El temporal lluvioso ya estaba haciendo falta
|- Desde luego deben tomarse provisiones, porque una gran tormenta podría causar fuertes daños
Amadeus Olivarex
Martínez de la Torre, Ver.
Ante la acentuada sequía que ya se padecía en esta región citrícola, la temporada de lluvias ya era una verdadera urgencia, por lo que no debiera nadie renegar del agua que cae del cielo -como lo expresa la frase: “ya llegó el mal tiempo”-, pues sol y el vital líquido son necesarios para toda vegetación y ser vivo. Y mientras no llovía, nos quejábamos del intenso calor.
Más no hay duda que referente a las lluvias torrenciales, deben tomarse medidas preventivas, porque una torrencial tormenta, podría ocasionar daños, sea a la población, bienes o cultivos, tal como ya quedó registrado en el año 1999, cuando se inundó el famoso Barrio Negro o arrastró viviendas y animales de corral la fuerte corriente del agua del río Bobos. Y en ello el gobierno municipal se ha mantenido ocupado, alertando a sus gobernados, para bien de todos.