¡Protestan en La Mañanera por abusos cometidos en Veracruz!

  • Van contra capo de la droga que opera impunemente en el sur del estado

CIUDAD DE MÉXICO.- Unos cien trabajadores agrarios y empleados del empresario ganadero Jhovani Aguirre Benítez realizaron hoy una protesta frente a Palacio Nacional para exigir la liberación de su patrón, quien está preso injustamente desde hace poco más de un año.

Momentos antes de que arrancara La Mañanera, del Presidente Andrés Manuel López Obrador, los manifestantes arribaron a la explanada del zócalo con pancartas, lonas y cartulinas en las que expresan su inconformidad por el encarcelamiento del empresario, a quien le fueron fabricados varios delitos, entre otros, el de trata de personas, portación de armas de fuego prohibida, posesión de droga y robo de 2, 500 pesos “a una persona que nunca en mi vida he conocido”.

De acuerdo con las denuncias, todo eso fue sembrado en su camioneta el día de su detención ilegal, la cual fue ordenada por el narcotraficante Álvaro Sánchez Sánchez, jefe del cártel de los “Hermanos Sánchez”, que operan en el Estado de México, Querétaro, Chiapas y cuenta con una red de trasiego a gran escala para el movimiento de drogas hacia Estados Unidos que abarca todo el continente Latinoamericano y Estados Unidos.

Según los manifestantes, quienes entregaron un escrito en la Conferencia mañanera celebrada este día, Jhovani Benítez fue encarcelado por una venganza de Álvaro Sánchez, quien le pidió que le apoyara con sus tractocamiones para mover droga, a lo que Aguirre Benítez se negó porque, según ha dicho, “yo me meto en esos negocios sucios”.

Esto bastó para que el capo Sánchez Sánchez emprendiera la persecución en perjuicio de Aguirre Benítez, pues ha pagado a diversas autoridades para acusarlo falsamente de delitos que no ha cometido.

La protesta se efectuó esta mañana como una medida para frenar la audiencia que celebrará este 4 de noviembre el juez Marco Antonio Fuerte Tapia, quien dictará sentencia. De acuerdo con las denuncias presentadas en la presidencia de la República, el capo Sánchez Sánchez le llamó a la familia de Aguirre Benítez para decirles que de él dependía si el juez le imponía una pena de ocho o de veinte años de cárcel.

En el escrito que los manifestantes entregaron en la presidencia de la República y en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) Jhovani Benítez desmenuza una larga lista de inconsistencias de su caso: Explica que nunca le fue asignado un abogado de oficio, como lo establece la ley; que el vehículo en el que fue detenido no fue puesto a resguardo de la autoridad; fueron aseguradas sus puertas y cofre. Lo extraño de todo es que varias horas después en el vehículo fueron encontradas el arma y la droga, lo que prueba que todo eso fue sembrado por agentes policiacos al servicio de Sánchez Sánchez.

Aguirre Benítez señala en su denuncia de hechos: “Este señor Álvaro Sánchez Sánchez se ha propuesto destrozarme a través de sus relaciones y capacidad económica, al grado de que el día 14 de agosto de 2021, a las 21:20 horas, fui detenido por una supuesta llamada anónima y auxilio ciudadano de la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana de la Ciudad de México.

“Me bajaron con violencia y (me) revisaron mi vehículo. Me indicaron que debajo del asiento del copiloto encontraron un arma de fuego .380. Por ello fui puesto a disposición del Ministerio Público Federal. Una hora con quince minutos más tarde de ser privado de mi libertad personal a dicho lugar llegó este señor Álvaro Sánchez acompañado de sus hijos en la calle, antes de entrar a las instalaciones del Ministerio Público Federal me dijo: Ya valiste madre por pendejo, por no querer ayudarme y nada más porque la policía fue grabada cuando fuiste detenido porque de otro modo te hubieran entregado conmigo y ahorita ya te hubiera quebrado”.

En medio de la protesta de esta mañana –los manifestantes arribaron a Palacio Nacional a las cuatro de la madrugada –un enviado del Tribunal Superior de Justicia arribó al lugar para solicitar el levantamiento de la protesta. Ofreció que el máximo tribunal revisaría el caso y solicitó una comisión de cuatro personas para dialogar en privado y analizar el caso.

Los manifestantes aseguraron que no se irán de la ciudad de México hasta que haya una solución “a esta injusticia” y se suspenda la audiencia de mañana 3 de noviembre programada para dictar sentencia en el caso de Jhovani Benítez.

“No nos iremos de aquí hasta que haya justicia”, dijeron los trabajadores de Aguirre Benítez, quienes aseguraron que seguirán en pie de lucha “hasta que el patrón sea liberado”.

Los inconformes denunciaron que el capo ha sido capaz de corromper autoridades en diversos estados de la república, y Veracruz no ha sido la excepción, pues como parte de su venganza, en julio pasado le pagó a la policía Ministerial de Coatzacoalcos, para que montaran un caso de secuestro y acopio de armas.

Cuatro de sus trabajadores fueron detenidos, acusados injustamente, golpeados y torturados, y fue gracias a las protestas que encabezaron otros empleados de sus ranchos, así como familiares, que pudieron evidenciar la injusticia que estaban sufriendo y quedaron en libertad antes de ser llevados a audiencia de vinculación a proceso.

Tan fue mentira esa acusación, manipulada por Álvaro Sánchez, que pagó autoridades ministeriales de Coatzacoalcos, en el mes de julio, que el rancho propiedad de Jhovani Aguirre Benítez, acaba de ser entregado, el mes pasado, por la Fiscalía General del estado en donde se constató que nunca hubo ningún delito que perseguir, y todo se trató de una treta más ordenada por el capo mencionado que al parecer en Veracruz tiene las puertas abiertas para operar impunemente.