

«… Los movimientos no solo los hacemos simplemente para movernos, cada movimiento tiene su propósito, siempre tiene alguna intención…”

MARÍA MONTESSORI

Amable lector, le envío mi profundo afecto a través de un abrazo fraterno este día jueves 7 de diciembre del 2023. “LAS EMOCIONES MUEVEN EL MUNDO”, quiero compartirte el pensamiento que nos expone BARBARA TIJERINA en su libro LENGUAJE SIN PALABRAS, en torno a las emociones: “… ¿Qué sentirías si tu hija, tu hermana o tu mamá no pudieran sonreír jamás? Piensa como sería la vida de una persona cuya cara no reflejara ninguna emoción. Imagínate tú mismo: ¿Cómo vivieras si no pudieras mostrar tu frustración, tu alegría o tu sorpresa? La cara, con sus 43 músculos incluyendo la lengua, es el principal indicador de las emociones. Cuando queremos saber cómo se siente alguien, lo primero que observamos es una expresión facial. Si abrió los ojos, si levantó las cejas, cómo colocó el mentón y muchos otros pequeños indicadores del estado emocional. Pero a la vez la expresión facial es el canal de comunicación que mejor podemos controlar. Cuando no queremos que se note nuestra tristeza o angustia contenemos la expresión de la cara. Sin embargo, la emoción que pretendes esconder buscará la salida y se revelará de diversas formas. Quizá en un pie con movimientos nerviosos, en el jugueteo de la pluma que tienes en la mano o incluso en un pequeño masaje en el cuello que te darás, sin darte cuenta, con el fin de tranquilizarte. Es sumamente complicado reprimir una emoción intensa…” y a continuación la propia Bárbara Tijerina, nos cuenta una experiencia que ejemplifica la importancia de la expresión de las emociones y nos cuenta que: “… durante un congreso cuando conoció a una doctora especialista en cirugías faciales para tratar de revertir una rara enfermedad que se llama SINDROME DE MOEBIUS, que consiste en un desorden caracterizado por la incapacidad de mostrar emociones a través de los músculos de la cara. ¡Imagínate! Ni sonreír ni fruncir el entrecejo o la nariz para expresar un disgusto, nada. Jamás había escuchado algo así, pero resulta que dos nervios importantes (los sextos y séptimos craneales) no se desarrollan completamente durante el embarazo y generan esta imposibilidad de expresión. Nunca había reflexionado sobre la importancia de algo tan simple como ver sonreír a tus hijos, hasta que este doctor me presentó un video de la cirugía que le realizó a una niña que padecía de este síndrome. Después de varios procesos había logrado el milagro: los papás de la niña vieron por primera vez a su hija sonreír. Al final de la presentación, el papá subió al escenario y nos hizo una pregunta que nos hizo cuestionarnos a todos: ¿Qué estarías dispuesto a hacer por ver a tus hijos sonreír?”. Se quedó pensando unos segundos y la respuesta fue inmediata: “Haría todo”. Hoy que cada que esta niña se expresa no solo con palabras, sino con su rostro (algo que para ella es un milagro maravilloso), un instante de júbilo total invade a sus padres, quienes no logran contener las lágrimas. Así de natural e importante es la expresión de las emociones.

Ahora bien, en el síndrome de Moebius el problema es la incapacidad de expresarlas, pero existe otra condición quizás aún más limitante. Se trata de una enfermedad que te impide sentir las emociones. En un principio puede sonar hasta atractivo: ¡qué maravilla! Se muere tu abuela y no sientes tristeza; terminas una relación  y en ningún momento sientes miedo  o frustración; tu jefe nunca va a hacerte enojar y una tarde con niños llorando te deja tranquila y relajada. Esta condición se llama ALEXITIMIA y es un trastorno neurológico por el cual la persona es incapaz de sentir e identificar sus emociones y por tanto expresarlas verbalmente. La padecen 1 de cada 7 personas. Una persona con ALEXITIMIA es DISTANTE, SIN SENTIDO DEL HUMOR, INTROSPECTIVO Y CON UNA GRAN DIFICULTAD PARA RELACIONARSE…” Algunos de estos síntomas pudieran confundirse con el Trastorno límite de la personalidad que hemos tratado en publicaciones anteriores como usted lo recordará amable lector. ¿Interesante? Hasta la próxima.  EL CIUDADANO.