¡Masacran a familia en Acayucan!
|ACAYUCAN, Ver.- La violencia volvió a teñir de sangre a la región de Acayucan este lunes 16 de septiembre, cuando un ataque armado dejó como saldo tres integrantes de una misma familia brutalmente asesinados en la comunidad de Comején, una zona rural a 30 minutos de la cabecera municipal. Entre las víctimas se encuentra Valentín Soto Pascual, conocido carnicero y hermano del líder campesino Malaquías Soto Pascual.
El ataque ocurrió en un callejón de la comunidad, cuando sujetos armados irrumpieron en una camioneta blanca y, sin mediar palabra, abrieron fuego contra los presentes. Valentín Soto Pascual, de 55 años, y las mujeres Catalina Lozano Pérez, de 40 años, e Isabel Cervantes Pérez, de 50 años, murieron en el lugar. Las víctimas fueron sorprendidas mientras se encontraban en el patio de su vivienda, lo que incrementa la sensación de vulnerabilidad en una zona que se ha visto azotada por la violencia en los últimos meses.
De acuerdo con testigos, los agresores utilizaron armas calibre .223, y los casquillos encontrados en la escena confirman la precisión y letalidad del ataque. Se ha señalado que, si bien las mujeres fueron alcanzadas por los disparos, el ataque habría estado dirigido específicamente contra los hombres, ya que otros dos varones presentes lograron escapar ilesos. Esta hipótesis refuerza la sospecha de que Catalina Lozano Pérez e Isabel Cervantes Pérez podrían haber sido víctimas colaterales de un ajuste de cuentas.
Tras el ataque, acudieron al lugar cuerpos de rescate y Protección Civil de Acayucan, pero ya no pudieron hacer nada por las víctimas. Elementos de la Policía Ministerial y Servicios Periciales arribaron para recabar evidencias y ordenar el traslado de los cuerpos al Servicio Médico Forense (SEMEFO) en Coatzacoalcos, donde se les practicará la necropsia correspondiente.
El asesinato de tres miembros de una familia conocida en la localidad ha generado conmoción y miedo en Comején, una comunidad que, como muchas otras en el sur de Veracruz, se encuentra cada vez más desprotegida ante el avance de la violencia. Las autoridades locales, sin embargo, continúan sin ofrecer soluciones eficaces para frenar la ola de crímenes que azota la región.
El brutal ataque no solo exhibe la crueldad con la que operan los grupos armados, sino también la impotencia de los ciudadanos ante la inseguridad.