“Si no buscamos a nuestros hijos, la autoridad no lo va a hacer”
- Señalan familiares y madres de víctimas.
- Integrantes del colectivo Familiares Enlaces Xalapa sostuvieron un conversatorio con estudiantes; compartieron su dolorosa experiencia y su lucha por encontrarlos.

“Vivir la desaparición de un familiar es el peor infierno que un ser humano puede tener”, concluyeron las madres de víctimas de desaparición.
#Xalapa
A principios de mes, el colectivo Familiares Enlaces Xalapa instaló regalos con la fotografía de sus seres queridos ausentes en el “Árbol de la Esperanza”, ubicado en el Parque Juárez de la Capital veracruzana, un acto simbólico que se ha realizado por cinco años para recordar a las personas desaparecidas y mantener la presión sobre las autoridades; allí, denunció que las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE) empezaron a dar “carpetazo” a las investigaciones de desaparición de personas de larga data.
Comentaron que es lamentable que los familiares buscadores en pie de lucha tienen la zozobra de que sus carpetas de investigación no avanzan en la localización de sus seres queridos en vida y muerte.
Este el 16 de diciembre de 2025, se llevó a cabo un diálogo entre madres de víctimas de desaparición y estudiantes en la Universidad de Xalapa (UX).
Integrantes del colectivo Familiares Enlaces Xalapa sostuvieron un conversatorio con estudiantes de la UX, en el que compartieron la experiencia de vivir la desaparición de un ser querido y la lucha constante por encontrarlos.
Las madres presentes describieron la ausencia como “un dolor que no puedes explicar” y señalaron que la vida, tras la desaparición, se convierte en un estado permanente de duelo: “Estamos muertas en vida”, expresaron. Algunas llevan más de una década buscando a sus seres queridos, como en el caso de Sandra Jennyfer Giraldi Hernández, desaparecida en septiembre de 2012.
Entre los testimonios, se relató el hallazgo del automóvil de un joven desaparecido que la autoridad reportó su familia seis años después de su ausencia, lo que refleja la lentitud y la falta de resultados en las investigaciones oficiales.
“Si no buscamos a nuestros hijos, la autoridad no lo va a hacer”, subrayaron, denunciando la indiferencia institucional.
Las participantes también hablaron de las amenazas que enfrentan en su búsqueda, así como del impacto que la desaparición tiene en toda la familia: hermanos, esposos e hijas. Ante ello, hicieron un llamado a los estudiantes a sensibilizarse y sumarse a la causa, para que la sociedad en su conjunto acompañe y respalde la exigencia de verdad y justicia.
El conversatorio se convirtió en un espacio de reflexión sobre la crisis de desapariciones en Veracruz y en México, y sobre la necesidad de que las nuevas generaciones se involucren en la defensa de los derechos humanos. “Vivir la desaparición de un familiar es el peor infierno que un ser humano puede tener”, concluyeron las madres, dejando en los asistentes un mensaje de conciencia y compromiso.

