EL CIUDADANO

«La paciencia no es la habilidad de saber esperar, sino la habilidad de SABER MANTENER UNA BUENA ACTITUD MIENTRAS ESPERAS”

Hola estimado lector, hoy jueves 21 de diciembre del 2023, lo saludo con profundo afecto al tiempo que agradezco el generoso comentario del DR. JESÚS SALDAÑA hasta la CDMX, de quien les platicaré en futura publicación por ser un joven talentoso profesionalmente hablando y gran amigo. Pues bien, ocurrió que en la publicación anterior por alguna falla técnica solo se imprimió la mitad, apelando a su benevolencia para que me permitan continuar con el tema de LENGUAJE CORPORAL. Y que deseo abordarlo a través de un cuestionamiento; La pregunta que le hago a usted amable lector es la siguiente: ¿USTED TIENE LA CAPACIDAD PARA PODER INTERPRETAR LAS EMOCIONES Y DETECTAR LAS MENTIRAS DE LAS PERSONAS? Y me estoy refiriendo a las emociones y mentiras de sus familiares, amigos, parejas, compañeros de trabajo, y no dejemos de mencionar a nuestros políticos, independientemente de las evidencias que son exhibidas a través de los medios, con relación a estos últimos mencionados, es decir, nuestros políticos. “…Cuando pienses cómo detectar mentiras, cómo saber si me están engañando, recuerda: LA VERDAD NO TEME A LAS PREGUNTAS. Cuando mentimos, el cuerpo responde al estrés generando adrenalina, la cual provoca una serie de cambios fisiológicos perceptibles y que fácilmente delatan al mentiroso, claro, SI LO SABES OBSERVAR. Por ejemplo, resequedad en la boca que lleva a chuparse los labios, sudoración, palidez y a veces, en caso de nerviosismo, la acción de pasar la mano por el cabello, como lo hacía nuestra madre cuando nos sentíamos angustiados e intranquilos. Hay un gran esfuerzo cognitivo en tratar de crear una historia que nunca existió…”, déjeme decirle amable lector que hay personas que tienen una gran habilidad para “creerse” sus propias mentiras al grado de considerarlas como “verdades”  y actuar con tanta tranquilidad que parecen verdaderas y no mentiras, solo existirá una reacción emocional cuando se sabe que se está diciendo una mentira, pero hay personas que “inventan verdades” que no les hace reaccionar como si estuvieran mintiendo, pero precisamente ese es el reto que enfrentan quienes se dedican al estudio del lenguaje corporal ya que como lo menciona la especialista en México de lenguaje verbal SARA DULCHÉ, NUESTRO CUERPO SIEMPRE HABLA POR NOSOTROS PARA BIEN O PARA MAL . Se requiere un gran dominio para poder controlar las reacciones de nuestras emociones y por muy calificados que seamos al respecto, a veces nuestro cuerpo no sólo hablará, sino que GRITARÁ nuestros más íntimos secretos. Tratar de esconder una emoción, es como tratar de hacer recta una línea de electrocardiograma de una persona viva, es un esfuerzo inútil que no rendirá frutos. Las emociones auténticas se reflejan en nuestro rostro por medio de músculos que se mueven de forma involuntaria  y automática. Por el contrario cuando fingimos una emoción o la disimulamos , estamos poniendo en marcha músculos voluntarios, porque lo hacemos de forma consciente y premeditada  y eso se nota , es difícil sostener una expresión facial que no está alimentada  por una emoción real. NADIE ES TOTALMENTE SIMÉTRICO  EN LOS DOS LADOS DE SU CARA, pero cuando ocultamos emociones o las simulamos., la asimetría se marca aún más, le invito a que haga un ejercicio bastante interesante, tome una fotografía de usted y establezca una línea imaginaria a la mitad del rostro, dividiéndola en dos hemisferios, cubra uno de ellos y obsérvelo, posteriormente descúbralo y cubra el otro, notará usted que no expresan lo mismo cada uno de los hemisferios, esto es debido a que cada uno de los hemisferios cerebrales se especializa en funciones y conductas diferentes, le resulta interesante? Pues continuaremos hablando de este tema en nuestra próxima publicación, por ahora me despido con la frase que empleaba mi admirado Frank Suarez especialista en metabolismo en su canal metabolismotv.com “PORQUE LA VERDAD SIEMPRE TRIUNFA” y hablando de él, aprovecho para saludar a mi querida  ROSARIO MONARCA. Hasta la próxima. EL CIUDADANO.